La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea (SETS) y la Fundación CAT-organismo de certificación de la calidad en transfusión sanguínea- se han sumado al Día Mundial del Donante de Sangre, celebrado el pasado 14 de junio. La fecha conmemora el nacimiento de Karl ...
La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea (SETS) y la Fundación CAT-organismo de certificación de la calidad en transfusión sanguínea- se han sumado al Día Mundial del Donante de Sangre, celebrado el pasado 14 de junio. La fecha conmemora el nacimiento de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco que descubrió los grupos sanguíneos A, B y 0.
Según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2016, el número total de donaciones de sangre registradas en España ascendió a 1.698.759, cifra ligeramente inferior a la del año anterior (2015). El número de donantes activos entre la población general fue de 25,41 por cada 1.000 habitantes. Esta cifra es suficiente para hacer frente a las necesidades actuales de suministro. Además, el 19% de estas personas fueron nuevos donantes. Las cifras de Europa están en consonancia con las de nuestro país: la media europea de donantes se sitúa en 22 por cada 1.000 habitantes y hay un 20% de donantes nuevos.
Para el Dr. José María García Gala, director técnico de la Fundación CAT (organismo de la SEHH y de la SETS), es muy importante ser constantes en la donación. "No sólo hay que ir a donar puntualmente con motivo de una campaña. Es fundamental tener el hábito de donar. La donación es un acto de responsabilidad social y, como tal, debe incorporarse a las actividades que se hacen de forma habitual. La donación no sólo tiene beneficios para los receptores, sino que también mejora la percepción que tenemos cada uno de nosotros mismos".
España cuenta con suficientes componentes sanguíneos para transfusión, pero es preciso continuar con el esfuerzo e incorporar a nuevos donantes de sangre. Por el contrario, "nuestro país es deficitario en hemoderivados, que son los productos que se obtienen del plasma. Para revertir este problema, se han desarrollado programas de donación de plasma". Precisamente, uno de los retos a los que se enfrenta el sistema español de donación de sangre es alcanzar la autosuficiencia en productos plasmáticos, porque el plasma se emplea en la obtención de albúmina, inmunoglobulinas y factor VIII.
Apoyo institucional
Según explica el director técnico de la Fundación CAT, el apoyo de la Administración señalando la necesidad insustituible de la sangre como tratamiento y el reconocimiento a los donantes es muy importante para mejorar los resultados en la donación de sangre. "Hay que aunar esfuerzos en la educación para fomentar el hacerse donante de sangre, con planes de actuación directos en colegios, institutos y universidades, y ayudar a difundir el mensaje en hospitales, empresas y otras entidades".
Los criterios para ser donante no han variado: persona mayor de edad que no supere los 65 años (aunque los donantes habituales pueden donar hasta los 70 años), buen estado de salud y ausencia de enfermedades contagiosas.
Certificación
En todo el proceso de donación de sangre es clave el papel de la Fundación CAT, que certifica que el proceso de donación y obtención de los diferentes componentes sanguíneos se realiza de acuerdo a la mejor evidencia disponible. Para ello, se dispone de unos estándares y un equipo de auditores que desarrollan su actividad profesional en el campo de la donación. "De esta forma, la certificación CAT tiene el valor añadido de estar a cargo de profesionales que conocen muy bien la actividad a auditar. Doce de los diecisiete centros de transfusión que hay en España contaban con la certificación CAT en 2017", detalla el Dr. García Gala.