La leucemia linfática crónica es una forma prevalante en los países occidentales y representa casi un 20% del total de los linfomas. Los linfomas son la cuarta causa de cáncer en el mundo, y afectan mayoritariamente a pacientes de más 60 años. En España se calcula que hay 2.300 nuevos ...
La leucemia linfática crónica es una forma prevalante en los países occidentales y representa casi un 20% del total de los linfomas. Los linfomas son la cuarta causa de cáncer en el mundo, y afectan mayoritariamente a pacientes de más 60 años. En España se calcula que hay 2.300 nuevos casos de LLC cada año. Por tanto, y dada la incidencia de la enfermedad en una población envejecida, las novedades del tratamiento producen una auténtica revolución en el abordaje de la afección: "Hemos asistido en los últimos años a unos avances muy significativos. De tratar a los pacientes con quimioterapia, cuyo objetivo era paliar síntomas, hemos pasado a la aplicación de nuevos fármacos que mejoran la tasa de respuesta, e incluso a partir de 2010, de tratamientos dirigidos a dianas que son claves en las células leucémicas. Esto nos permite hablar de curación", asegura Carolina Moreno del Hospital de la Santa Pau de Barcelona.
Nuevos tratamientos
En el caso de la hemofilia, las nuevas opciones de tratamiento basadas en la terapia génica contribuyen a obtener buenos resultados y a mejorar la calidad de vida de los pacientes. "Se trata de fármacos mejorados que tienen una vida media extendida, de manera que se pueden administrar cada 7 o incluso 14 días, lo cual aporta un mayor manejo de la enfermedad en la vida diaria del paciente", destaca Ramiro Núñez del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
La anemia asociada a trastornos crónicos es el tipo más frecuente de anemia en pacientes hospitalizados, y la segunda más frecuente después de la anemia ferropénica en la población general. "Se presenta en pacientes con infecciones agudas y crónicas, enfermedades autoinmunes, enfermedades inflamatorias intestinales e insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal crónica, y tiene gran incidencia en la morbilidad", apunta Montserrat López del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares de Madrid, y continua: "los futuros tratamientos se dirigen hacia antagonistas directos de la hepcidina e inhibidores de las vías de señalización implicadas en la producción de esta hormona peptídica.
Futuro de la hematología
Por su parte, José Tomás Navarro, secretario general de la SEHH-FEHH y hematólogo del Instituto Catalán de Oncología (ICO)-Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona presentó el escenario futuro de la hematología con una ponencia bajo el título "Lo que está por venir en Hematología".
La introducción de mecanismos moleculares y genéticos está transformando el cáncer de la sangre. "Lo que impera ahora es el diagnóstico integrado y las terapias dirigidas, esto es, pasar de un enfoque tradicional, donde todos los pacientes con el mismo diagnostico recibían el mismo tratamiento, a la medicina personalizada basada en las características genéticas de su enfermedad", añade Tomás Navarro.
Uno de los principales debates gira en torno a cómo se van a financiar estos medicamentos biosimilares, ya que son tratamientos costosos y muy eficaces, y dónde se van a administrar. "Ahí aún nos queda mucho camino por hacer".