2.500 asistentes, 200 actividades científicas y 2.000 comunicaciones aceptadas. Estas son las cifras del XXXVIII Congreso de la semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) que se está celebrando del 10 al 12 de mayo en Barcelona. Son unas cifras que demuestran la importancia de un congreso que, tras nueve años, vuelve a la Capital Condal, y que lo hace con dos objetivos claros: formar y actualizar conocimientos, por una parte, y reivindicar el papel de la Medicina Familiar y Comunitaria.

En un auditorio lleno, Antoni Sisó, presidente de la CAMFiC, sociedad invitada del congreso, ha dado la bienvenido a "los defensores de los pacientes", que no son, ni más ni menos, que los médicos de familia. Sin embargo, a renglón seguido, ha recordado que la especialidad vive uno de los momentos más inciertos. Uno de ellos, y quizá el más cuantificable, el número de plazas MIR de la especialidad, "que en 1996 equivalían al 42% de las plazas totales MIR y que este año, ha equivalido a tan solo el 27%". Y es que en 22 años no se ha incrementado el número de plazas para Medicina de Familia, pero sí que lo han hecho el número de plazas totales (de 4.400 a 6.600).

Importancia en esta crisis, según Sisó, también tienen el bajo ratio de médicos, que es de tan solo 7,6 frente a los 9,7 de Europa por cada 10.000 habitantes; el RD 16/2012 que excluye a los inmigrantes indocumentados de la asistencia sanitaria, "y que ha hecho que aumentase la mortalidad en un 15% en este colectivo"; la poca presencia en las universidades, con tan solo 15 créditos de los 330 totales; y la poca investigación que se realiza en Atención Primaria. En este sentido, ha recordado el presidente de la semFYC que "seguimos siendo la Cenicienta de nuestro entorno" y que hay que generar, financiar y proteger la generación de conocimientos.

A pesar de ello, Sisó se ha mostrado optimista y ha asegurado que la especialidad tiene futuro, pues "queda mucho para que los robots puedan procesar incertidumbre, asertividad, consolar, empatiza, mirar a los ojos y emocionarse con el paciente, es decir, cosas que hacen el médico de AP". A renglón seguido, ha destacado la importancia de "crear vínculos de confianza con los pacientes, compartiendo con ellos las decisiones y acompañándolos en la incertidumbre y durante todo el camino".

Por todo ello, desde la semFYC apuestan por dotar a la especialidad de mayor autonomía, "participando de manera activa en la gestión de los centros de salud, con los recursos necesarios y con el objetivo de promover la calidad de nuestra práctica que nos permita crear un vínculo de confianza con el paciente".

Por su parte, Yolanda Ortega, Coordinadora del Comité Organizador del Congreso, y Albert Casasa, Coordinador Científico del Congreso, han hecho una presentación a dúo en la que han destacado la juventud del mismo, "siendo casi la mitad de los congresistas, residentes", y la visión transversal de la docencia y la investigación. Para ello, el Congreso se ha dividido en tres itinerarios temáticos: Avanzando en la mejora de la Atención Primaria; Tecnologías: de la teoría a la práctica, y Buenas prácticas.

Los dos coordinadores, también, han recalcado que "la fuerza que sustenta el sistema es la Atención Primaria", por lo que desde el Congreso se marcan como objetivo, no solo formar, sino también poner a la especialidad en el foco de debate.

A su vez, el presidente de la semFYC, Salvador Tranche, ha recordado que "los líderes debemos ser nosotros", para luego añadir que "somos una especialidad poco prestigiada, pero vislumbramos un espacio para la esperanza, con experiencias atractivas que se van haciendo poco a poco".

El acto de inauguración ha concluido con la charla del cap de colla de los Castellers de Vilafranca, Antoni Bach, quien ha explicado la importancia del trabajo en equipo en los castellers, pero también en la sociedad.