Científicos de la Universidad de Graz han llevado a cabo un estudio aleatorizado que demuestra que la manipulación del microbioma intestinal modifica el comportamiento emocional y cognitivo. El ensayo incluyó voluntarios sanos a los que se administró un probiótico, placebo o ninguna intervención, durante 4 semanas. Mediante pruebas de resonancia magnética ...
Científicos de la Universidad de Graz han llevado a cabo un estudio aleatorizado que demuestra que la manipulación del microbioma intestinal modifica el comportamiento emocional y cognitivo. El ensayo incluyó voluntarios sanos a los que se administró un probiótico, placebo o ninguna intervención, durante 4 semanas.
Mediante pruebas de resonancia magnética funcional se constató que, al final de este período, los que recibieron el probiótico mostraron cambios en el patrón de activación cerebral en respuesta a tareas relacionadas con la memoria emocional y con la toma de decisiones emocionales. Estos cambios se acompañaron de sutiles modificaciones en el microbioma intestinal. El probiótico administrado contiene 9 cepas bacterianas liofilizadas diferentes y es manufacturado por una compañía holandesa.
Veronika Schöpf, directora del estudio, afirma que con anterioridad ya habían sido realizadas observaciones similares en animales de experimentación. Sin embargo, esta es la primera evidencia del impacto multidimensional de un probiótico en humanos, asevera la investigadora. Schöpf también cree que los hallazgos podrían sentar las bases para futuros estudios clínicos dirigidos a determinar el papel de los probióticos como terapia adjunta o alternativa en el tratamiento de los desórdenes relacionados con el estado de ánimo y la depresión.