Con la Marcha Imperial de Star Wars de fondo, el sábado la semFYC ponía punto y final a tres días de congreso que han llenado los pasillos y las salas del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona. Un Congreso marcado por la juventud de los asistentes y que ha servido para demostrar la fuerza de la Medicina Familiar y Comunitaria.

Era un acto para entregar los premios a las mejores comunicaciones del congreso, los premios semFYC y las Becas de Investigación, pero se convirtió en un evento para premiar a todos y cada uno de los médicos de la especialidad.

Así, Cristian Llàcer, especialista en MFyC y director de la compañía de teatro de la Facultad de Medicina de la UB La Piscifactoria, fue el encargado de felicitar al `sistema médico galáctico de los médicos de la semFYC´ por "ser unos campeones en manejar la incertidumbre; en manejar la responsabilidad; por ser el soporte del sistema, pero sobre todo de las personas; por conocer nuestros límite y saber dónde acudir cuando se traspasan; por nuestra curiosidad; por estar en primera fila de la vida de la gente; por tener mucha paciencia; por luchar por nuestra profesión; por la reivindicación de un sistema mejor, de un sistema no tan hospitalocentrista; por nuestras reivindicaciones sociales; por apostar por la investigación y el prestigio profesional y personal, pero, sobre todo, por el amor que tenemos a nuestra vocación y a nuestra profesión, y por las ganas de seguir formándonos".

Tras este primer momento emotivo, llegó la hora de hacer entrega de los premios. El primero, el lema que anime a dejar de fumar, que será el eslogan para la Semana sin humo de 2019, contó con 150 propuestas, pero al final el escogido fue "Recupera la respiración". A continuación, se entregó el premio al Mejor Caso Clínico. En esta edición, de los más de 1.550 que se recibieron, se aceptaron 1.435. De entre ellos, "El secreto de un dolor abdominal crónico" se coronó como el mejor. El primer Premio para la Mejor Experiencia recayó en "Interpretación automatizada de la espirometría en la consulta de atención primaria: la app espiro"; la Mejor Experiencia Docente, "Trabajar sobre las recomendaciones del no hacer"; Mejor Proyecto de Fin de Residencia, categoría nueva este año para hacer visible y potenciar la investigación en el entorno formativo de la especialidad, fue para "Intervención multifactorial para prevenir el desarrollo de fragilidad en prefárgiles de edad avanzada"; el Mejor Proyecto de Investigación fue el de "Eficacia de una intervención de formación y la implementación de una alerta electrónica en la historia clínica informatizada para mejorar el diagnóstico precoz de VIH y otras infecciones de transmisión sexual en Atención Primaria; un ensayo clínica aleatorizado", por entroncar de una manera tan directa con la salud pública y comunitaria.

Yolanda Ortega, coordinadora del Comité Organizador, y Albert Casasa, coordinador del Comité Científico, entregaron el premio al Mejor Trabajo de Comunicación. "En este Congreso, hemos intentando empatizar con vosotros, dando respuesta a las inquietudes. Hemos tenido actualizaciones, debates, casos clínicos, habilidades en gran formato. Hemos dejado espacio para la docencia y la investigación, claves para el futuro. No nos hemos olvidado de los clásicos tampoco. Más de 100 actividades. Esperamos que hayáis encontrado espacios que os hayan motivado". "La piña de los médicos de familia es fuerte, robusta y bien construida. Podemos mover el mundo con ella", destacaron, para luego anunciar que el Primer Premio a la Comunicación de Investigación fue para "El nuevo cuestionario CATDRISC (Catalan Diabetes Risk Score) aumenta el rendimiento del más difundido (FINDRISC) para predecir a 10 años la incidencia de la diabetes en Atención Primaria".

También hubo tiempo para conocer los ganadores de las Becas de Investigación para tesis doctorales Isabel Fernández, que este año han pasado de tres a seis; el Premio a la Labor Docente en Medicina de Familia, que fue para Roger Ruiz; el Premio a la Labor Investigadora en Medicina de Familia, que fue para Josep Lluis Piñol, a título póstumo; el Premio a la Labor Universitaria en Medicina de Familia, para Verónica Casado; el Premio Labor Innovadora en Medicina de Familia, para María Ángeles Maynar; el Premio José María Segovia de Arana a la Trayectoria Profesional, para Miguel Melguizo.

Finalmente, Salvador Tranche, presidente de la semFYC, dio paso a Rocío Moreno, vicepresidenta de la SAMFyC, y a David Godoy, presidente del Comité Organizador del XXXIX Congreso semFYC, que se celebrará en Málaga del 9 al 11 de mayo de 2019. "Llegar al nivel de este congreso será complicado, pero lo intentaremos. Tenemos un hándicap, y es que sea con nuestros propios recursos. Los recursos están aquí; esto es lo que tenemos que usar. Con este esfuerzo, dedicación y entusiasmo, saldrá adelante", destacó Godoy, y prosiguió: "Os animo a que lo publicitéis, que eso es lo que hará que el congreso se llene de emoción. Os vais a encontrar un congreso luminoso, que es lo que hemos querido transmitir: la imagen de que tenemos, en nuestra especialidad, dos palabras tan bonitas como son familia y comunidad. Por eso, hemos apostado por ese lema: Con la familia y su comunidad", concluyó.