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Los antiácidos comunes contribuyen a la progresión de las enfermedades hepáticas crónicas

Atribuyen la asociación a cambios en la flora intestinal inducidos por la supresión de los ácidos gástricos.

26/10/2017

Un nuevo estudio de la Universidad de California revela que el uso de inhibidores de la bomba de protones (PPIs), comúnmente usados en el tratamiento de la acidez y del reflujo gastroesofágico, promueve la progresión de hasta 3 tipos diferentes de enfermedades hepáticas crónicas. En un estudio previo los autores ...

Un nuevo estudio de la Universidad de California revela que el uso de inhibidores de la bomba de protones (PPIs), comúnmente usados en el tratamiento de la acidez y del reflujo gastroesofágico, promueve la progresión de hasta 3 tipos diferentes de enfermedades hepáticas crónicas. En un estudio previo los autores ya habían descubierto que la macrobiota intestinal puede influenciar este riesgo. En el actual, publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, indican que la supresión del ácido gástrico favorece el crecimiento de bacterias del género Enterococcus y su translocación al hígado, donde exacerban la inflamación y empeoran la enfermedad hepática crónica.

Los investigadores utilizaron modelos animales de daño hepático por alcohol, enfermedad de hígado graso no inducida por alcohol y esteatohepatitis, en los que bloquearon la producción de ácido gástrico, o bien mediante una deleción genética, o bien mediante la administración de omeprazol. Los hallazgos fueron posteriormente confirmados en animales colonizados con Enterococcus faecalis tras la supresión del ácido gástrico. En estos experimentos se constató que la colonización por sí sola es suficiente para inducir una esteatosis leve y potenciar la enfermedad hepática inducida por alcohol.

Se obtuvo confirmación adicional del riesgo en una cohorte de casi 5000 pacientes con uso abusivo de alcohol, en los que se observó un aumento del 20% en los que tomaban PPIs de manera asidua y del 16% en los que los habían tomado en el pasado.

Foto: UC San Diego Health

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