La falta de adherencia al tratamiento implica peor calidad de vida y aumento de complicaciones secundarias
La importancia de la adherencia al tratamiento y la existencia de pacientes empoderados o paciente experto son algunas de las conclusiones de la III Jornada de Periodistas de la SEHH. Esto es concretamente lo que apuntan Patricia Blázquez, enfermera de Hemato-Oncología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca y Mateo Miras, presidente de la Asociación Española Enfermos Leucemia Mieloide Crónica(AELEMIC). Así, si la primera opina que se debe "implicar al paciente en el autocuidado debe ser uno de nuestros objetivos como parte de lo que se conoce como paciente experto”, el segundo sostiene que hay que "elaborar planes para actuar mejor en las enfermedades que potencien la comunicaión entre el profesional y el paciente"
Por otra parte, la adherencia al tratamiento –entendida como el grado en que la conducta del paciente en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de los hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario– es pieza esencial ...
Por otra parte, la adherencia al tratamiento –entendida como el grado en que la conducta del paciente en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de los hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario– es pieza esencial en la evolución del paciente. "En general, en España el 50% de los pacientes crónicos no tienen buena adherencia al tratamiento, y esto genera un importante problema de salud público que precisa de un enfoque multidisciplinar para intentar mejorarlo y evitarlo", añade Patricia Blázquez.
Entre las estrategias para mejorar el cumplimiento del tratamiento, la experta identifica la reducción de la complejidad de los tratamientos (menos número de dosis, organización de la dispensación o recordatorios); más información y educación sanitaria (carteles informativos, material audiovisual y charlas); mejorar la comunicación médico-paciente a través de la enfermería y de una labor multidisciplinar; y el apoyo familiar y social. "Es necesario programar planes de acción personalizados porque la falta de adherencia se traduce en peor calidad de vida y el aumento de las complicaciones secundarias como la morbimortalidad o las recaídas", concluye la enfermera de Hemato-Oncología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
