"El de la recertificación es un tema que todavía interesa poco a los médicos". Con estas palabras ha empezado su exposición Manuel Jiménez de la Cruz, vicepresidente 3º de SEMERGEN y responsable del Desarrollo Profesional Continuo de la Junta Directiva Nacional de SEMERGEN, para, a continuación, aclarar una serie de ...
"El de la recertificación es un tema que todavía interesa poco a los médicos". Con estas palabras ha empezado su exposición Manuel Jiménez de la Cruz, vicepresidente 3º de SEMERGEN y responsable del Desarrollo Profesional Continuo de la Junta Directiva Nacional de SEMERGEN, para, a continuación, aclarar una serie de términos que la gente todavía no termina de tener claro: licencia, formación médica continuada, recertificación, carrera profesional, acreditación, desarrollo profesional continuo y validación periódica de la colegiación. "Este último aspecto –ha explicado Jiménez– es el único germen a día de hoy del que podría ser la recertificación", aunque solo evalúa el valor, pues regula si se ejerece como médico asistencial, el estado de salud del médico y la validación colegial de buena praxis. "Para ser una verdadera acreditación, tendría que contar también con la acreditación de competencias", ha puntualizado Jiménez.
Seguidamente, el vicepresidente 3º de SEMERGEN ha querido dejar claro que "el responsable de la formación del médico tiene que ser el mismo médico" y que, pese a que el título que se recibe al terminarla carrera es para toda la vida, ya existen una serie de normativas europeas y españolas que demandan que el médico se mantenga competente en su especialidad. En nuestro país, hay tres leyes que hablan de esta normativa: la Ley de Cohesión y Calidad del SNS, "que da la clave que los colegios médicos y las sociedades científicas serían las entidades capacitadas para evaluar las competencias profesionales; la Ley de Ordenación de las profesiones sanitarias y el Estatuto Marco de los Trabajadores.
Acto seguido, Jiménez ha detallado la gran variedad de sistemas de recertificación que hay en el mundo. "Aquí tenemos que hacer lo que creamos conveniente, pero tendría que empezar a hacerse algo", ha explicado, y ha proseguido: "El objetivo tiene que ser la potenciación del mantenimiento, la mejora y la ampliación del nivel de competencia de la mayoría. Tiene que ser un medio para garantizar que el paciente recibe la mejor atención posible".
Manuel Jiménez ha reiterado que la Administración Sanitaria tiene que "conocer y avalar el proceso de recertificación, y aplicar el principio de subsidiaridad en las instituciones que tienen medios y conocimientos para realizar la recertificación", que no son ni más ni menos que las sociedades científicas. Así, "la sinergia entre las partes reguladoras tiene que permitir desarrollar matices de riqueza para conseguir llevar el proceso de recertificación a buen puerto".
DPC-AP
Francisco Atienza, miembro del grupo de trabajo de Gestión del Medicamento, Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de SEMERGEN, ha comentado que en "en nuestro país estamos avanzando en el camino con consenso de las tres sociedades científicas de la AP, auspiciadas con la OMC, en aspectos importantes como cuáles son las competencias y cómo deben recertificarse. Estamos tomando el papel protagonista ante la ineficiencia de la Administración". Las competencias que se han priorizado han sido: las competencias transversales, atención al individuo, a grupos poblaciones, familia, comunidad y otras. Además, se han consensuado también los contenidos de cada una de las competencias y los procedimientos que evaluarán estas competencias, que será fundamentalmente, "mediante la comprobación del desempeño".
SEMERGEN lleva años desarrollando y mejorando el DPC-AP, una plataforma que permite evaluar todas las dimensiones de las competencias del médico de Familia y también se puede adaptar a cualquier marco evaluativo al que finalmente se llegue. "Teníamos claro que en la herramienta teníamos que unir tres pilares: servir de repositorio curricular, servir de sistema de evaluación de competencia y de formación (para solucionar los déficits competenciales)". "Tenemos diseñado un proceso de recertificación pendiente de que lo hablen las Administraciones", ha sentenciado, y ha añadido: "La recertificación llegará antes o después pero el desarrollo profesional continuo es una necesidad para los médicos y una demanda para la sociedad".
Se ha mostrado algo pesimista el director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitarias y Sociosanitarios de Extremadura, Luis Tobajas, quien ha reconocido que "la Administración va con retraso de una década respecto a sociedades científicas" y que hay mucho trabajo por hacer: "Hay que definir dentro del SNS los conceptos de desarrollo competencial profesional y de desarrollo profesional en base a los estándares internacionales". Tobajas también ha considerado que se "debe poner en valor ante la sociedad todo el tiempo que dedica el médico a su formación". Ha añadido, además, que "el profesional dispone de colegios y sociedades científicas poseedoras de la autoridad científica, quienes son las que tienen que marcar la línea de la correcta formación y la adecuada competencia. Ellas son las que tienen que liderar las líneas de conocimiento".
En cuanto al desarrollo profesional competencial, considera Tobajas que "sirve para mejorar la capacitación como especialistas y para hacer un análisis y ver dónde tenemos debilidades". "La validación periódica colegial tiene que ser con base colegial y la recertificación con base en las sociedades científicas". Además, ha reconocido que "la Administración también tiene que articular fórmulas para reconocer el esfuerzo individual" y ha señalado que "debemos insistir al Consejo Interterritorial del SNS para que este pueda establecer de manera urgente los principios y criterios generales para la homologación del reconocimiento del desarrollo profesional continuo. No podemos esperar más. Llevamos 15-20 años esperando".