La Clínica Universidad de Navarra ha iniciado nuevos ensayos clínicos dirigidos, cuatro de ellos, a pacientes con melanoma metastásico y uno para pacientes trasplantados con queratosis actínicas (lesiones precancerosas inducidas por el sol). El melanoma es el cáncer de piel más agresivo cuya incidencia en los últimos años va en ...
La Clínica Universidad de Navarra ha iniciado nuevos ensayos clínicos dirigidos, cuatro de ellos, a pacientes con melanoma metastásico y uno para pacientes trasplantados con queratosis actínicas (lesiones precancerosas inducidas por el sol). El melanoma es el cáncer de piel más agresivo cuya incidencia en los últimos años va en aumento. Actualmente, se diagnostican aproximadamente 9 personas por cada 100.000 habitantes cada año. Por ello, estos ensayos clínicos, que se encuentran en fase de reclutamiento de pacientes, son una pieza clave que permite que las personas enfermas puedan acceder a los fármacos mucho antes de su comercialización.
Además, tres de estas nuevas investigaciones contra el melanoma incluyen tratamientos con inmunoterapia. Se trata de fármacos que han conseguido ser eficaces en numerosos tipos de cáncer con enfermedad avanzada y metástasis. De hecho, el tumor en el que se están obteniendo mejores resultados es el melanoma, en el que entre un 40 y un 60% de los pacientes responden a la inmunoterapia, lo que supone una importante mejora con respecto a los resultados obtenidos con otros tratamientos. Esta estrategia se basa en la utilización de tratamientos farmacológicos que estimulan el sistema inmunológico del paciente para que sea capaz de reconocer y destruir las células tumorales.
Inmunoterapia para el melanoma metastásico: la experiencia de la Clínica
Así, la inmunoterapia supone una de las grandes líneas de investigación para luchar contra el melanoma. Uno de los pacientes tratados en la Clínica Universidad de Navarra que ha podido comprobar las ventajas de la inmunoterapia es Modesto Alcolea, que ha hecho frente al melanoma metastásico que sufría gracias a dos ensayos clínicos. En su caso, un lunar despertó la sospecha en su mujer "porque vio que un día sangraba". Sus médicos le confirmaron que se trataba de un melanoma avanzado con metástasis en hígado y pulmones. "Me lo pusieron mal y tuve que dejar de trabajar. Se me vino el mundo encima porque para mí el trabajo era mi pasión", asegura.
Los especialistas que diagnosticaron a Modesto en Logroño, donde reside, lo derivaron a la Clínica Universidad de Navarra, donde se confirmó que era candidato a participar en un ensayo clínico con una nueva inmunoterapia: un fármaco anti CTLA-4 con el que tuvo una mejoría transitoria. Animado por el resultado, Modesto decidió participar en un segundo ensayo clínico con otro agente inmunoterápico, esta vez con un mecanismo de acción diferente, un anticuerpo monoclonal anti PD-1, también de administración intravenosa de manera ambulatoria.
La tolerancia a la medicación fue buena, pero la extensión y la agresividad de la enfermedad hicieron necesario realizar algunas intervenciones, recuerda Modesto, que tuvo que afrontar los peores meses su vida. Al inicio del tratamiento "estaba tan mal que tenía que ingresar cada dos meses, pero afortunadamente las metástasis se redujeron en número y tamaño hasta que solo quedó una lesión en el hígado que los especialistas de la Clínica recomendaron operar", añade. "La intervención duró una hora y fue muy duro", pero el resultado confirmó las mejores predicciones: no quedaba tumor activo en el tejido.
Tras varias semanas de tratamiento, el riojano comprobó en primera persona su propia recuperación. "Es increíble. Al poco tiempo de tomarlo, yo veía que me encontraba bien. Me hacían escáneres y los resultados eran cada vez mejores. Por eso, para mí, entrar en el ensayo fue como tocarme el gordo de la lotería". A día de hoy, asegura que se encuentra "normal" y ya no precisa tratamiento.
La tasa de supervivencia de un melanoma precoz es superior al 80%
Los especialistas aseguran que es necesario reducir la exposición a los rayos ultravioleta causantes de estos tumores. "Por eso, es fundamental trasladar a la población la importancia de la prevención del cáncer cutáneo, ya que es posiblemente uno de los cánceres más evitables", asegura la dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra, Irene Palacios.
Los médicos aconsejan emplear ropa protectora, colocarse si es posible a la sombra, evitar la exposición al sol al mediodía (12:00-16:00 horas) en verano, y aplicarse un protector solar adecuado, reponiéndolo cada tres horas aproximadamente (antes si suda o se moja). Además, en caso de que el paciente detecte cambios o nuevas lesiones, es fundamental que lo consulte con su dermatólogo.