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Los pediatras de AP asisten al desafío de las dietas vegetarianas y veganas en España

Una dieta vegetariana o vegana mal planificada puede generar consecuencias negativas sobre la salud e influir en el crecimiento de los niños.

17/02/2017

Cada día son más las familias que adoptan una dieta vegetariana o vegana en nuestro país, lo que obliga a pediatras y médicos de familia a familiarizarse con este tipo de alimentación, ya que generalmente no han recibido formación sobre el tema durante sus estudios, y necesitan poder proporcionar la ...

Cada día son más las familias que adoptan una dieta vegetariana o vegana en nuestro país, lo que obliga a pediatras y médicos de familia a familiarizarse con este tipo de alimentación, ya que generalmente no han recibido formación sobre el tema durante sus estudios, y necesitan poder proporcionar la información adecuada a los padres.

La Academia Americana de Nutrición y Dietética, así como otras sociedades médicas, consideran que estas dietas bien planificadas son perfectamente adecuadas  y saludables para niños de todas las edades, no obstante si no se desarrollan bien pueden generar consecuencias negativas sobre la salud e influir en el crecimiento de los niños y adolescentes.

Por ello desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) han querido prestarle especial atención a este tema, y han organizado el seminario “Niños vegetarianos, ¿niños sanos?”. Éste ha tenido lugar durante la celebración en Madrid de su  14º Curso de Actualización, coordinado por la Dra. Mª Jesús Esparza, y ha contado con la participación como ponente de la Dra. Miriam Martínez Biarge, pediatra del Department of Paediatrics del Imperial College NHS Trust- Hammersmith Hospital de Londres (Reino Unido).

Se dice que una persona es vegetariana cuando se abstiene de comer carne, pescado, marisco o cualquier producto elaborado con estos alimentos, pudiendo o no incluir en su dieta alimentos derivados de otros animales como huevos, lácteos o miel. Por otro lado, las personas veganas son aquellas consideradas vegetarianos totales, es decir, que no comen ningún alimento o derivado de origen animal.

Tiempo e información a las familias son dos aspectos necesarios para contribuir a que los niños vegetarianos y veganos tengan todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y normal desarrollo”, explica la doctora Martínez.

Es importante prestar especial atención a la alimentación vegetariana o vegana en cada una de las diferentes edades. Al igual que con todos los bebés, la lactancia materna es la forma de alimentación ideal para los lactantes vegetarianos o veganos, por lo que ésta debe ser apoyada; en este sentido, “es importante asegurarse de que estas madres tomen un suplemento regular de vitamina B12 y yodo”, apunta la doctora.

Los alimentos sólidos se pueden introducir de la misma manera que para los niños no vegetarianos, a partir de los 6-7 meses, “reemplazando la carne por productos como lentejas, garbanzos, guisantes o tofu”, aclara.

A partir de los dos años de edad, la alimentación debería parecerse a la del resto de la familia, dependiendo el número de raciones de la edad, los niveles de actividad física o las características personales de cada niño. Según afirma la experta, a la hora de alimentar a niños vegetarianos o veganos conviene prestar especial atención a ciertos nutrientes:

•             Proteínas: las mejores fuentes de proteínas en la alimentación vegetariana y vegana son las legumbres y los frutos secos y semillas, que deben estar presentes en la dieta a diario. En una alimentación vegetariana o vegana bien planificada las proteínas no tienen por qué constituir un problema.

•             Grasas: son muy importantes en la alimentación infantil y ninguna dieta debería restringirlas. Las mejores fuentes de grasas en las dietas vegetarianas o veganas son los frutos secos y las semillas, los aguacates y el aceite de oliva.

•             Calcio: en los primeros 2 años los bebés obtienen el calcio a partir de la leche materna o de fórmula; en los mayores de 2 años, además de productos lácteos, otras buenas fuentes de calcio son las verduras de hoja verde, el tofu, las leches (y yogures) vegetales enriquecidas y las legumbres. Los niños (vegetarianos o no) que no se expongan al sol regularmente pueden necesitar suplementos de vitamina D.

•             Vitamina B12: sólo se encuentra de forma natural en los alimentos de origen animal, por lo que, aunque los productos lácteos y huevos, así como los alimentos enriquecidos aportan pequeñas cantidades de esta vitamina, se recomienda que todas las personas vegetarianas y veganas tomen un suplemento semanal de vitamina B12.

Por otro lado, como ha recordado la presidenta de la AEPap, la Dra. Concha Sánchez Pina, las elevadas cifras de sobrepeso y obesidad infantil en nuestro país son de sobra conocidas por todos, y tanto las autoridades sanitarias como los profesionales afirman que las claves para combatirla están en una dieta sana, la práctica del ejercicio físico y mejoras en el etiquetado y en la limitación real de la publicidad dirigida a la población infantil de alimentos y bebidas no saludables, entre otras medidas que deberían negociarse con expertos. No obstante el ritmo de vida actual, así como las influencias de la industria alimentaria dificultan esta labor para las familias.

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