El estudio HappyAudit3, presentado por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC) durante su último congreso de mayo, permitió analizar el pautado antibiótico en ocho comunidades autónomas sobre más de mil casos de faringitis y cerca de dos mil infecciones de tracto respiratorio inferior en adultos, y determinó ...
El estudio HappyAudit3, presentado por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC) durante su último congreso de mayo, permitió analizar el pautado antibiótico en ocho comunidades autónomas sobre más de mil casos de faringitis y cerca de dos mil infecciones de tracto respiratorio inferior en adultos, y determinó que el 70% de los antibióticos prescritos no eran necesarios y se habrían podido no prescindir si los médicos de familia dispusieran de pruebas de diagnóstico rápido de este tipo de enfermedades. Según Josep Maria Cots, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la SemFYC, "es fundamental que los médicos de familia puedan disponer de estos métodos de diagnóstico sencillos, relativamente baratos y con los que en tres o cuatro minutos te permiten saber si el paciente tiene infección bacteriana o no".
Diagnóstico en pocos minutos
En concreto, explica que las pruebas más habituales en AP para determinar la existencia de infección bacteriana son Strep-A, para las infecciones del tracto respiratorio superior, y PCR capilar, para las del tracto respiratorio inferior. La primera permite detectar el antígeno de Streptococcus del grupo A sobre una muestra de exudado faríngeo y "se empezó a utilizar en pediatría para casos de dolor de garganta y ahora ya se utiliza en adultos", comenta Cots. Refiere que el abordaje clínico tras su uso es muy sencillo, ya que en el caso de que el resultado del test sea negativo en infección bacteriana, "entendemos que es una infección por virus y no trataremos al paciente con antibiótico, y al contrario si el resultado es positivo".
Para las infecciones respiratorias bajas, "en aquellos pacientes que acuden al centro con tos, mucosidad y fiebre, síntomas de bronquitis, se les hace la prueba de sangre Proteína C Reactiva (PCR) para medir la cantidad de esta proteína producida por el hígado que se eleva cuando hay inflamación en todo el cuerpo", explica el doctor, quien especifica que "si ésta sale muy baja, es que hay poca inflamación y que el agente infeccioso es un virus, por lo que no se prescriben antibióticos, y al revés si sale alta". Recuerda además que el Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos (PRAN) hace hincapié en uso del Strep-A como "una medida muy eficaz para reducir la prescripción de antibióticos en el dolor de garganta, lo que nosotros llamamos faringitis o amigdalitis".
Abuso de antibióticos
Estima Josep María Cots que en España, los casos de pacientes que llegan a la consulta con dolor de garganta, tos y fiebre y se les receta un antibiótico ascienden a un 60%, un porcentaje altísimo, en su opinión, fruto de una situación generalizada de abuso de la prescripción de antibióticos. Y es que, tal y como dice, "a veces el médico de AP tiene dudas o carece de certeza ante unos determinados síntomas, de ahí que termine por recetar antibióticos. Sin embargo sabemos que la gran mayoría de los casos de dolor de garganta o tos en adultos se deben a virus".
En cambio, en otros países europeos como los países nórdicos, donde la prueba Strep-A está muy introducida, los médicos de familia no utilizan esta prueba en todos los casos. "Si un paciente acude a consulta con dolor de garganta, hay un protocolo clínico que orientará al facultativo sobre la necesidad de utilizar la prueba o no", recalca Cots.
Medidas de contención
Precisamente contar con un protocolo clínico es una de las medidas que podrían complementar perfectamente a las pruebas de diagnóstico rápido frente a las situaciones de abuso en la prescripción de antibióticos, según el coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la SemFYC. "El médico debe saber hasta dónde puede llegar para no dar antibiótico, y en este sentido la formación es muy importante", afirma. A su parecer, para conseguir que la situación mejore tienen que implicarse no sólo los médicos, sino también "la administración, haciendo campañas sobre uso y mal uso de antibióticos, los farmacéuticos y los propios pacientes, para que no pidan en la farmacia antibióticos, porque éstos sin receta no se pueden dispensar". Subraya que es necesario "concienciar a la gente de que cuando tenemos un catarro por virus no hay nada que lo pueda atajar más allá de lo que nos daban nuestras abuelas, sólo esperar que pase".
La prescripción diferida es otra medida más que destaca Cots para reducir "hasta un 30%" la prescripción de antibióticos. Supone que, ante la falta de certeza en un diagnóstico, se deja en manos del paciente el consumo del antibiótico previas indicaciones por parte del facultativo del tiempo que debe dejar pasar antes de hacerlo y sólo en caso de persistir los síntomas". "También supone que el paciente tiene la receta, pero no hará uso de ella si mejoran los síntomas de su cuadro clínico por su evolución natural", matiza.
Resistencia bacteriana
Hay que tener en cuenta que un uso correcto de los antibióticos supondría lógicamente un ahorro para el sistema nacional de Salud, pero el leitmotiv es otro tal y como recuerda Cots: "La situación de abuso de antibióticos no sólo perjudica al que los consume, sino también a su entorno al provocar resistencia en las bacterias". Al respecto cabe recalcar que, según la semFYC, el aumento de la resistencia a los antibióticos amenaza la eficacia de éstos ahora y en el futuro, puesto que en España alrededor de 2.500 muertes anuales se deben a infecciones resistentes y, en el año 2050, la cifra podría situarse en 40.000 si no se actúa decididamente sobre el problema. Josep María Cots añade que en España cada día muere gente en los hospitales a causa de algún germen multirresistente: "Estos gérmenes no son sensibles a los tres tipos de antibióticos que se aplican normalmente, por lo que, si se contraen, el riesgo de mortalidad es muy alto. Es algo muy frecuente en la UCI y en pacientes graves".
Aparte de las enfermedades respiratorias, la urinaria es la otra patología en la que también se da una prescripción excesiva de antibióticos. Sin embargo, en este caso en que el 90% de estas infecciones en la mujer se tratan con antibióticos, "es porque no tenemos una herramienta diagnóstica muy segura", sostiene el doctor, y propone mejorar el test para cambiar la situación.
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