La vitrificación de óvulos para preservar la fertilidad femenina será sustituida, paulatinamente, por los nuevos protocolos de fertilidad personalizados y por las nuevas técnicas que permiten obtener óvulos "frescos" de mujeres con baja reserva ovárica. "Gracias a estos avances -señala el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen de ...
La vitrificación de óvulos para preservar la fertilidad femenina será sustituida, paulatinamente, por los nuevos protocolos de fertilidad personalizados y por las nuevas técnicas que permiten obtener óvulos "frescos" de mujeres con baja reserva ovárica.
"Gracias a estos avances -señala el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen de Granada- la crioconservación preventiva de óvulos sin indicación médica será cada vez menos necesaria". En paralelo, la producción de "óvulos artificiales", a partir de células madre de la paciente, "será altamente probable en los próximos años e, incluso, las mujeres sin ovarios podrán tener hijos genéticamente suyos, gracias a estas técnicas".
Estudio
En el próximo número de la revista Reproductive Biomedicine Online, el profesor Zion Ben Rafael, uno de los pioneros de la fecundación in vitro en Israel, publica un estudio sobre la "preservación social de la fertilidad femenina" que ofrece unos resultados sorprendentes.
Según el informe y a partir de datos de diferentes fuentes, sólo entre el 3,1% y el 9,3% de los óvulos crioconservados sin indicación médica son utilizados finalmente. "La escasa utilización de los óvulos crioconservados por `razones sociales´ es evidente", comenta el Doctor Tesarik. "Las mujeres que crioconservan sus óvulos por una indicación médica no tienen otra opción de reproducirse con sus propios óvulos. Por otro lado, la crioconservación "social" se hace sin ninguna indicación médica, en mujeres que pueden tener un hijo de manera natural, lo que efectivamente ocurrirá en la mayoría de los casos".
Los estudios realizados indican que la mayoría de las mujeres con los óvulos congelados pero con una función ovárica normal prefieren un embarazo natural. Si la mujer condiciona la utilización de sus óvulos congelados con un estado matrimonial estable, las cosas van aún peor. Si una pareja se forma mientras la mujer todavía produce óvulos de buena calidad, el embarazo ocurre espontáneamente en la mayoría de los casos. Por otro lado, y según estudios sociológicos independientes, si una mujer soltera espera una edad avanzada, la probabilidad de encontrar una pareja estable disminuye considerablemente. De allí las tasas extremamente bajas de la utilización de los óvulos "socialmente crioconservados".
La segunda conclusión del estudio del profesor Zion Ben Rafael señala un coste elevado y una baja relación coste-efectividad. Así, el reducido nivel de utilización de estos óvulos establece unos ratios de entre 600.000 y 1.000.000 de dólares de coste estimado por niño nacido, que reflejan que la gran mayoría de las mujeres que han invertido dinero en este servicio, que se podría asimilar a una especie de "seguro de fertilidad", no llegará nunca a utilizarlo.
La tercera conclusión señala que la crioconservación social de los óvulos está más justificada en mujeres en edades relativamente avanzadas en comparación con mujeres muy jóvenes. Aunque la calidad de los óvulos de las mujeres de entre 20 y 30 años es objetivamente superior en comparación con las mujeres de 35 años o más, el análisis de los resultados mundiales muestra que la más alta rentabilidad de esta intervención se alcanza en mujeres de más de 35 años. Según el doctor Tesarik, "estas mujeres están en una fase final su capacidad reproductiva, y si deciden congelar sus óvulos a esta edad, es más probable que los utilizarán un día. Por otro lado, la mayoría de las mujeres jóvenes que dejan congelar sus óvulos sin indicación médica no los necesitarán nunca".
Prescripción médica vs retraso de la maternidad
Desde el primer embarazo con óvulos humanos crioconservados, logrado por el equipo del doctor Christopher Chen en Singapore, en el año 1986, la técnica de congelación de óvulos era la única manera de preservar fertilidad de mujeres que iban a perder sus ovarios a causa de una enfermedad o por una intervención médica. Sin embargo, la eficacidad de la crioconservacion de óvulos era baja en los primeros años "al provocar un daño grave al `huso meiótico´ de los óvulos -explica el doctor Tesarik, uno de los científicos que identificó este problema en 2003- que provocaba anomalías cromosómicas de embriones".
Los nuevos métodos de vitrificación alcanzaron excelentes resultados en casos de crioconservación de óvulos por las razones médicas, lo que impulso una tendencia social orientada a la preservación de la fertilidad en mujeres que deseaban retrasar su maternidad. Sin embargo, según el estudio, finalmente son muy pocas las que hace uso de estos óvulos.