Publicidad
Publicidad

Evitar las comorbilidades, uno de los retos en el abordaje del paciente con VIH

Expertos participantes en la reunión “VIH ES: Ir más allá de la indetectabilidad”, organizada por Gilead, coinciden en que lograrlo es  posible utilizando fármacos innovadores, eficaces, con menor toxicidad y en un solo comprimido.

20/04/2018

Hoy en día y con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general. No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de sufrir comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad, lo que ...

Hoy en día y con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general. No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de sufrir comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad, lo que significa que ayudar a conservar la salud a largo plazo debería ser la máxima prioridad a la hora de adoptar decisiones sobre tratamientos. Esta es una de las principales conclusiones de la reunión VIH ES: Ir más allá de la indetectabilidad, organizada por Gilead en Bilbao.

Expertos en VIH han debatido sobre las nuevas estrategias para mejorar la atención y la calidad de vida de pacientes con esta patología, 5.848 en el País Vasco, un 7% del total de España (86.663). En el año 2016, de los 3.353 casos de nuevas infecciones por VIH, el 5% (157) fueron en esta Comunidad. Por ello, a lo largo de la sesión, además de las comorbilidades y las necesidades médicas no cubiertas en el abordaje actual de esta patología, se abordó la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz.

El 44% de los nuevos infectados en el País Vasco han sido hombres que han mantenido relaciones sexuales con hombres, el 43% han sido por relaciones heterosexuales y el 6% por personas que se inyectan drogas. Los asistentes a la reunión subrayaron además que el perfil del paciente VIH está cambiando: cada vez nos encontramos con pacientes con una edad media mayor y que se enfrenta a nuevas necesidades.

En este sentido, es importante reflexionar sobre cómo se puede ir más allá del control virológico y abarcar las diferentes situaciones a las que se enfrenta el paciente. Esto obliga a considerar la infección por VIH desde una nueva perspectiva, teniendo en cuenta que actualmente se ha convertido en una enfermedad con aspectos a destacar: su evolución es crónica, hay un aumento de la supervivencia y tiene un carácter de enfermedad inflamatoria sistémica que conlleva a la afectación multiorgánica con diferentes comorbilidades, a la aparición de neoplasias no definitorias de SIDA y al envejecimiento prematuro de los pacientes.

A medida que los pacientes con infección por VIH envejecen, determinadas comorbilidades como la diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, eventos cardiovasculares, osteoporosis y disfunción renal son más prevalentes. Asimismo, diversos síndromes geriátricos como la fragilidad o el deterioro cognitivo pueden aparecer a partir de la séptima década de la vida.

Evitar las comorbilidades en el VIH puede ser posible utilizando fármacos innovadores, eficaces, con menor toxicidad y en un solo comprimido que contiene el régimen antiretroviral completo. En la actualidad, la triple terapia, régimen preferente en todas las guías nacionales e internacionales, es el tratamiento de referencia para el VIH ya que ha mostrado una mayor eficacia y durabilidad en la supresión virológica.

En palabras de la Dra. Josefa Muñoz, del hospital universitario de Basurto en Bilbao, "gracias al tratamiento antirretroviral, la infección por VIH se ha convertido en una enfermedad crónica y la supervivencia de los pacientes ha ido aumentando en los últimos años. Debemos fomentar estilos de vida saludables previniendo y abordando de forma multidisciplinar las comorbilidades que se presentan en estos pacientes. La co-infección por el virus de la hepatitis C, por ejemplo, ya ha sido abordada y la mortalidad por esta causa ha disminuido. Aun así, la estigmatización y discriminación de los pacientes con VIH persiste".

"Los diagnósticos tardíos por VIH a nivel nacional y en nuestra comunidad siguen siendo altos y afectan fundamentalmente a las personas que han adquirido la infección por vía heterosexual. Su abordaje es un importante desafío pero contamos con estrategias que pueden permitir el diagnóstico precoz y disminuir la incidencia de nuevas infecciones", ha comentado la doctora Muñoz.

Durante la jornada los especialistas han señalado que la supresión virológica por sí sola no significa estabilidad clínica y se debe evaluar el impacto a largo plazo del VIH y los efectos no deseados de los antirretrovirales (ARV) cuya relación beneficio-riesgo, en la actualidad, se considera aceptable.

Esta jornada ha contado con la participación de la Dra. Josefa Muñoz Sánchez, del hospital universitario Basurto de Bilbao; el Dr. Antonio Antela López, del complejo hospitalario universitario de Santiago; Dña. Asunción García Gonzalo, del hospital Galdakao-Usansolo; el Dr. Francisco Javier Rodríguez Arrondo, del hospital universitario Donostia de San Sebastián; el Dr. Jordi Blanch Andreu, del hospital universitario Clínic de Barcelona; la Dra. María José Fuster Ruíz de Apodaca, de SEISIDA en Madrid; y Dña. Udiarraga García Uribe, de la organización Itxarobide de Bilbao.

Publicidad
Publicidad