Son un componente fundamental del reloj cerebral y también regulan el comportamiento.
Investigadores de la Universidad de Washington han descubierto una nueva e inesperada función de los astrocitos, un tipo de células de las que hasta ahora se creía que tenían una única función de soporte en el sistema nervioso central. Basándose en la observación de que estas células expresan genes relacionados con ...
Investigadores de la Universidad de Washington han descubierto una nueva e inesperada función de los astrocitos, un tipo de células de las que hasta ahora se creía que tenían una única función de soporte en el sistema nervioso central.
Basándose en la observación de que estas células expresan genes relacionados con los ritmos circadianos y que son capaces de liberar el nucleótido ATP, los científicos decidieron explorar si también pueden regular los ritmos neuronales y el comportamiento. En el correspondiente estudio, publicado en la revista Current Biology, demuestran que el ritmo diario de los astrocitos del núcleo supraquiasmático (NSQ), interruptor principal del marcapasos circadiano, determina los períodos de actividad de animales de experimentación.
La ablación del gen Bmal1, un elemento esencial del reloj, específicamente en los astrocitos del NSQ, prolongó el período de expresión de los genes de control circadiano y el tiempo de actividad locomotora. Un efecto similar fue observado al eliminar en las mismas células otro gen que acorta el ritmo circadiano. Erik Herzog, neurocientífico y director del estudio, afirma que los hallazgos indican que los astrocitos del NSQ se comunican con las neuronas para determinar el patrón del ritmo circadiano.
Esta nueva función ha podido ser descubierta gracias a una técnica de fluorescencia que permite la visualización de los astrocitos cuando expresan los genes circadianos.
Foto: Herzog Lab