El actual binomio entre las políticas de austeridad y la continua evolución de las innovaciones terapéuticas está provocando una necesidad de información real y actualizada del entorno sanitario que propicie la toma de decisiones en la gestión sanitaria. Ante esta situación, los decisores sanitarios demandan evidencias más sofisticadas e iniciativas ...
El actual binomio entre las políticas de austeridad y la continua evolución de las innovaciones terapéuticas está provocando una necesidad de información real y actualizada del entorno sanitario que propicie la toma de decisiones en la gestión sanitaria. Ante esta situación, los decisores sanitarios demandan evidencias más sofisticadas e iniciativas que demuestren el `valor más allá del medicamento´ o `value beyond the pill´, escenario en el que el Real World Data y el Big Data se posicionan como herramientas clave.
Así se ha puesto de manifiesto en el V Seminario sobre Gestión en Farmacia Hospitalaria para Directivos que se está celebrado en el marco de los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con la colaboración de la biofarmacéutica UCB, y en el que están participando numerosos gestores sanitarios de distintas comunidades autónomas.
El Real World Data (RWD), o Datos de la Vida Real, son los registros que recogen los resultados de las innovaciones farmacéuticas en los pacientes en la práctica clínica habitual de los profesionales sanitarios, es decir, los datos de la vida diaria del sistema sanitario español. Estos datos junto a los que se extraen del Big Data del conjunto de la población segmentada por dolencias ofrecen una información, cada vez más valiosa, del entorno sanitario y nos permite conocer sus dinámicas en la toma de decisiones que permitan predecir la manera de afrontar los actuales retos que se plantean en el conjunto del sistema sanitario. Unas decisiones que, en definitiva, sustentadas en información de calidad, nos sirven para alcanzar el máximo beneficio en salud para el paciente con la inversión necesaria, tal como se ha concluido en el seminario.
Unas herramientas que están ayudando a modular e innovar en el panorama del día a día propiciando una evolución a nuevos modelos de relación entre los gestores sanitarios y la industria farmacéutica. En este sentido, Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y uno de los directores del Seminario, ha explicado que "el sistema sanitario tiene que innovar en la forma de organizar la información especialmente en el ámbito del medicamento con el objetivo de pagar por el valor real que aportan a los pacientes y no solo por los resultados de los ensayos clínicos. Clásicamente se evaluaban los medicamentos por los resultados de estos estudios pero esto es insuficiente porque los pacientes frecuentemente no son como los de los Ensayos Clínicos sino que tienen otras co-morbilidades, la duración del tratamiento en enfermedades crónicas es muy superior, el seguimiento es menos exhaustivo y esto nos obliga a poner en valor los resultados reales en cada paciente".
Ha añadido que en función de esos datos debemos adecuar el valor que el medicamento está aportando en esos pacientes y, en algún caso, incluso reevaluarlo. "Y cuando hablamos de valor real no significa el precio del envase del medicamento sino que debemos medirlo en tres aspectos: clínicos, es decir las mejoras en la salud; humanísticos relacionados con la satisfacción del paciente; y económicos para que la innovación sea sostenible. No olvidemos que en este aspecto estamos todos implicados para conseguir la máxima efectividad de los medicamentos dentro de un entorno sostenible".
Por otro lado Calleja ha subrayado que en el seminario se están compartiendo experiencias reales de pacientes con patologías reumáticas que han estado en programas de soporte, abiertos a todos los hospitales, "lo que les ha permitido que las primeras administraciones, que son con las que más dificultades tienen, tengan una atención domiciliaria que les facilite el tratamiento y la adherencia y eso es también parte de la innovación del sistema", así como experiencias de resultados en vida real que han permitido adecuar el precio del medicamento al valor que generan en el paciente destacando los resultados percibidos por el paciente, ha concluido el experto.
Gestión sanitaria
Para Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), secretario general de la Fundación Ad Qualitatem y también co-director del seminario: "Las aportaciones del Real World Data y del Big Data conllevan retos muy importantes desde el punto de vista de la gestión sanitaria. Algunos de ellos son: la conversión de los datos y la información en conocimiento, la ciberseguridad en el entorno hospitalario, la utilización de sistemas informativos compatibles, las transparencia, la evaluación y la visión estratégica de su utilización. En definitiva, ambas cosas deben tomarse no como un fin sino como el medio para llegar a una planificación asistencial eficiente y que aporte calidad a los pacientes, facilitando, asimismo, el trabajo y la toma de decisiones clínicas por parte de los profesionales sanitarios".
Innovar involucrando al paciente
Conocer los datos de efectividad de las innovaciones terapéuticas sobre la población real es un punto en el que los gestores sanitarios están de acuerdo, pero es importante incluir al paciente en el proceso con el fin de definir cuál es ese máximo beneficio desde su perspectiva.
En este sentido, Jesús Sobrino, director general de UCB Iberia, subraya que "tanto el Real World Data como el Big Data son las herramientas que nos van a permitir hablar un lenguaje común entre administración e industria y sobre el cual podemos parametrizar la innovación farmacéutica a lo largo de su ciclo de vida y plantear nuevos modelos de relación comercial que integre al máximo las necesidades reales del paciente a lo largo de su enfermedad. De este modo, podremos diseñar nuevos modeles de pago ajustados por estas derivadas contemplando una perspectiva más ambiciosa que integra la necesidad real del paciente". El objetivo es construir y mantener propuestas dinámicas de valor de un medicamento mediante la utilidad de los datos de la práctica clínica real para ajustar las condiciones de esta propuesta en el tiempo.