La participación del Dr. Joan Palou, jefe de Servicio de Urología de la Fundació Puigvert y director de la Escuela Europea de Urología (European School of Urology-ESU), en el Congreso Nacional de Urología, en Gijón, fue sobre todo de potenciar las relaciones institucionales entre la Escuela Europea de Urología y ...
La participación del Dr. Joan Palou, jefe de Servicio de Urología de la Fundació Puigvert y director de la Escuela Europea de Urología (European School of Urology-ESU), en el Congreso Nacional de Urología, en Gijón, fue sobre todo de potenciar las relaciones institucionales entre la Escuela Europea de Urología y la Asociación Española de Urología (AEU).
Recuerda que, históricamente había un problema de idioma, porque los españoles apenas hablaban inglés. Esto, con el tiempo, ha ido mejorando. Las nuevas generaciones lo hablan más, y "ha aumentado el nivel de metodología científica y de publicaciones a nivel nacional". Este hecho permite que los que se encuentran en cargos directivos en la Asociación Europea de Urología (EAU, sus siglas en inglés) puedan promocionar a los profesionales españoles para que se impliquen en más actividades directivas o de colaboración directa.
El Dr. Palou, que fue galardonado hace unos meses con el Platinum Award 2018 de la revista European Urology, por su colaboración en su desarrollo y por sus aportaciones científicas, siendo el primer urólogo de nuestro país en obtenerlo, está especialmente involucrado en las guías europeas del tumor de vejiga. Destaca el papel de James N´Dow como director de la Guidelines Office Board. "Está haciendo muy buen trabajo para formar profesionales, para prepararles en `systematics reviews´ y para que entiendan lo que es la metodología científica en la elaboración de unas guías", indica.
Por otra parte, subraya todos los cursos que imparten urólogos europeos. "Ya hay urólogos españoles impartiendo estos cursos", matiza. Igualmente, en la Escuela Europea organizan Master Classes de un día y medio, en diferentes ciudades europeas, con cirugía y retransmisiones en directo. "Hemos ido incorporando españoles con nivel académico muy bueno, con buenas publicaciones, sobre temas específicos y que colaboran de forma activa. En Fundació Puigvert se organiza uno sobre la utilidad de las distintas energías láser útiles en urología y se hará otro de trasplante renal", informa. Precisamente, España es un país puntero en trasplante renal a nivel mundial.
En trasplante renal, ¿se está empezando a utilizar la robótica? Su respuesta es afirmativa. "La robótica se va instaurando poco a poco en la urología. Hay ciertas patologías en las que tiene un sitio importante. Nuestro centro, en 2005, fue el primero en tener robot Da Vinci en España. Llevamos más de 1.500 cirugías robóticas. Ha habido una implantación progresiva en diferentes campos. Primero, empezó en próstata. Luego, en vejiga y en tumor de testículo. Últimamente, con los trasplantes robóticos. Nuestro centro fue el primero en hacerlo en España", apunta. Lo hizo el Dr. Alberto Breda, jefe del trasplante renal. Realizan unos 100 al año y ya llevan más de 30 trasplantes renales robóticos.
Nuevas líneas de tratamiento
Le preguntamos sobre los avances más destacables en cáncer de próstata. El Dr. Palou responde que, aparte de la evolución de la cirugía robótica, ha cambiado buena parte de la práctica, de la praxis en la cirugía del cáncer de próstata. "Gracias al avance de la cirugía robótica, también ha mejorado la cirugía abierta y la laparoscópica. La robótica ha permitido ver mejor muchas estructuras anatómicas, que permite una mejor preservación de los nervios y de la uretra (continencia)", expone. Acaba con que "todos hemos aprendido de la robótica".
Añade que un campo que está en movimiento es el de todos los tratamientos del cáncer de próstata metastásico. En el metastásico, se están abriendo y evolucionando "nuevas líneas" de tratamiento con nuevos fármacos. De acuerdo con sus explicaciones, los tumores tienen cambios celulares y se puede actuar a diferentes niveles de la célula para mejor control y curación, hecho que conlleva del tumor una mejor respuesta y prolongar supervivencia. Comenta que hace 10-20 años se actuaba contra el cáncer de próstata sólo con tratamientos hormonales y que ahora se dispone de fármacos que están prolongando mucho más la supervivencia de estos pacientes.
¿Y cuando la enfermedad está localizada en la próstata? Afirma que, actualmente, "la problemática de tratar el cáncer de próstata es que no hay que tratar los cánceres que no van a matar al paciente". Algunos de los tumores son de lenta evolución y "hay mucha gente en la población mayor que tiene cáncer de próstata, pero que no va a morir del cáncer de próstata, que va a morir con su cáncer de próstata". En ese caso, lo importante es determinar qué población hay que emplear la vigilancia activa (no actuar y controlar).
"Entre la vigilancia activa, que es controlar, y el tratamiento radical como la prostatectomía, la braquiterapia o la radioterapia; podría haber un paso intermedio que es tratar focalmente la próstata para desplazar en el tiempo cuándo vamos a tratar a estos pacientes de forma más curativa, más agresiva, hecho que puede conllevar más efectos secundarios", reflexiona. Alega que éste es un concepto que, con el estudio mencionado, se ha demostrado y que tiene su sentido común. "Sabemos que el tumor es multifocal en un 70%. Si bien, si tenemos un foco, que es el foco mayor, y por biopsias no detectamos más, ni por resonancia magnética, podemos tratar esta lesión más grande para que tengamos un período libre de enfermedad de unos años. Si aparece otro foco o avanza la enfermedad, se puede replantear a posteriori una terapia más agresiva", razona. Sobre la terapia focal, afirma que, de momento, a nivel de guías europeas, no se acepta como tratamiento estándar establecido. Avisa de que "no hay aún un seguimiento a largo plazo de la evolución real de los pacientes tratados con terapia focal". ¿Qué ofrece el tratamiento focal? "Una línea de pensamiento que puede permitir retrasar el tratamiento radical", considera.
Le cuestionamos si veremos en un futuro próximo el no tener que hacer prostatectomías radicales para el cáncer de próstata. Dice que en eso "aún no estamos", porque no ha salido la pastilla curativa del cáncer de próstata. "Lo que se está demostrando es que se deben utilizar diferentes tratamientos curativos de forma personalizada, depende del estadío de la enfermedad, del grupo de riesgo, según el grado celular del tumor o tumores y la edad, puesto que no es lo mismo tener cáncer de próstata a los 40, a los 50 o a los 80. ¿Acabaremos sin cirugía? Yo creo que probablemente acabaremos sin cirugía, pero quedan unos años por recorrer y mejorar", manifiesta. Hoy por hoy, "hay tumores más agresivos que se ha demostrado que se aumenta la supervivencia en cáncer específica con el tratamiento combinado multidisciplanario. Se ofrece la cirugía, más radioterapia y tratamiento hormonal. El futuro está más en la combinación y secuenciación de tratamientos y en el trabajo multidisciplinario".
En tratamientos farmacológicos, lo óptimo es buscar marcadores que indiquen qué pacientes van a responder mejor a un fármaco o no, para no darle un fármaco innecesariamente. El Dr. Palou cree que, en el campo del tratamiento curativo, hay que ir a un tratamiento personalizado. En ese sentido, hay que tener en cuenta si el paciente es joven, si mantiene función sexual, cuál es su expectativa de vida, si tiene síntomas urinarios o el tamaño de la próstata, entre otros elementos. Conlleva a enfocar al paciente de manera personalizada.
Otro de los factores importantes es transmitir una información correcta y a nivel del paciente de lo que tiene, "para hacerle entender su enfermedad y los pros y contras de los diferentes tratamientos". Esto es clave, para que "se establezca una buena relación y se colabore en la toma de más adecuada".
Una actividad importante en el Congreso Europeo
Respecto al Congreso Anual de la EAU de 2019, que tendrá lugar en Barcelona, del 15 al 19 de marzo, el Dr. Joan Palou señala que mueve a más de 15.000 personas. Como centro, Fundació Puigvert siempre colabora en diferentes ámbitos. "Enviamos trabajos para ser presentados y, a veces, colaboramos en alguna conferencia en sesión plenaria. Como director de la Escuela Europea, hay una actividad muy importante. Hacemos unos 53 cursos de actualización en urología. Son de dos o tres horas para todos los urólogos. Normalmente, acostumbran a venir un tercio de los asistentes al Congreso a estos cursos", concreta. Hay mucha actividad. Desarrollan del mismo modo unas sesiones de hands-on training. Habrá más de 50 sesiones de práctica de diferentes aspectos de la urología como la laparoscopia, la funcional, los estudios aerodinámicos o el láser, entre otros. Habrá diferentes talleres para aprender a practicar con todas estas técnicas. La Escuela Europea es una de las piezas claves de la trascendencia e importancia del Congreso Europeo de Urología.