Investigadoras del Área de Cáncer y Salud Pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO) y de la Dirección General de Salud Pública (DGSP) de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública han liderado un estudio multicéntrico que ha ...
Investigadoras del Área de Cáncer y Salud Pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO) y de la Dirección General de Salud Pública (DGSP) de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública han liderado un estudio multicéntrico que ha analizado la participación de la población española en los programas de detección precoz del cáncer colorrectal.
La participación en estos programas es clave para alcanzar el beneficio esperado en términos de reducción de mortalidad e incidencia por cáncer colorrectal, y para ello es fundamental conocer los factores que influyen en dicha participación. En concreto, este estudio ha analizado factores organizativos, como el modo de envío de la prueba de cribado y el tipo de prueba ofrecido, y factores sociodemográficos como la edad, el sexo y el territorio.
El estudio se ha centrado en una cohorte de población sana, formada por hombres y mujeres entre 50 y 69 años, invitados a participar entre los años 2000 y 2012 en seis programas: el Programa de Prevención del Cáncer Colorrectal de la Comunitat Valenciana, y los de Cantabria, Cataluña, Murcia, Islas Canarias y País Vasco.
A esta población se le envió una carta a su domicilio invitando a la participación en dichos programas. Las diferencias en los procedimientos utilizados implican una participación más o menos activa de la población, que en algunos casos suponía la recogida del test para la realización de la prueba de cribado (test de sangre oculta en heces) en su centro de salud o farmacia; y en otros, se enviaba dicho test junto con la carta de invitación.
Se estudiaron 1.748.753 invitaciones y se realizaron 852.497 tests. En total se diagnosticaron 17.506 adenomas de riesgo alto o intermedio y 2.641 cánceres colorrectales. La participación en el programa de cribado fue del 48,8% en las personas que recibieron la invitación por primera vez; del 17,7% en personas que habían sido invitadas anteriormente pero nunca habían participado; y del 85% en aquellas personas que sí habían realizado anteriormente las pruebas de cribado.
La Comisión Europea estima como "aceptable" una participación del 45% de la población, y como "deseable", el 65%. "Nuestra tasa rozan el nivel aceptable, por lo que se hace necesario conocer los factores que están influyendo en las bajas tasas de participación", explica Ana Molina, responsable del Área de Cáncer y Salud de la Fundación Fisabio. Según Mercedes Vanaclocha, investigadora de la Fundación Fisabio, la primera invitación es "fundamental para captar la participación de la población", porque hemos comprobado que una vez los individuos entran en el programa, conseguimos adherencia al mismo.
Los resultados demuestran también que la participación varía dependiendo del esfuerzo que debe realizar la persona para recibir la prueba de cribado. El esfuerzo varía dependiendo de si recibe directamente la prueba junto con la carta de invitación; si tiene que realizar una llamada o enviar una carta para recibir la prueba en su domicilio; o si tiene que ir a la farmacia o centro de salud a recoger la prueba.
En este sentido, se observa que la participación inicial y sucesiva fue más alta en la población que recibía la prueba junto con la carta de invitación. "Cuanto menos esfuerzo tiene que hacer la persona, mayor es la participación, especialmente en aquellas personas a quienes ya se les ha invitado a participar anteriormente y no lo han hecho", destaca Ana Molina.
Además de factores relacionados con la organización de los programas, se han identificado factores sociodemográficos que tienen impacto en la participación, como la edad, el sexo y el lugar de residencia. Para la población invitada por primera vez, la mayor probabilidad de participar se da en las mujeres 60 a 69 años, y en la población que reside en áreas rurales y semirurales.
Estos resultados servirán de base para definir "estrategias tendentes a aumentar la participación en este tipo de programas, lo que contribuirá a alcanzar a largo plazo los beneficios esperados del cribado", señala Mercedes Vanaclocha. Además, permitirán "redirigir las acciones a grupos poblacionales específicos", añade Ana Molina. Las conclusiones del estudio han sido recogidas en el artículo "Factors influencing participation in colorectal cancer screening programs in Spain" y publicados por la prestigiosa revista científica Preventive Medicine.