Investigadores de la Universidad Técnica de Braunschweig han estudiado por primera vez el impacto que sobre el cerebro tienen tanto las infecciones por virus gripales neurotrópicos (H7N7) como no neurotrópicos (H3N2). El estudio muestra que ambos tipos de virus reducen el número de espinas dendríticas neuronales en el hipocampo, más ...
Investigadores de la Universidad Técnica de Braunschweig han estudiado por primera vez el impacto que sobre el cerebro tienen tanto las infecciones por virus gripales neurotrópicos (H7N7) como no neurotrópicos (H3N2). El estudio muestra que ambos tipos de virus reducen el número de espinas dendríticas neuronales en el hipocampo, más allá de la fase aguda de la infección.
La reducción se mantuvo a los 30 días, requiriéndose 120 días para el completo restablecimiento de estas estructuras. La pérdida de espinas dendríticas se asoció a un incremento de la activación de la microglía, así como a una reducción de la capacidad de formar memorias espaciales y de la potenciación a largo plazo, un indicador del estado de la memoria. El análisis del transcriptoma a los 18 días de la infección con H3N2 o H7N7 reveló un incremento de la regulación en la expresión de genes relacionados con la neuroinflamación. En el caso del H7N7, a los 30 días se constató el mismo efecto en genes relacionados con las alteraciones estructurales observadas en las dendritas.
Martin Korte, director del estudio, afirma que los hallazgos son sorprendentes, ya que la cepa H1N1, que afecta de forma aguda al número de espinas dendríticas y al aprendizaje mediado por el hipocampo, no mostró tener impacto crónico alguno.