Cree que la profesión del farmacéutico de hospital da la oportunidad de adquirir unos conocimientos, un nivel técnico y una visión clínica que permite aplicarlos desde una posición estratégica dentro del sistema, con evidentes resultados para el paciente y para la sociedad. Maite Sarobe, jefa del Servicio de Farmacia del ...
Cree que la profesión del farmacéutico de hospital da la oportunidad de adquirir unos conocimientos, un nivel técnico y una visión clínica que permite aplicarlos desde una posición estratégica dentro del sistema, con evidentes resultados para el paciente y para la sociedad. Maite Sarobe, jefa del Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario de Navarra, explica las claves sobre las que se asientan el éxito de su servicio: "La comunicación y apertura al resto de servicios clínicos y de unidades de enfermería, así como la incorporación paulatina en los equipos multidisciplinares, asesores y asistenciales, a través de una atención farmacéutica continuada en el paciente". Por ejemplo, en los tres últimos años, han aumentado la presencia en servicios médicos como Geriatría, Urgencias o Medicina Intensiva.
PRO
Respecto a los resultados reportados por el paciente (PRO); Sarobe indica que el conocimiento de la realidad personal del paciente, sus motivaciones, sus circunstancias y la facilitación de la adaptación del tratamiento a su modo de vida o preferencias "pueden redundar en hacer partícipe a un paciente corresponsable, que va a lograr una mejor adherencia al tratamiento o manejo de las toxicidades". Por tanto, es de esperar que también se obtengan mejores resultados en salud. La principal oportunidad del farmacéutico de hospital de tener contacto con el paciente se logra a través de la Unidad de Atención Farmacéutica de Pacientes Externos, unidad donde el paciente no ingresado acude a recoger medicación hospitalaria.
Con esta idea, acaban de comenzar un trabajo de investigación con un grupo de pacientes con patología reumática con el objetivo de sistematizar, medir y finalmente crear una metodología que les ayude a optimizar lo que la información de los PROs les puede aportar en mejorar los resultados en salud. Abordamos con Sarobe la situación actual de la farmacia hospitalaria en nuestro país. Desde su punto de vista, esta profesión ha sabido darse a conocer y ser reconocida, "a través de un alto perfil técnico de especialización, integrado en el equipo profesional dentro de los hospitales". Este conocimiento, y su "visión clínica", convierte a los farmacéuticos hospitalarios en una pieza clave dentro del sistema, "para lograr un uso racional y eficiente de los medicamentos, con evidentes resultados para el paciente y para la sociedad". En estos momentos, desde el servicio de farmacia, apunta Sarobe, su mayor colaboración se centra en el resto de profesionales clínicos y de enfermería del área de atención especializada. Sostiene que es su modo de trabajo. Por otra parte, asevera que deben crecer y aumentar la colaboración con el resto de profesionales farmacéuticos del ámbito de Atención Primaria y de la farmacia comunitaria. "Si queremos lograr una atención farmacéutica del paciente global, integrada y continuada, y siempre en un entorno de seguridad, debemos ser capaces de trabajar todos en coordinación, y ser conscientes de que el farmacéutico de cada entorno puede jugar un papel estratégico", defiende.
Sarobe admite que la innovación y el gasto hospitalario están principalmente en la actividad del paciente ambulante y externo porque ésta está en continuo crecimiento. No obstante, tiene la sensación de que, en ocasiones, se resta importancia a la labor de los farmacéuticos hospitalarios relacionada con los tratamientos que están proporcionando al paciente ingresado. "Aunque actualmente soportan el menor gasto, nuestra labor clínica que procede de la revisión de los tratamientos en cuanto a cuestiones como la seguridad o a la conciliación de tratamientos, nos sigue haciendo imprescindibles", alega. Asegura que se trata de un trabajo que, lejos de prescindir de él, hay que valorar. Eso sí, "buscando fórmulas de optimización y de automatización hasta donde sea posible".
¿Cómo vislumbra el futuro de la farmacia hospitalaria? ¿Habrá más comunicación directa con el paciente? La jefa del Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario de Navarra hace hincapié en que "la comunicación con el paciente se traduce en resultado, en eficacia y en seguridad". La han establecido con el paciente externo que acude a la farmacia a recoger la medicación. "Si fuéramos capaces de mejorar la comunicación con el paciente ingresado, especialmente en momentos como el previo al alta hospitalaria, sin duda podríamos extender estas mejoras", expresa. En la mayoría de los hospitales, lamenta, esto no ha sido posible por falta de recursos humanos, pero opina que el farmacéutico comunitario podría ser una pieza clave en esta transición asistencial, siempre en comunicación y coordinación con el equipo de hospital.
Por otra parte, "el aumento de actividad de la Unidad de Atención Farmacéutica de Pacientes Externos ha logrado que cada vez más parte de la sociedad sepa que existimos", se congratula. Esto, junto con la oportunidad que aportan las tecnologías y los sistemas de comunicaciones sociales, hace que poco a poco el paciente demande más la presencia del farmacéutico hospitalario.
Automatización
Actualmente, la robotización del servicio está centrada principal- mente en la atención del paciente ingresado, a través de armarios dispensadores en unidades como los quirófanos, y servicios de atención crítica como es Medicina Intensiva y la unidad de Observación del servicio de Urgencias.
Igualmente, disponen de carruseles verticales para la preparación de la medicación que se envía a las unidades de hospitalización, además de un proyecto avanzado de automatización y centralización del almacén.
En línea con la Gerencia del hospital para mejorar la seguridad del paciente y del manipulador, Sarobe comunica que están en fase de análisis de la robotización de la preparación de mezclas citostáticas; "ya que, además de las limitaciones económicas, conlleva reestructurar las cuestiones organizativas".
Por último, Sarobe prevé que "el manejo de los big data va a resultar imprescindible para cualquier actividad, y la salud no va a ser menos". Ya están ahí, pero advierte de que hay que aprender a manejarlos e integrarlos: "Prediciendo comportamientos y resultados seremos más eficientes. Y también más seguros". Concluye que hay que adaptar el modo de trabajo de las farmacias hospitalarias al uso de los datos, integrando también el conocimiento en áreas crecientes como pueden ser la farmacogenética.
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