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Más del 40% de los españoles menores de 65 años tiene déficit de vitamina D

Con el fin de abordar esta problemática, Laboratorios Gebro Pharma ha organizado una jornada en la que se ha recordado que la falta de este nutriente en adultos puede aumentar el riesgo de sufrir osteoporosis, osteomalacia y fracturas, mientras que en niños puede causar raquitismo y afectar al crecimiento.

05/06/2018

España es uno de los países europeos donde disfrutamos de más horas de sol al día. No obstante, recientes estudios médicos revelan que más del 40% de los españoles menores de 65 años y más del 80% de la población sénior sufren déficit de vitamina D en su organismo. Un ...

España es uno de los países europeos donde disfrutamos de más horas de sol al día. No obstante, recientes estudios médicos revelan que más del 40% de los españoles menores de 65 años y más del 80% de la población sénior sufren déficit de vitamina D en su organismo. Un porcentaje muy elevado, más si tenemos en cuenta que este nutriente se obtiene por la exposición solar (90%) y, en segundo lugar, de algunos alimentos básicos (10%).

Coincidiendo con la llegada del buen tiempo, Laboratorios Gebro Pharma ha organizado una jornada Gebro Health Talks para abordar esta problemática, en el que han participado el Dr. Josep Blanch, jefe de sección del Servicio de Reumatología, coordinador de la Unidad de Metabolismo Óseo del Hospital del Mar y presidente de la SEIOMM (Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral), y Núria Fernández, nutricionista del Club Metropolitan Iradier. Además, Laura Veraguas, Head Chef del Club Metropolitan Iradier, ha ofrecido una degustación de dos platos ricos en vitamina D diseñados especialmente para la ocasión.

La vitamina D (calcifediol) es un nutriente básico para la salud de los seres humanos. Su función más importante es mantener los niveles sanguíneos adecuados de calcio y fósforo, necesarios para la normal mineralización ósea, la contracción muscular, la conducción nerviosa y el correcto funcionamiento de numerosos procesos celulares y metabólicos.

El déficit de vitamina D tiene consecuencias importantes tanto en niños como en adultos. En lactantes y niños está estrechamente vinculado al raquitismo y en adolescentes puede propiciar un menor y retardado crecimiento. En adultos, aumenta el riesgo de perder volumen de estructura ósea, tendiendo a producirse episodios de osteoporosis por descalcificación, o también puede darse desmineralización ósea, lo que podría producir osteomalacia.

Por otro lado, también se cree que la vitamina D contribuye a un mejor estado de ánimo y en la prevención de enfermedades autoinmunes. No obstante, todavía no hay estudios concluyentes al respecto.

La realización de una analítica permite determinar la concentración de vitamina D en el plasma sanguíneo de una persona. Mayoritariamente, se acepta como nivel normal una 25[OH]D ≥30 ng/ml; nivel insuficiente entre los 30-20 ng/ml y nivel deficiente <20 ng/ml.

"Hay una discusión científica no cerrada sobre este tema. Desde la SEIOMM, escogemos como adecuado un valor mayor de 30ng/ml, ya que en este índice los niveles de la hormona paratiroidea (PTH), que es la encargada de controlar los niveles de calcio en el cuerpo, se mantienen estables", ha explicado el Dr. Blanch.

Dr. Josep Blanch, jefe de sección del Servicio de Reumatología, coordinador de la Unidad de Metabolismo Óseo del Hospital del Mar y presidente de la SEIOMM

Déficit de vitamina D en España

Actualmente existe un aparente déficit generalizado de vitamina D en los países industrializados, que se ha descrito como una pandemia con repercusiones en salud pública. Contrariamente a la idea extendida, en España también existe insuficiencia y deficiencia de vitamina D en todas las edades estudiadas y en ambos sexos, similar a la existente en todo el mundo, incluyendo regiones muy soleadas, y a la registrada en otros países de la cuenca del Mediterráneo con similares posibilidades de exposición al sol. Según recientes estudios médicos, más del 40% de los españoles menores de 65 años y más del 80% de la población sénior sufren déficit de vitamina D en su organismo.

Este dato se asocia a una baja exposición de la piel a la luz solar, principal fuente de vitamina D, y al hábito del uso de cremas fotoprotectoras, así como también a una dieta pobre en alimentos que contengan dicha vitamina. Existen también otros factores externos como las condiciones ambientales, sobre todo la elevada contaminación en las ciudades, y múltiples factores personales, como son la edad, el estilo de vida, el tipo de piel o el consumo de fármacos.

Fuentes de vitamina D

La principal fuente de vitamina D es el sol. Solo una pequeña parte proviene de la dieta, siendo relativamente pocos los alimentos que tienen de forma natural cantidades sustanciales de vitamina D.

Las principales fuentes nutricionales naturales son los ácidos grasos del pescado marino, siendo el salmón el más destacado, juntamente con el atún, la caballa y la sardina. También los moluscos, los crustáceos y derivados, y el aceite de hígado de bacalao. La yema del huevo, la mantequilla, el hígado y otras vísceras, aunque su consumo es escaso debido a su alto contenido en colesterol, y las setas, que también aportan cantidades de vitamina D, aunque en menor medida. Con todo, una buena opción para mejorar los niveles de vitamina D a partir de la dieta es consumir alimentos funcionales. Estos son alimentos básicos que la industria alimentaria enriquece con este nutriente. Los más comunes son la leche, la mantequilla, la margarina y los cereales de desayuno.

"A la hora de valorar si un alimento enriquecido es saludable o no, lo más importante no es qué vitaminas o nutrientes extra nos van a aportar, sino el perfil nutricional del producto base. Es decir, una galleta con harinas refinadas, azúcar y grasas de poca calidad no será más saludable por aportar vitaminas. Es muy importante tener esto claro", ha apuntado Núria Fernández.

Los suplementos farmacológicos también son una opción eficiente. En los últimos años, los suplementos dietéticos con vitamina D en su formulación se han vuelto más comunes y son consumidos más frecuentemente.

Consejos para mantener unos niveles óptimos de vitamina D:

  • Exponte más a la luz solar, pero siempre de manera controlada y evitando las horas de más intensidad.
  • Incluye en tu dieta más alimentos ricos en vitamina D. La mejor fuente natural es el pescado, principalmente el salmón, el atún, la caballa y la sardina. También los moluscos, crustáceos y derivados, y el aceite de hígado de bacalao. La yema de huevo y las setas también aportan cantidades de Vitamina D, aunque en menor medida.
  • También puedes optar por introducir productos alimenticios reforzados con vitamina D. Los más habituales son los productos lácteos como la leche, la mantequilla, la margarina y los cereales.
  • La cafeína puede interferir con los receptores de vitamina D e inhibir su absorción. Se recomienda no consumir en exceso productos como café, té y bebidas cafeinadas.
  • Por último, si no es posible obtener suficiente vitamina D por medios de la dieta, existen suplementos farmacológicos que se pueden tomar semanal, quincenal o mensualmente para ayudar en el mantenimiento de niveles adecuados.

FOTO PRINCIPAL. De izda. a dcha.: Dr. Josep Blanch, Jefe de sección del Servicio de Reumatología, Coordinador de la Unidad de Metabolismo Óseo del Hospital del Mar y Presidente de la SEIOMM (Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral), y Núria Fernández, nutricionista del Club Metropolitan Iradier. Además, Laura Veraguas, Head Chef del Club Metropolitan Iradier y Marcelo Guigini, Head of Medical Affairs en Gebro Pharma España

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