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Prosigue la diáspora de médicos y enfermeros hacia el extranjero

La Organización Médica Colegial (OMC) y las universidades Autónoma de Barcelona y de Toronto (Canadá) levantan acta de las solicitudes administrativas para la salida voluntaria de enfermeros y  médicos que huyen de la falta de ubicación o precariedad laboral que sufren en España.

09/12/2016

Según las entidades académicas y asociativas referidas, la falta de oportunidades profesionales y la precariedad laboral sin horizonte de mejora siguen castigando a las profesiones sanitarias. Especialmente afectado se ve el colectivo enfermero que en el momento más dramático de la crisis, concretamente entre los años 2012 y 2013, padecieron ...

Según las entidades académicas y asociativas referidas, la falta de oportunidades profesionales y la precariedad laboral sin horizonte de mejora siguen castigando a las profesiones sanitarias. Especialmente afectado se ve el colectivo enfermero que en el momento más dramático de la crisis, concretamente entre los años 2012 y 2013, padecieron la supresión de 5.200 puestos de trabajo, derivada del cierre de 5.445 camas hospitalarias. Según los datos del informe sobre la salida de profesionales sanitarios al exterior, elaborado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Toronto (Canadá), entre 2009 y 2014, 4.500 enfermeros solicitaron la acreditación del Ministerio de Educación y Ciencia (MECD) para poder ejercer su profesión fuera de España.

En cuanto a los médicos, la Organización Médica Colegial (OMC) registró un aumento del 22% en la solicitud de certificados de idoneidad para trabajar igualmente en el exterior, entre enero y mayo de 2016, pasando de 1.280 a 1.566. Esa situación podría agravarse en 2017, si se confirma la intención del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) de re-validación a sus colegiados durante los próximos 6 meses, con bastante alarma por parte de los propios interesados, los sindicatos médicos y la misma OMC. Despertando especial preocupación la posibilidad de que algunos profesionales pudieran causar baja como colegiados. En el debate de fondo de esta cuestión podría estar, tal como señaló este mismo viernes el secretario general de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, los ingresos que podrían derivarse de las tasas de esas recertificaciones, en perfiles profesionales de larguísima trayectoria formativa: Carrera, MIR, desempeño profesional, etc.

Volviendo al colectivo enfermero, la profesora de la UAB Paola Galbany-Estragués, explicó que el estudio publicado por International Journal of Nursing Studies identifica las tendencias políticas que afectan a la educación y el empleo de la profesión en España, a partir del análisis de bases de datos, publicaciones científicas, leyes y directivas europeas nacionales e internacionales. De la misma forma, el trabajo señala los países a los que se dirigen las enfermeras formadas en España, reseñando los motivos que les mueven a ello. Sus resultados revelan que, entre 2010 y 2013, un total de 4.580 enfermeras formadas en España solicitaron al MECD la preceptiva acreditación de titulación enfermera para poder trabajar en otro país de la Unión Europea o en el Espacio Económico Europeo, en virtud de la Directiva Europea 2005/36/EC. En comparación con otras profesiones, los profesionales de la enfermería fueron los que más solicitaron esta acreditación y sólo fueron superados por los médicos en 2013. Desde 2014 más de 8.000 enfermeras formadas en España ya estaban trabajando en otros países de la OCDE. El país receptor por excelencia fue Reino Unido (5.624 enfermeras), seguido de Francia (1.734), Portugal (1.004), Bélgica (304) e Italia (292). Entre 2012 y 2014, 1.221 enfermeros emigraron a Alemania, mientras que desde 2012, 150 lo hicieron a Finlandia.

De las conclusiones elaboradas por las expertas universitarias responsables del estudio se deduce que los recortes y ajustes realizados en el sector sanitario público han creado un desfase entre las necesidades reales del mercado laboral de Enfermería y el número creciente de enfermeros que se gradúan cada año en las universidades españolas. Este último dato pasó de los 8.368 diplomados en 2006 a los 11.700 graduados en 2014. Por ello, según la profesora Galbany, el sistema sanitario español no tiene la capacidad de absorber a sus nuevas enfermeras y estas se ven obligadas a emigrar. Una salida de profesionales que afecta negativamente a la calidad sanitaria que se sigue prestando en el país emisor, ya que los que se quedan se ven sometidos a una mayor presión asistencial. Un problema de fuga de enfermeras que se traduce por sistema en una importante pérdida de inversión. Ya que, según estudios también manejados por la UAB, hay países que, como Noruega, disfrutan de una ratio de 20,15 enfermeras por cada 1000 habitantes, mientras que España sólo dispone de una ratio de 5,39 por la misma base de población.

En relación al factor principal que motiva la diáspora profesional, el estudio identifica los cambios organizativos realizados en el SNS, poniendo como ejemplo, el aumento del número de camas cerradas en los hospitales, que pasaron de 11.236 en 2008 a 16.681 en 2013. Por consiguiente, el deterioro en la tasa de ocupación de camas hospitalarias desde 2008 produjo una reducción de la ratio de enfermeras en activo en hospitales por mil habitantes, pasando de 3.21 en 2010 a 3.10 en 2013.

Como precisó la profesora de la Universidad de Toronto, Sioban Nelson y, el estudio analizado este viernes se desarrolló en el marco de una beca postdoctoral en la Bloomberg Faculty of Nursing de Toronto.

Pie de foto:   Prosigue el éxodo de médicos y enfermeros, buscando mejores horizontes profesionales en el extranjero

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