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El primer documento para la validación farmacéutica del tratamiento oncohematológico ya es una realidad

Realizado por el Grupo de Farmacia Oncológica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria con el patrocinio de Boehringer Ingelheim, contribuye a conseguir el máximo beneficio clínico del paciente.

18/06/2018

Con el objetivo de garantizar la máxima efectividad y seguridad de los tratamientos dirigidos al paciente oncohematológico, el Grupo de Farmacia Oncológica de la SEFH (GEDEFO) ha elaborado el primer documento que permite la validación farmacéutica de la prescripción médica de este colectivo de pacientes. El documento, realizado con el patrocinio ...

Con el objetivo de garantizar la máxima efectividad y seguridad de los tratamientos dirigidos al paciente oncohematológico, el Grupo de Farmacia Oncológica de la SEFH (GEDEFO) ha elaborado el primer documento que permite la validación farmacéutica de la prescripción médica de este colectivo de pacientes.

El documento, realizado con el patrocinio de Boehringer Ingelheim, expone las principales recomendaciones para verificar que el tratamiento prescrito sea el adecuado en base a las condiciones clínicas del paciente. "La validación farmacéutica es la verificación clínica de la prescripción en relación con el protocolo terapéutico aprobado por la organización, el plan de tratamiento del paciente y sus características o parámetros individualizados. En este proceso, los farmacéuticos oncohematológicos aplicamos nuestro conocimiento para aumentar la seguridad del paciente, evitando errores y detectando sus necesidades de atención farmacéutica", explica la Dra. Irene Mangues, coordinadora de GEDEFO.

Por su parte, el Dr. Miguel Ángel Calleja, presidente de la SEFH, apunta que "los pacientes oncohematológicos requieren de una atención especial por parte de los profesionales de farmacia debido al proceso patológico y al perfil de seguridad que caracteriza su tratamiento", y en este sentido añade que "por primera vez, farmacéuticos líderes en este campo han puesto su experiencia a disposición del resto de centros hospitalarios a través de un documento inédito que persigue alcanzar el máximo beneficio clínico del paciente".

Prevenir errores para alcanzar el máximo beneficio clínico

El proceso de validación farmacéutica se inicia tras la prescripción del esquema antineoplásico y finaliza al emitir las órdenes de preparación y administración. "Este circuito incluye la validación de cualquier fármaco antineoplásico, de soporte o adyuvante y la identificación de todas las medidas necesarias para que se prepare y administre correctamente", señala la Dra. Mangues.

El documento aporta todos los parámetros que hay que consultar sobre la evolución del paciente y las recomendaciones de uso del medicamento prescrito, previamente y durante la utilización del medicamento. Asimismo, detalla aspectos relacionados con la prescripción, el estado funcional del paciente, el cálculo de las dosis atendiendo a parámetros específicos, la adecuación de la medicación de soporte y variables relacionadas con la seguridad y la adecuación de la administración a las limitaciones o necesidades del paciente, entre otros.

"Es preciso verificar tanto los fármacos antineoplásicos como la medicación de soporte para que el tratamiento no pierda eficacia y seguridad. También es fundamental proporcionar al paciente una información adecuada sobre los principales efectos a adversos, ayudándoles a reconocerlos y proporcionándoles recomendaciones para su correcto manejo", explica la Dra. Mª José Martínez, coordinadora de la Publicación. Asimismo, la experta también destaca "la adecuación de la administración a las necesidades y limitaciones como otros de los aspectos relevantes al realizar la validación de la prescripción farmacéutica".

Los procesos de validación farmacéutica de la prescripción médica permiten prevenir errores y detectar necesidades de atención farmacéutica relacionadas con estos esquemas de tratamiento, evaluarlos y tomar medidas que permitan corregirlos en el futuro, "algunos de ellos pueden ser la falta de adherencia al tratamiento antineoplásico oral, el manejo de toxicidades y las interacciones fármaco-fármaco, fármaco-alimento o fármaco-terapia alternativa", concluye la Dra. Mangues.

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