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Sefac propone que la atención farmacéutica domiciliaria sea concertada por los COF

La sociedad científica lanza su propuesta para esta prestación en su VIII Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios ante representantes de la Administración valenciana, de médicos y de pacientes.

26/05/2018

Sefac presentó este viernes su propuesta sobre atención farmacéutica domiciliaria en el contexto de su VIII Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, en un debate profesional que contó con la colaboración de Cofares. Vicente Javier Baixauli Fernández, farmacéutico comunitario en Mislata (Valencia), vicepresidente de Sefac y vocal del comité organizador del Congreso, ...

Sefac presentó este viernes su propuesta sobre atención farmacéutica domiciliaria en el contexto de su VIII Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, en un debate profesional que contó con la colaboración de Cofares.

Vicente Javier Baixauli Fernández, farmacéutico comunitario en Mislata (Valencia), vicepresidente de Sefac y vocal del comité organizador del Congreso, desgranó la propuesta. "Es el fruto de una evolución. El farmacéutico ha de ocuparse de los pacientes y salir de la farmacia", comenzó. Explicó que hy una realidad en lo que a envejecimiento de la población se refiere. De hecho, "ya tenemos lo que se llama el fenómeno del envejecimiento del envejecimiento". Afirmó que, por ejemplo, se va a triplicar casi el número de personas mayores de 80 años. "Actualmente, nuestro sistema, tanto social como sanitario, tiene una serie de recursos que nos permite satisfacer las necesidades que hay alrededor. Tendrá una gran importancia la atención a estos pacientes", manifestó. Defendió que necesitamos recursos sanitarios para el problema del envejecimiento. De acuerdo con sus palabras, la atención domiciliaria farmacéutica es la prestación de un servicio que se debe hacer dentro de un programa de atención domiciliaria a pacientes que, por su condición socio-sanitaria, dejan de acudir a la farmacia. No pueden desplazarse y por eso los farmacéuticos han de desplazarse para mejorar la calidad de vida del paciente. En ese sentido, los objetivos principales son prevenir la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. Satisfacer las necesidades farmacoterapéuticas del paciente y mejorar la adherencia son dos de los objetivos específicos. "No hay residencias para todos y no toda la gente quiere ir a una residencia. Por eso, hay que contribuir a los cuidados paliativos", dijo.

Vicente Javier Baixauli Fernández.

Además, están los cuidadores, "aquellas personas a las que les facilitas las actividades diarias". Estos cuidadores tienen una demanda de información sobre los medicamentos utilizados. La farmacia debe cumplir, para brindar atención farmacéutica domiciliaria, el tener una autorización administrativa. También se precisa, según la propuesta presentada: recursos humanos, recursos temporales, recursos materiales y proximidad. "La proximidad es uno de los criterios principales para la asignación de farmacias a los pacientes", indicó. La atención farmacéutica domiciliaria requiere asimismo de desarrollos y cambios normativos en la legislación farmacéutica autonómica que doten de seguridad jurídica a los farmacéuticos comunitarios. Valencia es la única comunidad autónoma que la está desarrollado por el momento, según Baixauli Fernández.

Los requisitos del farmacéutico que citó fueron: vinculación laboral del farmacéutico con la farmacia autorizada, responsabilidad, actuación profesional, formación, actitud para ayudar a los problemas, aseguramiento e identificación. Igualmente, se necesita un protocolo de cómo ha de ser desarrollarse la atención farmacéutica domiciliaria, que Sefac ha diseñado. Hay una solicitud inicial del paciente, se ve si cumple los criterios, se le introduce en el programa, se da el consentimiento informativo y se le asigna una farmacia. Después, hay una primera reunión del equipo de atención domiciliaria para coordinar la prestación. Hay una visita inicial al domicilio, en la que se prestan una serie de servicios que son básicos para evaluar el estado desde el punto de vista terapéutico del paciente. Se revisará botiquín, el uso de medicamentos, de la farmacoterapia y se dará asesoramiento nutricional, se determinarán los parámetros y se hará una provisión de información farmacoterapéutica. Se hará un informe de valoración farmacéutica y se seleccionarán los servicios profesionales a brindar. Luego se harán visitas sucesivas a domicilio prestando los servicios necesarios. Esto generaría una serie de informes y registros con reportes de calidad hasta que se dé de baja el servicio.

Respecto a la retribución, "para mayor garantía de transparencia", Sefac propone que sea concertada (indicando las condiciones para la prestación, facturación y forma de pago y cobro) por los colegios profesionales con la Administración sanitaria o los proveedores de asistencia sanitaria. Dado que las necesidades farmacoterapéuticas de los pacientes pueden ser diferentes, en función de los servicios profesionales farmacéuticos prestados, cada servicio debería ser retribuido de forma individual.

Por otro lado, remarcó que la situación demanda la colaboración con otros profesionales sanitarios. La interdisciplinariedad del equipo de atención domiciliaria permite abordar la problemática del paciente con una visión holística a la vez que especializada.

Tras la propuesta, se llevó a cabo un debate moderado por Jesús Carlos Gómez Martínez, farmacéutico comunitario en Barcelona, vicepresidente del comité organizador del Congreso y presidente de Sefac, que hizo hincapié en que ésta es una propuesta inicial que Sefac propone para debatir. Jesús Larruga Riera, jefe del Servicio de Prestación Farmacéutica y Dietoterapéutica de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Comunitat Valenciana, consideró, desde el punto de vista de la Administración autonómica, que estos proyectos son positivos. A su parecer, el farmacéutico es, tras el paciente, el "héroe" de este tipo de programas. Admitió que la dificultad que hay es la conexión del farmacéutico con el sistema. Sostuvo que "la relación directa con el paciente puede ser una buena entrada".

De izda. a dcha.: Vicente Javier Baixauli Fernández, Alejandro Toledo Noguera, Fe Ballestero Ferrer, Jesús Carlos Gómez Martínez, Tomás Castillo Arenal, José Luis Llisterri Caro y Jesús Larruga.

A José Luis Llisterri Caro, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), le pareció un plan "muy aceptable". Matizó que la propuesta del modelo es atractiva y fácil de implantar, siempre y cuando se tenga en cuenta los cuatro agentes que deben intervenir: "La Administración, que debe asignar los recursos necesarios para este cambio de paradigma en la atención al paciente crónico; el médico y el farmacéutico, que deben colaborar con foros de información comunes; los pacientes, a través de las asociaciones de pacientes para que haya una comunicación adecuada y se luche contra la falta de adherencia; y la compañía farmacéutica, porque debe de haber un compromiso de informar sobre la toma correcta de los medicamentos, para un uso correcto de los medicamentos". Con los cuatro elementos clave, esto podría ser viable.

Alejandro Toledo Noguera, vicepresidente 1º de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, reflexionó sobre que hay una cosa pendiente que es "el cambio de modelo de colaboración público-privada". "Hay que preguntarse si la queremos o no y, si la respuesta es afirmativa, hay que hacerlo bien. Los pacientes lo que queremos es recibir la misma calidad de lo público y de lo privado", rumió. Del mismo modo, alegó que, si la farmacia es un agente de salud, hay que hacer "un cambio de imagen, de la percepción de la ciudadanía de lo que es la farmacia" como negocio. Reclamó que los pacientes deben colaborar en este proceso. Tomás Castillo Arenal, presidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, aclaró que su propuesta es la de convertir la farmacia en un lugar en el que los pacientes puedan informarse y formarse. "Los pacientes necesitamos la cercanía de los farmacéuticos y profesionales para controlar una enfermedad crónica que a veces no nos permite salir de casa. La farmacia comunitaria debe salir del mostrador, crear espacios en los que podamos hablar con discreción. La adherencia al medicamento tiene mucho que ver con que podamos participar en las decisiones terapéuticas", alegó. Apuntó a que este paso que se da de atención farmacéutica domiciliaria es "un paso a aplaudir", pero que hay que ir a un modelo en el que los pacientes sean más protagonistas. Gómez Martínez le espetó que se está apostando por espacios de atención personalizada, como demostraba que hubiera uno en el escenario de la sala principal del Congreso. Fe Ballestero Ferrer, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, aseguró que no hay duda de que los farmacéuticos sean agentes de salud. Ratificó que el farmacéutico comunitario es "el profesional sanitario más próximo al paciente" y que incluso "es el único en municipios muy pequeños".

Gómez Martínez alabó el modelo de distribución farmacéutico. Eduardo Pastor, presidente de Cofares, respondió, a sus preguntas, que el modelo de distribución pertenece a los farmacéuticos y que podría ser "un valor añadido" a la atención farmacéutica domiciliaria garantizando que el medicamento llegue al paciente.

Eduardo Pastor (en el centro).

Por último se leyó un decálogo para implementar la atención farmacéutica domiciliaria, que fue votado punto por punto por el auditorio, y aprobado, y comentado por los presentes:

1.- La atención farmacéutica y su prestación a través de los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales (SPFA) es un derecho de todos los ciudadanos, por lo que no se debe excluir a aquellos que no pueden desplazarse a una farmacia comunitaria (FC) a recibirla.

2.- La atención farmacéutica domiciliaria (AFD) es la prestación de servicios profesionales en el domicilio a aquellos pacientes que por su condición sociosanitaria no pueden acudir a la farmacia comunitaria (FC) para recibirlos. Estos SPFA se prestarán desde la farmacia comunitaria por el farmacéutico en el ámbito de un programa de atención domiciliaria (AD) favoreciendo así la continuidad asistencial.

3.- Los objetivos principales de la AFD son prevenir la enfermedad, mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes a través de la gestión de la farmacoterapia y los servicios de salud pública, en coordinación con el resto de profesionales sanitarios y sociales.

4.- La FC, por su capilaridad, cobertura, disponibilidad y accesibilidad es un establecimiento sanitario que en coordinación con el resto de servicios sociosanitarios públicos y privados puede prestar los SPFA que la población necesita en el marco de programas de AFD.

5- El farmacéutico comunitario, por sus competencias profesionales y su relación continuada con la población, es el profesional idóneo para prestar la AFD a pacientes, crónicos polimedicados, dependientes, frágiles y/o terminales.

6.- Las farmacias comunitarias que provean AFD deben estar acreditadas e incluidas en un programa de AD, contar con el suficiente personal facultativo formado capacitado específicamente en los SPFA que se pretenden prestar, así como disponer de las instalaciones y equipamiento específicos durante su horario de apertura, tanto en la propia farmacia como en el domicilio del paciente.

7.- La inclusión de un paciente en un programa de AFD y su asignación a una FC de referencia debería tener en cuenta la elección del paciente y su nivel de autonomía y dependencia, así como la disponibilidad y capacidad del cuidador, y establecerse por la entidad proveedora de la asistencia sociosanitaria y regirse por criterios sociales, sanitarios y de proximidad.

8.-La prestación de SPFA incluidos en la AFD y su periodicidad variarán en función de las necesidades farmacoterapéuticas del paciente y no incluirán la venta de productos ni favorecerán prácticas espurias.

9.-Las nuevas tecnologías de la información deben formar parte de la prestación de la AFD para facilitar la comunicación con el paciente, compartir la información con los profesionales y las entidades proveedoras de asistencia sanitaria y mejorar la eficiencia de los procesos asistenciales.

10.- La AFD es una prestación habitual en otros países sobreenvejecidos que genera una mejora en el uso racional del medicamento, y se lleva a cabo de forma complementaria a las que prestan al paciente otros profesionales sanitarios y sociales en su domicilio.

FOTO PRINCIPAL: De izda. a dcha.: Fe Ballestero Ferrer, Jesús Carlos Gómez Martínez, José Luis Llisterri Caro y Jesús Larruga.

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