Una técnica desarrollada en el Instituto Salk rejuvenece los órganos y ayuda a prolongar la vida.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que la expresión intermitente de genes que normalmente se asocian al estado embrionario puede revertir los signos de envejecimiento. Este enfoque ha funcionado no sólo en células de piel humana en cultivo sino también en ratones que sufrían de envejecimiento prematuro, en los ...
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que la expresión intermitente de genes que normalmente se asocian al estado embrionario puede revertir los signos de envejecimiento. Este enfoque ha funcionado no sólo en células de piel humana en cultivo sino también en ratones que sufrían de envejecimiento prematuro, en los cuales prolongó la longevidad un 30%. Juan Carlos Izpisúa Belmonte, investigador del Instituto Salk, afirma que el estudio apoya la hipótesis del envejecimiento como proceso no necesariamente unidireccional sino plástico y potencialmente modulable. El nuevo enfoque trata de salvar las limitaciones asociadas a las técnicas tradicionales basadas en el uso de los llamados factores de Yamanaka, los cuales median la conversión a célula madre pluripotente pero que pueden inducir cáncer u otros daños cuando se usan en el organismo completo.
El método de reprogramación corta y cíclica usado en el actual estudio tiene un notorio impacto sobre los diferentes sistemas orgánicos de los ratones con progeria, afirma Paloma Martinez-Redondo, co-autora del estudio.
En ratones normales la aplicación de la técnica mejoró la capacidad regenerativa del páncreas y del músculo esquelético.