Un estudio de la Universidad de Stanford ha dejado al descubierto un potencial nuevo uso de las células madre pluripotentes inducidas (iPSCs). Joseph Wu, Director del Instituto Cardiovascular de la citada universidad, afirma que la base racional de este enfoque radica en que las iPSCs exhiben una inmadurez similar a ...
Un estudio de la Universidad de Stanford ha dejado al descubierto un potencial nuevo uso de las células madre pluripotentes inducidas (iPSCs). Joseph Wu, Director del Instituto Cardiovascular de la citada universidad, afirma que la base racional de este enfoque radica en que las iPSCs exhiben una inmadurez similar a la de las células cancerosas. Por tanto, inyectar iPSCs previamente inactivadas para evitar su proliferación incontrolada puede ser una estrategia segura para exponer al organismo a una amplia variedad de antígenos tumorales, indica el investigador.
Para generar las iPSCs, los científicos sólo necesitan recolectar células de tejidos de fácil acceso, como la piel o la sangre, y desdiferenciarlas. El rasgo distintivo de estas iPSCs es su capacidad de formar teratomas, un tipo de tumor compuesto por diferentes tipos celulares. En la comparación del patrón de expresión génica entre estas iPSCs y las células cancerosas convencionales los investigadores hallaron proteínas de superficie comunes a ambas. Las IPSCs irradiadas, para evitar que formen teratomas, fueron inyectadas una vez a la semana durante 4 semanas en ratones, periodo tras el cual los animales recibieron un xenotrasplante de células humanas de cáncer de mama. Mientras que en el grupo control el tumor creció de manera robusta, en el vacunado el crecimiento fue mucho más lento. El efecto terapéutico fue manifiesto en 7 de los 10 ratones, en 2 de los cuales el tumor fue completamente rechazado. Resultados similares fueron obtenidos en modelos de melanoma y mesotelioma.
Aunque las aplicaciones de las iPSCs son bien conocidas en el campo de la medicina regenerativa, nunca antes se había planteado el concepto de vacunar a un individuo con sus propias iPSCs, a fin de preparar al sistema inmunitario frente a un futuro cáncer.