Dentro de los centros asistenciales, la radiología se reconoce como una especialidad fundamental para el diagnóstico de los pacientes e imprescindible en un gran número de casos. Los servicios de radiología tienen una gran actividad, tanto en los centros hospitalarios como en clínicas privadas, con unas carteras de servicio de ...
Dentro de los centros asistenciales, la radiología se reconoce como una especialidad fundamental para el diagnóstico de los pacientes e imprescindible en un gran número de casos. Los servicios de radiología tienen una gran actividad, tanto en los centros hospitalarios como en clínicas privadas, con unas carteras de servicio de alto nivel y unos niveles de calidad muy elevados.
"A raíz de la crisis económica, la renovación tecnológica se ha enlentecido y, con ello, los equipos se han ido envejeciendo", asegura Pablo Valdés, presidente de la SERAM. Advierte que si se quiere avanzar en la línea correcta, no se pueden pasar por alto factores tan importantes como tener un registro adecuado de los equipos y de su estado así como la necesidad de contar con un mantenimiento adecuado y un plan estratégico de renovación tecnológico.
Las nuevas tecnologías como la realidad virtual, la impresión 3D y la Inteligencia Artificial están transformando esta especialidad y, en este sentido, el rol del radiólogo se tiene que adaptar a estos cambios. "Detrás de estos nuevos sistemas tiene que haber especialistas que enseñen y controlen su funcionamiento. Y estos especialistas son los radiólogos. Las nuevas tecnologías permitirán que los procesos rutinarios se puedan hacer de forma más rápida y segura, y el radiólogo dispondrá de más tiempo y recursos para mejorar la investigación, formación y atención al paciente. No cabe duda de que estas nuevas tecnologías van a revolucionar nuestra especialidad, van a cambiar nuestra forma de trabajar y rediseñar nuestros procesos, pero será un futuro muy brillante para la radiología", afirma.
Principales avances tecnológicos
El presidente de la SERAM considera que la tecnología de la imagen está creciendo de forma exponencial en los últimos años, con equipos cada vez más rápidos y eficaces. No duda en destacar tres grandes líneas de desarrollo: la seguridad del paciente; las técnicas de fusión, tanto en imágenes de medicina nuclear (TC-PET y RM-PET) como en técnicas de imagen (ecografía y RM); y las tecnologías de IA y Big Data. De esta última indica que "probablemente acaben produciendo una gran revolución en los procesos asistenciales en los próximos años". Otro aspecto que quiere remarcar es la radiología directa: "la técnica de elección sobre soluciones basadas en chasis o películas. En los últimos años la industria ha aportado soluciones innovadoras, tanto en equipos estáticos como portátiles".
Con la mirada puesta en futuro, Valdés señala que existe una demanda creciente de equipos de diagnóstico por la imagen, incrementando el gasto sanitario. Sin embargo, dado que muchos equipos son más asequibles, algunas pruebas que de forma habitual se hacen en los servicios de radiodiagnóstico, ahora las realizan otros especialistas. "Estas circunstancias están provocando que en nuestro sistema sanitario se estén dando situaciones en las que se buscan soluciones que se interpretan como una optimización de la gestión, cuando en realidad muchas de ellas no suponen más que un gasto añadido y una dudosa aportación en calidad asistencial", subraya.
Ante estos retos, el presidente de la SERAM destaca también "la complejidad que supone la integración de las nuevas tecnologías con un rediseño de las funciones de los radiólogos. Todo ello en una situación económica que todavía no se ha recuperado de la crisis, y una escasez de profesionales en nuestro territorio".
El futuro: "La radiómica"
¿Cómo será el futuro de la radiología? Valdés tiene claro que todo ha evolucionado de una manera más rápida de lo que se esperaba: "Probablemente lo que se pensaba que podría ocurrir en cien años lo veremos muchos antes, dada la velocidad a la que están mejorando las nuevas tecnologías". En este contexto, prevé que la radiología seguirá siendo una especialidad fundamental en la atención sanitaria, con una gran carga tecnológica y con procesos optimizados, y la que gestione una gran parte de la información de las enfermedades, "ya que los nuevos equipos no solo darán información estructural, sino funcional e incluso molecular". "La radiómica sería una realidad en este futuro no tan lejano, y la medicina personalizada, basada en los diagnósticos certeros y específicos de las nuevas tecnologías, lo habitual. En este contexto, la radiología seguirá siendo una especialidad fundamental, como garante de la calidad de los procesos y como controlador de los flujos de imagen, pero probablemente muy distinta a como la conocemos ahora. Algo que sucederá probablemente en todas las especialidades de la medicina", concluye.
Para leer el artículo completo, haz clic en el PDF adjunto