Son muchos los ámbitos que influyen en que la falta de adherencia al tratamiento se haya convertido en un problema de Salud pública. Es una prioridad el buscar el cambio conductual del paciente frente a su propia enfermedad a través de iniciativas y proyectos, así como implicar a todos los ...
Son muchos los ámbitos que influyen en que la falta de adherencia al tratamiento se haya convertido en un problema de Salud pública. Es una prioridad el buscar el cambio conductual del paciente frente a su propia enfermedad a través de iniciativas y proyectos, así como implicar a todos los agentes sanitarios que intervienen en el cuidado de éste. Así se evidenció en las Jornadas Nacionales de Adherencia al Tratamiento, organizadas por el Grupo OAT este miércoles y patrocinadas por Almirall, AMGEN, Astellas, Boehringer Ingelheim, Ferrer, Merck y Sandoz.
Fernando Mugarza Borqué, director técnico y coordinador científico del Grupo OAT, destacó que el lema de estas jornadas, que se desarrollaban en su séptima edición, era muy apropiado: Un compromiso de todos, un objetivo común. En el acto de inauguración; José Luis Casteig, presidente del Grupo OAT, precisamente afirmó que solución de la falta de la adherencia pasa por una colaboración entre todos, en un ámbito multidisciplinar. José Manuel Ribera Casado, presidente del Comité Científico del Grupo OAT y catedrático emérito de Geriatría de la Universidad Complutense de Madrid, señaló que esta problemática implica a toda la sociedad. Además, dejó claro que el objetivo de las jornadas era educativo.
Fernando Prados Roa, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, subrayó que hay que hacer un esfuerzo en ir más allá para asegurarse del cumplimiento de los tratamientos. "Debemos ser especialmente cuidadosos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya dice que el 50% de los pacientes en países desarrollados descuidan sus tratamientos", recordó. Advirtió de los efectos del mal uso de los medicamentos, como puede ser el de la resistencia a los antibióticos. Por ello, de acuerdo con sus palabras, hay que establecer protocolos específicos que permitan mejores resultados de los tratamientos. Igualmente, incidió en la necesidad de un trabajo multidisciplinar. El profesional ha de continuar su tarea más allá de la prescripción, llevando a cabo un seguimiento.
Durante la jornada, se celebraron tres mesas de debate y se expusieron experiencias relacionadas con la adherencia al tratamiento. La adherencia engloba diversos aspectos con los que los profesionales sanitarios se encuentran en su práctica clínica habitual y éstos fueron el eje principal de la mesa Visión Multidisciplinar de la Adherencia y Calidad de Vida. "La opinión de los pacientes es muy importante, ya que nos permitirá cambiar actitudes e inercias en nuestra práctica asistencial", sostuvo la doctora Carmen Valdés y Llorca, vocal del Comité Científico del OAT, medicina familiar y comunitaria C.S. Fuencarral, dirección asistencial Norte Madrid. Hay que tener en cuenta que la falta de adherencia está relacionada con una peor calidad de vida, por lo que poner en marcha estrategias o iniciativas que fomenten ésta ayudará al paciente a tener un mejor control de su enfermedad. "La calidad de vida de un paciente en sus tres dimensiones, física, psíquica y social, se relaciona con la falta de control de la enfermedad. Una buena adherencia al tratamiento mejora el control de las patologías y, por tanto, la sintomatología y calidad de vida", defendió Ernesto Cortés Castell, profesor titular del Departamento de Farmacología, Pediatría y Química Orgánica de la Universidad Miguel Hernández de Alicante.
Para Raquel Martínez García, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), la intervención del farmacéutico comunitario en la adherencia a los tratamientos es fundamental "debido a la accesibilidad, el contacto habitual y por ser el último profesional sanitario al que acudir en el proceso de utilización de los medicamentos". Intervenciones basadas en el cambio de comportamiento, junto con el consejo farmacéutico y la educación sanitaria y de uso de medicamentos, acentuó, "han demostrado aumentar en más del 20% la adherencia respecto a la práctica habitual".
Por su parte, Angélica Sánchez García, enfermera de Continuidad Asistencial especialista en Enfermería Geriátrica del Hospital Clínico de Madrid, abordó el papel que juega enfermería para conseguir la motivación necesaria que hará que el paciente cambie de conducta: "Con un trabajo programado de información, educación, seguimiento y de relación de confianza entre profesional, paciente y familia y en coordinación con el resto de profesionales que entran en juego, se conseguirán en la mayoría de los casos los objetivos previstos". En relación a la diabetes, el trabajo de todos los agentes implicados en la lucha contra esta patología es fundamental, tal y como argumentó Andoni Lorenzo Garmendia, presidente de Federación Española de Diabetes (FEDE). Consideró que, "sin la coordinación y el trabajo en colaboración, cualquier acción que se ponga en marcha será fallida".
Antonio Alarcó Hernández, portavoz de Sanidad en el Senado del PP, y José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad en el Senado del PSOE, en la mesa Abordaje de la Adherencia y la Cronicidad desde la Política Sanitaria, dieron conocer de primera mano la implicación de ambos partidos en la mejora de la adherencia a los tratamientos interpuestos o las estrategias y acciones que se pueden poner en marcha en esta materia desde el poder legislativo, entre otros. Según Martínez Olmos, "uno de los desafíos de calidad en el SNS se refiere al hecho de asegurar la adherencia a los tratamientos para poder evaluar la efectividad de los mismos". Certificó que "trabajar en adherencia es trabajar en calidad asistencial".
En cuanto a la mesa de Experiencias en la Adherencia al Tratamiento, Emilio Monte Boquet, jefe de sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, detalló el seguimiento farmacoterapéutico que se realiza desde su servicio a pacientes con hipercolesterolemia tratados con anticuerpos monoclonales inhibidores de la PCSK9 (evolocumab y alirocumab), una nueva familia de fármacos indicados en pacientes de alto riesgo no controlados con el tratamiento habitual o intolerantes al mismo. Cristina Latre Gorbe, farmacéutica adjunta del Servicio de Farmacia en el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, se centró en los tratamientos con hormona de crecimiento en pacientes principalmente pediátricos. "Los farmacéuticos de hospital tenemos un papel crucial en el seguimiento de la adherencia de estos pacientes, detectando fallos en el cumplimiento e intentando buscar soluciones, junto con el resto de los profesionales que llevan a estos pacientes", describió. Puso en valor las nuevas tecnologías, definiéndolas como una "herramienta de gran utilidad en la evaluación del cumplimiento farmacoterapéutico". Desde el punto de vista de la Oficina de Farmacia, Luis de Palacio Guerrero, vocal del Comité Científico del Grupo OAT y presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), expuso los datos del Estudio de Adherencia desde la Visión de la Farmacia, en el que se demuestra que el 65% de los farmacéuticos realiza seguimiento de la adherencia.
El ganador del premio extraordinario al Mejor Proyecto del Año en Adherencia de la I Edición de los Premios OAT Adherencia 2017 pudo detallar la iniciativa ante todos los asistentes. Este galardón fue para el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, representado en la figura de Jon Iñaki Betolaza San Miguel, director de Farmacia del País Vasco. El galardón fue para el Programa para la Mejora del Uso de la Medicación, que permite optimizar la administración de fármacos a personas atendidas por los servicios municipales de ayuda domiciliaria. Desde su puesta en marcha en 2009 ha atendido a más de 2.500 pacientes de 146 municipios. Se han acreditado 712 farmacias de los tres territorios y son más de 850 personas al mes las que se benefician de él, atendidas por 334 farmacias. En cuanto a los resultados, se ha alcanzado una tasa de adherencia al tratamiento por parte de los y las usuarias del 95%, con un coste de 31 euros por persona y mes en 2017. Como en ediciones anteriores, también en esta jornada se dedicó una sesión a conocer cómo se está planteando el problema de la falta de adherencia en diversas CC AA, como Madrid, País Vasco, Canarias, Castilla y León y Extremadura.
Marisa García-Vaquero, subdirectora adjunta de la Subdirección General de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCBS), clausuró el evento. Reforzó el mensaje de la necesaria mejora en la adherencia tras la revisión farmacoterapéutica de los tratamientos de los pacientes, todo ello con objeto de garantizar los resultados en salud esperados de la farmacoterapia.
FOTO PRINCIPAL: De izda. a dcha.: Fernando Mugarza Borqué, José Luis Casteig, Fernando Prados Roa y José Manuel Ribera Casado.