En 2002, la realidad virtual se veía como algo muy lejana y ahora la tenemos disponible muy especialmente en medicina. Juan Gómez Rivas dio una conferencia este viernes en el 83 Congreso Nacional de Urología, organizado este año en Gijón, sobre nuevas tecnologías en Urología, concretamente sobre la impresión 3D ...
En 2002, la realidad virtual se veía como algo muy lejana y ahora la tenemos disponible muy especialmente en medicina. Juan Gómez Rivas dio una conferencia este viernes en el 83 Congreso Nacional de Urología, organizado este año en Gijón, sobre nuevas tecnologías en Urología, concretamente sobre la impresión 3D y la realidad aumentada. Dejó claro que "la tecnología ha venido para quedarse".
Por ejemplo, la impresión 3D tiene diferentes usos en cirugía. Uno de ellos se mueve en materia de planificación quirúrgica. Esto puede reducir costes y complicaciones. Se están realizando catéteres personalizados. También se utiliza en educación. "Todos hemos estudiado anatomía en 2D, pero nosotros somos 3D. Podemos generar entrenamientos 3D en cirugía mínimamente invasiva", expuso. La otra tecnología que abordó fue la de realidad aumentada, con un dispositivo que añade información adicional. Esto es utilizado ampliamente en tecnología militar, y muchos coches poseen un GPS que añade realidad virtual a lo que sucede realmente. Habló de las gafas Hololens, de realidad mixta, de Microsoft. La interacción con este dispositivo es con las manos. Puede ayudar a predecir vasos aberrantes y se pueden hacer cambios en la intervención. El Proyecto Esper está encaminado a aprender anatomía con realidad aumentada, "lo que entrega mejor comprensión". En urología, hay varios modelos de realidad virtual y aumentada. El Digital Rectal Examination es para que los estudiantes de Medicina aprendan a hacer un tacto rectal sin necesidad de molestar a pacientes.
¿Es esta tecnología segura? Gómez Rivas contestó afirmativamente. Esta tecnología es segura para tomar fotos, para conectarse con médicos fuera de la sala, para revisar la historia del paciente, para consultas las imágenes del TAC, etcétera. Además, es factible y cuenta con potencial de desarrollo en el campo de la urología.
De izda. a dcha.: Alberto Breda, Jesús Moreno, V. Chantada, E. Miguélez y Ana Loizaga.
Una mesa redonda fue sobre la aportación de la cirugía robótica al trasplante renal y la nefrectomía parcial, moderada por Jesús Moreno, y con Alberto Breda y Ana Loizaga como ponentes. Breda aseguró que la robótica aporta mucho a los trasplantes. "Hemos comprobado la funcionalidad renal inmediata a los 30 días. Si vemos las complicaciones de esta cirugía, son anecdóticas", anunció. Mencionó un estudio con 83 casos de 147 analizados que tienen un año de seguimiento. Muchos han llegado a los dos años de seguimiento. "La funcionalidad renal se mantiene. Y no se manifestaron complicaciones tardías", señaló. En abierto, subrayó que hasta un 35% de los pacientes desarrolla una hernia incisional que necesita tratamiento. Como en cirugía robótica el espacio es pequeño, cuanto más grande es el paciente, más fácil es de realizar. Entre sus conclusiones, el trasplante renal con robot es seguro, factible y reproducible. Hay una facilidad vascular (particularmente en vasos múltiples) y anastomosis uretral gracias a una mayor visión. Asimismo, puede convertirse en la técnica de elección en pacientes obesos y se da una baja tasa de complicaciones con mantenimiento funcional del injerto.
Por su parte, Loizaga, en nefrectomía parcial robótica, relató que las guías hablan de las ventajas en tiempo de isquemia. Aseveró que cualquier paciente prefiere una cirugía mínimamente invasiva. Respecto a la fluorescencia Firefly, apuntó que se pueden ver distintos patrones de vascularización. Se logra reducir el tiempo de isquemia de 17 a 15. Del control del hilio renal, lanzó unos trucos para evitar márgenes: exposición máxima del tumor, imágenes de alta calidad, cortar con tijera curva lejos del tumor, inspección próxima durante la resección, no manipular el tumor y considerar sólo el grasp, en endofíticos y quísticos disección más amplia y profunda y seleccionar enucleoresección. Lo prioritario es el control oncológico. La renorrafia no la recomendó siempre. Sí, cuando se ha afectado el sistema pielocalicial. ¿Moreno preguntó si hay limitaciones? Loizaga concluyó que "lo que eres capaz de hacer en cirugía abierta lo puedes hacer en robótica, con las facilidades que te ofrece ésta".
Anteriormente, en el plenario Richard Gaston había subrayado que, en España, el número de robots se ha doblado en dos años y que parece que se volverá a doblar en otros dos años. Aseguro que cada vez hay más intervenciones realizadas por robot y que es una cirugía de "centros especializados".
Federico Soria.
En otro momento del viernes, Federico Soria trató ENIUS, la red multidisciplinar europea para el estudio de stents urinarios. Incluye gente de la industria, investigadores preclínicos, especialistas de bioingeniería y urología, sociedades y pacientes. "Uno de los factores más importantes que tenemos en la red es la industria, que siempre va por otro lado. Y en esta red está incluida como partner", se enorgulleció. Los grupos de trabajo funcionan individualmente. El Grupo de Trabajo 2 aborda la simulación computacional, la biomecánica de fluidos y la biomecánica urinaria. El cuatro es el de biomateriales y recubrimientos, mientras que el cinco se encarga de los stents liberadores de fármaco a través de la nanotecnología. Remarcó que éste es un campo en el que hace falta mucho apoyo de la bioingeniería. Son 121 investigadores, ocho empresas., y está abierta. La meta es mejorar los catéteres.
FOTO PRINCIPAL: Juan Gómez Rivas.