Una ha mejorado la vida de las personas con enfermedades crónicas, otra se ha implementado en un sistema de salud integrado, otra más utiliza los resultados en salud en la compra de medicamentos y un cuarto aplica la inteligencia artificial a la información médica. Cuatro experiencias nacionales sobre mediciones con ...
Una ha mejorado la vida de las personas con enfermedades crónicas, otra se ha implementado en un sistema de salud integrado, otra más utiliza los resultados en salud en la compra de medicamentos y un cuarto aplica la inteligencia artificial a la información médica. Cuatro experiencias nacionales sobre mediciones con resultados en salud que se expusieron en las X Jornadas Nacionales de SEDISA, que concluyeron hoy en Gijón. La primera de ellas tiene que ver con el programa europeo Effichronic, que aplica el programa Chronic Disease Self-Management (CDSMP) para demostrar el retorno positivo de la inversión y la costo-eficiencia en un proyecto que busca empoderar a los ciudadanos en la autogestión de enfermedades crónicas, sin perder de vista los diferentes indicadores clínicos y socioecómicos. La investigadora principal de este proyecto, Marta Pisano, que también es coordinadora de la Escuela de Pacientes de Asturias, explicó que "queremos evaluar el impacto en la salud, pero también obtener indicadores que sirvan para mejorar la asistencia y, de momento en el prepiloto, tememos un buen índice de pronóstico". Como ejemplo cualitativo, mostró cómo le beneficia a un enfermo crónico, al que el programa "le cambia la vida" tras emplear tan solo seis días y quince horas.
Por su parte, la subdirectora de Innovación del Hospital de Cruces (Bilbao), Inés Gallego, explicó cómo se aplicó en la Organización Sanitaria Integrada (OSI) una estrategia de medicina basada en el valor. "Teníamos un buen punto de partida al ser OSI y queríamos pasar de producir a generar salud", indicó, explicando que se trabajó con rutas asistenciales en patologías crónicas y se empleó Lean Healthcare para rediseñar procesos y protocolos asistenciales. En 2016 se inició el pilotaje en ictus y cáncer de próstata, con la responsabilidad de medir los resultados en salid y establecer medidas para aportar el máximo valor a los pacientes. "Cuando hablamos de experiencia del paciente, no hablamos de satisfacción sino de qué es lo que viven desde que se les diagnostica. Es una estrategia de transformación, supone trabajar por patologías y, en definitiva, un cambio cultural", dijo Gallego, que consideró claves la comunicación e información al paciente y un liderazgo gestor y clínico en todo el proceso, "en el que emergen nuevos roles y funciones".
Antonio Gilabert, director del área de Farmacia y del Medicamento del Consorcio Catalán de Salud, expuso cómo aplicaron los resultados en salud en la compra. "Si el sistema sanitario trabaja para obtener resultados en salud, la pregunta es cómo compramos resultados en salud", dijo, explicando que, ante la enorme oferta de principios y medicamentos, se buscó una fórmula para implantar un modelo de compra que sigue un protocolo en el que se anticipan y planifican novedades, se evalúan y monitorizan registros de tratamientos a través de la historia clínica y se comparten riesgos y se optimizan las compras. En 2011, eran 19 los hospitales implicados, 10 los laboratorios, 11 principios activos y cinco patologías. "Es una opción innovadora y una alternativa a la compra tradicional que requiere de una cultura organizativa, de querer hacerlo, y que genera incentivos en la utilización efectiva de medicamentos", consideró.
Por último, el fundador y director médico de la aplicación SAVANA, Ignacio Medrano, puso varios ejemplos para demostrar cómo de clave es la tecnología, la inteligencia artificial y el Big Data en el sector sanitario, teniendo en cuenta que además en España el 85% de las historias clínicas ya se han digitalizado. "Llevamos más de cuatro años trabajando con las historias clínicas, con algoritmos que transforman el texto en variables, convirtiendo los datos clínicos en información accesible", dijo, recordando que el nivel de confidencialidad de la aplicación es muy alto. También puso como ejemplo la iniciativa llevada a cabo en el servicio de salud de Castilla-La Mancha para mejorar el cumplimiento de seis guías clínicas, "la primera vez que, dando avisos en tiempo real, se consigue cambiar la práctica clínica", o el proyecto de cáncer de próstata que el equipo de SAVANA lleva a cabo en 60 centros de España y que ha recibido el apoyo de la UE para traducirlo a varios idiomas y ser implantado en 120 centros de Europa. "No creo que la inteligencia artificial vaya a sustituir a los médicos, lo que va a hacer es quitarnos tareas para poder tener más tiempo para comunicarnos con los pacientes, formarnos y otras tareas que tenemos que hacer", dijo.