PP y PSOE se han comprometido a trabajar en el Senado para lograr un Pacto de Estado por la Sanidad con el obstáculo de la universalidad en la asistencia sanitaria y una apuesta clara por una financiación finalista. Así lo han expresado los senadores del Grupo Popular y Socialista, Antonio ...
PP y PSOE se han comprometido a trabajar en el Senado para lograr un Pacto de Estado por la Sanidad con el obstáculo de la universalidad en la asistencia sanitaria y una apuesta clara por una financiación finalista. Así lo han expresado los senadores del Grupo Popular y Socialista, Antonio Alarcó y José Martínez Olmos, durante el primer encuentro del ciclo "Nuestra aportación al Pacto de Estado por la Sanidad", organizado por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef) en la Real Academia Nacional de Farmacia.
"Tenemos la obligación moral, ética y política de buscar un pacto que garantice la sostenibilidad del sistema sanitario español", señaló el senador del Grupo Popular, Antonio Alarcó, quien advirtió que, con la demografía actual, el sistema corre el riesgo de "griparse" y no será sostenible si no se alcanza ese Pacto de Estado. En este punto, recordó que "la Sanidad es de financiación pública, no gratuita, y no puede haber de todo para todos. Hay que exigir transparencia y complicidad con los ciudadanos".
Para que la Sanidad funcione, según Alarcó, debe asentarse en cuatro pilares básicos: el paciente como centro, los profesionales, una cartera de servicios igualitaria y una financiación adecuada. Por su parte, el senador del Grupo Socialista, José Martínez Olmos, reivindicó el Pacto de Estado para las pensiones como modelo para el Pacto de Estado por la Sanidad con una necesidad de reforzar la planificación estratégica del SNS. Martínez Olmos se refirió al Pacto como una "obligación difícil" al tener que incorporar a los grupos parlamentarios, organizaciones profesionales y de pacientes, e industria farmacéutica, a veces con objetivos coincidentes y otras, contradictorios, y por "el inmovilismo del Gobierno" ante determinadas reivindicaciones.
"PP y PSOE no estamos de acuerdo, por ejemplo, en cómo interpretar la universalidad de la asistencia sanitaria y tenemos que ver cómo solventarlo en un marco jurídico nuevo, porque hay elementos que están siendo barreras de acceso a un sistema que tenía que ser equitativo", dijo Martínez Olmos, a lo que Alarcó contestó: "Podemos discutir el decreto, y determinar qué es un recorte y qué un ajuste".
Con todo, Martínez Olmos dejó claro: "Tenemos ganas de trabajar y de que salga adelante un acuerdo, pero para conseguirlo, necesitamos escucharnos. Además, creemos que ahora es más posible que otras veces porque estamos ante una sociedad más madura". Calificó los tiempos políticos de complejos, "pero esa complejidad y la transcendencia de la materia, la Sanidad, se pueden convertir en una oportunidad para el acuerdo. La sociedad española lo agradecería".
Según el senador socialista, el sistema sanitario español ofrece a la ciudadanía calidad asistencial, equidad y bienestar social, y la ciudadanía ha comprobado que la Sanidad, tal y como se ha organizado, aunque con elementos de mejora, "ha sido un gran éxito". De acuerdo a sus palabras, "tenemos que trabajar para que la Sanidad siga respondiendo a la ciudadanía y se anticipe a los desafíos que se presentan, como la cronicidad, el envejecimiento, la innovación y la capacidad de la ciencia para responder a las enfermedades".
Sanidad pública, universal, equitativa y de calidad
Para Martínez Olmos, "la ciudadanía quiere una Sanidad pública, universal, equitativa y de calidad, y tenemos que hacer posible que la manera de organizarla y financiarla responda a estos parámetros". "La organización, gestión y financiación de la Sanidad puede depender de la ideología política, pero cuando su sostenibilidad está en juego hay que acordar los puntos de vista diferentes", matizó.
El senador del Grupo Socialista recordó que la Sanidad es un elemento de generación de riqueza del país. "Una Sanidad bien gestionada se convierte en la primera empresa generadora de puestos de trabajo directos e indirectos, además con profesiones cualificadas que trascienden a la sociedad valores sociales y éticos", destacó.
Martínez Olmos dijo que el SNS es un buen sistema sanitario, pero tiene problemas "por decisiones del Gobierno, por los desafíos de la Sanidad, por la estructura territorial, por una financiación insuficiente y unos problemas de acceso en determinados ámbitos". Para lograr el Pacto de Estado, hay que resolver estas diferencias y, sobre todo, acordar un sistema de financiación con acuerdo autonómico.
Tanto Martínez Olmos como Alarcó apostaron por que la financiación para la Sanidad sea finalista, ya que, según Martínez Olmos, "al no serlo, corremos el riesgo de usar la Sanidad como argumento de financiación de la comunidad autónoma". En temas de financiación, Alarcó puso el acento en los fondos éticos, la filantropía y el mecenazgo que, a su juicio, serán puntos definitivos de financiación y no son óbice para que el Estado invierta lo que tiene que invertir en Sanidad por ciudadano. "Son complementarios, para mejorar", apostilló.
Ambos senadores también defendieron en un futuro Pacto de Estado por la Sanidad el actual modelo de farmacia español y rechazaron el copago sanitario como barrera de acceso a la Sanidad.
Ciclo de encuentros de alto nivel
Alarcó y Martínez Olmos han participado en el primer encuentro del ciclo "Nuestra contribución al Pacto de Estado por la Sanidad", organizado por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef). Este ciclo pretende convertirse en una vía de diálogo que permita limar aristas entre los agentes políticos implicados en la toma de decisiones al respecto.
El ciclo, que se celebrará en la Real Academia Nacional de Farmacia, se compondrá de nueve encuentros un lunes de cada mes entre octubre y junio de 2018 donde se abordará el Pacto de Estado por la Sanidad desde diferentes perspectivas: la del Senado, una consejería de Sanidad, una consejería de Hacienda, la industria farmacéutica, los farmacéuticos, los pacientes, los medios de comunicación, las comunidades autónomas y el Gobierno central.