Con un total de seis compromisos nació en 2013 el IV Plan Andaluz de Salud que estará vigente hasta 2020. Entre sus principales retos se encuentran problemáticas que afectan en general al sistema de salud en España, como son reducir las desigualdades sociales en salud o gestionar el conocimiento y ...
Con un total de seis compromisos nació en 2013 el IV Plan Andaluz de Salud que estará vigente hasta 2020. Entre sus principales retos se encuentran problemáticas que afectan en general al sistema de salud en España, como son reducir las desigualdades sociales en salud o gestionar el conocimiento y la tecnología con criterios de sostenibilidad. Respuestas que son necesarias resolver más aún ante el progresivo envejecimiento de la población y los mayores niveles de necesidades –sobre todo en las personas dependientes–. Todo lo cual requiere la puesta en práctica de políticas en el ámbito de la Salud que contemplen este nuevo escenario social.
Envejecimiento femenino
En Andalucía el envejecimiento afecta especialmente a la mujer que vive en zonas rurales. Así, por ejemplo, el informe de desarrollo correspondiente a los años 2014-2016 del IV Plan constata la tendencia de crecimiento del aumento porcentual del grupo de mayores de 80 años en un 4,73%, así como el índice de envejecimiento en un 94,28%. Esto repercute especialmente en la tasa de dependencia, que en ese mismo periodo se sitúa en 51,04%.
Entre las causas se encuentran los efectos de una crisis económica que ha afectado a toda la CCAA planteando una realidad social más empobrecida y con mayores dificultades para obtener los recursos básicos, así como el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas de la vida de los andaluces. A ello se suma una tasa de desempleo que se sitúa entre las más altas del territorio español, que en marzo de 2018 suponía 24,7%, sólo por detrás de Ceuta, Melilla y Extremadura.
Desigualdades sociales
Todo ello provoca desigualdades también en el acceso a los servicios sanitarios y en las diferentes cotas de ingresos de cada individuo a su salud, lo que evidencia la necesidad de reforzar las iniciativas destinadas a la igualdad de acceso a los recursos del Plan de Salud. Así, por ejemplo, el ya citado informe de desarrollo del plan durante el periodo 2014-2016 destaca un mayor uso de los servicios de salud bucodental y visita al ginecólogo en los estratos con mayor nivel de estudios e ingresos, mientras que las personas que acuden más a las consultas médicas en los dos niveles asistenciales, se identifican con la población que tiene menor nivel de renta y de estudios.
No obstante, la evolución de las políticas puestas en marcha por el IV Plan en otros ámbitos como la deshabituación tabáquica y alcohólica, así como aquellas dirigidas a implantar mejores niveles de vida, presentan datos positivos. Entre los índices más destacados está el aumento de la actividad física regular tanto en hombres como en mujeres (de 26,8% en 2.011 a 38,0% en 2.016), a pesar de que el problema del sobrepeso sigue afectando a más de la mitad de la población andaluza.
Presupuesto
Que las diferencias socioeconómicas son un problema en Andalucía que influye directamente en la salud de los andaluces es un hecho evidente, y así lo recoge el presupuesto del IV Plan de Salud que destina una de las partidas más altas a reducir las desigualdades sociales en salud, en total 198.220.205 millones de euros en el período 2014-2016, seguida de otros compromisos como el de generar los activos en salud y ponerlos a disposición de la sociedad andaluza (que contó con 1.301.918 millones de euros) o el de situar el Sistema Sanitario Público de Andalucía al servicio de la ciudadanía con el liderazgo de sus profesionales (con 6.930.506 millones de euros).
En total, un presupuesto que en ese mismo periodo alcanzó 282.613.142 millones de euros que se materializaron en propuestas de salud, como la implantación de Planes Integrales de Salud –oncología, Obesidad Infantil o la promoción de la Actividad Física y la Alimentación Equilibrada-, el avance del Proyecto RELAS (Red de acción local en salud) o la Estrategia Al Lado (Alzheimer, Esclerosis Lateral Amiotrófica, EM Grave, entre otros).
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