Pere Ventayol, presidente del Comité Organizador del 63º Congreso Nacional de la SEFH, ha sido el encargado de comenzar la ceremonia de clausura del congreso. Un congreso que ha superado las expectativas tanto cuantitativamente -un total de 1.800 participantes, 1.400 comunicaciones científicas recibidas y 256 ponencias- y cualitativamente. "En nuestro congreso nos gusta ir más allá, ampliar sobre medicamentos y pacientes, pero incorporando otros valores globales". No obstante, el lema de este año, "La Salud nos mueve", hacía especial hincapié en "constituir un cambio cultural y crear la farmacia hospitalario del futuro". Ventanyol ha remarcado que el "farmacéutico hospitalario tiene un gran valor que aportar", y para ello debe "alinearse con pacientes y sociedad y promover, así, la máxima calidad asistencial".

Se han abordado, además, a lo largo de estos tres días de congreso, nuevos retos como la humanización y el rol del farmacéutico en la sociedad. Y es que el farmacéutico hospitalario tiene que hacer entender a la sociedad "cuál es el valor que aporta".

Sea como fuere, para Ventayol, pese a los cambios introducidos en este congreso -que se haya celebrado en noviembre y que se haya desplazado al sábado-, el congreso ha sido todo un éxito: "Esperemos este congreso nos haya movido un poco para conseguir una sociedad más saludable, pacientes más sanos y que haya sido una experiencia inolvidable".

De éxito también ha hablado Olga Delgado, coordinadora del Comité Científico del 63º Congreso Nacional de la SEFH: "Científicamente nos vamos con una sensación de confort profunda. Hemos demostrado que la SEFH goza de salud y que estamos allí para ayudar a los pacientes a que recuperen la salud pronto y que la población sea saludable".

Miguel Ángel Calleja, presidente de la SEFH, ha resaltado el futuro trabajo que tiene la SEFH en general, y los farmacéuticos hospitalarios, en particular: "Durante este año tenemos que trabajar con el mismo compromiso, o más, que tenemos con el sistema, los compañeros y los pacientes en las líneas que hemos visto estos días". Para el presidente, este año se tiene que priorizar la anticipación, la priorización, la humanización, los resultados en salud en vida real y la relación con otros profesionales. "Debemos trabajar como hacemos en la superespecialización en áreas clínicas pero también en seguir manteniendo ese liderazgo en la evaluación y selección de medicamentos". "El farmacéutico hospitalario del futuro es el del pasado, el presente y el de lo que viene", ha comentado Calleja.

En representación de la administración balear ha acudido a la clausura Benito Prósper, director general de Planificación, Evaluación y Farmacia del Govern de les Illes Balears. Prósper ha destacado los temas de "alto impacto" que se han tratado estos días, sin olvidarse del momento actual por el que pasamos, "el cual demanda al farmacéutico un mayor conocimiento y una mayor innovación por su parte". No hay duda, para el director general, que "los farmacéuticos hospitalarios se configuran como profesionales sanitarios imprescindibles para todos los que estamos en la gestión para poder mejorar la salud de las personas e intentar hacer del sistema un sistema sostenible que esté a la vanguardia, como ha estado durante tanto tiempo". Como conclusión, ha remarcado que "estáis muy bien valorados, pero se debe conocer mejor la labor que realizáis".