La IV Convención de la Profesión Médica, convocada cada dos años por la Organización Médica Colegial (OMC), se revistió de su mayor éxito hasta la fecha, con la asistencia de 550 congresistas. En palabras de su presidente, el doctor Serafín Romero, el encuentro volvió a confirmarse como la mejor plataforma, punto de encuentro y foro de pensamiento colegial, para el abordaje estructurado de los temas más relevantes de la esfera profesional, social, deontológica y económico-política. Mediante un procedimiento expositivo, añadió, y una metodología participativa en forma de debates ágiles.

Luis Morales Fochs, Serafín Romero y Luis Campos Villarino

Con esa convicción, manifestó Romero que, aunque existan multitud de encuentros en los que participan médicos, o son sus únicos protagonistas, la Convención se constituye cada dos años como espacio único por su carácter diverso y global. Por lo que, en 2018, dicha Convención llevó por lema "Comprometidos con la sociedad y los médicos".

Como resumen, el presidente Romero pidió que la Sanidad no sea un arma arrojadiza en la lucha política; que se reduzca la presión asistencial y que se persiga con la máxima contundencia a los que agreden a los médicos; que se fortalezca, de verdad, la Atención Primaria; que se resuelva satisfactoriamente la precariedad que sufren muchos médicos en España; y que se logre una plena igualdad de oportunidades entre médicos y doctoras. Por lo que agradeció muy especialmente la participación de la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la doctora María Luisa Carcedo, en el encuentro. De la que destacó su buen talante para avanzar, dentro de lo posible, en las demandas más urgentes de la profesión médica, empezando por formalizar un pacto por los recursos humanos del SNS.

Acompañaron al doctor Romero en los primeros compases de la convención el doctor Luis María Campos Villarino, presidente de AMA, y Luis A. Morales Fochs, presidente de Mutual Médica, las dos principales aseguradoras que ofrecen al colectivo de facultativos productos especiales de protección, laboral y personal, con inclusión de seguros contra los reveses económicos y profesionales, o frente a las agresiones a sanitarios, entre otros.

Tras la primera intervención del presidente y los máximos responsables de las aseguradoras médicas, tomó la palabra el doctor Tomás Cobo (portada), vicepresidente primero de la OMC, para presentar a Alfonso Guerra, primera voz del día, como uno de los protagonistas de la Historia de España y artífice del estado de bienestar que se asienta actualmente en un modelo de Sanidad Universal.

Alfonso Guerra

Dentro de su conferencia inaugural, el ex vicepresidente del Gobierno, entre los años 1982 y 1991, evocó la contestación médica, política y social que tuvo la génesis y entrada en vigor de la Ley General de Sanidad de 1986. Aunque, por fortuna, según expresó, luego fue asumida sin reservas por el colectivo profesional, de manera que, actualmente, "los médicos pueden sentirse orgullosos del sistema sanitario que han construido". Una sanidad que, según describió, es muy superior a la que existe en numerosos países del entorno europeo y mundial. Cuando, por el contrario, en 1982 había 6 millones de españoles sin cobertura de la Seguridad Social.

Aunque Guerra afirmó que los poderes públicos son garantes de las sociedades democráticas y avanzadas, también aseguró que no deben entrometerse en la relación médico-paciente, ya que esta es la "piedra angular" de la sanidad y es responsabilidad de facultativos y ciudadanos.

El ex vicepresidente defendió que es necesario potenciar la labor de los médicos mediante plataformas que estimulen su autogestión desde la racionalidad y la experiencia. Con reconocimiento a la labor que también se realiza desde el ámbito privado.

En sesión de tarde, se entregaron los premios a las mejores trayectorias profesionales de médicos, en presentación de la periodista Silvia Jato. En esta ocasión, los trofeos que simbolizan el dios Asclepio griego de la Medicina fueron dirigidos a distinguir la docencia y la investigación en Atención Primaria (AP), la cardiología de vanguardia que se hace en el Hospital La Fe de Valencia, la Sanidad Militar, la lucha mundial contra la tuberculosis, la Oncología de Mama y la gestión directiva del Hospital de Valdecilla de Santander.

Los premiados de 2018, junto a la ministra de Sanidad

La ganadora de la categoría de Atención Primaria, doctora Isabel Hidalgo, aprovecho el premio para pedir que la Medicina de Familia sea asignatura de grado en todas las facultades de Medicina de España.

En la categoría de Hospitales, el especialista en cirugía cardiovascular de la unidad clínica de gestión de enfermedades cardiovasculares del Hospital La Fe de Valencia, doctor Anastasio Montero, resultó elegido. Además de agradecer a su familia su apoyo en su actividad de trasplantes de corazón, alertó del problema que supone que las estructuras hospitalarias se estén deshumanizando. Por lo que aconsejó a sus colegas médicos volver a conectar con el enfermo y su dimensión más humana.

En el capítulo de "Otros ámbitos asistenciales", se alzó con el trofeo la teniente coronel médico Ana María Betegón Sanz, por ser la primera mujer militar en dirigir un hospital de campaña. Quien dio las gracias por poder ayudar a ampliar el todavía escaso conocimiento público que hay de la Sanidad Militar.

Dr José Caminero Luna

En cuarto lugar, y como ganador del premio Humanidades y Cooperación, el neumólogo del Hospital de Las Palmas, doctor José Caminero Luna, vio respaldada su lucha internacional contra la tuberculosis, tanto como colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por sus acciones humanitarias en Europa, África, Asia, América y Oceanía, a iniciativa personal.

También se concedió un accésit, por su carácter humanitario, a la pediatra Aurelia Moreno, por su trabajo en España y Reino Unido hasta los 75 años de edad.

En la parte de los galardones dedicada a la Docencia e Investigación, se optó en 2018 por la Ana Lluch, especialista en Oncología de mama y primera catedrática en esta materia, para quien los países que descuidan su ciencia están condenados al fracaso. Con pesar, Lluch delegó su asistencia por estar en el extranjero.

Finalmente, la categoría de gestión fue ocupada por el doctor Julio Pascual, neurólogo y gerente del Hospital de Valdecilla, que con modestia, más o menos sentida, afirmó que le verdadero premio de los médicos es hacer su trabajo.

Dr Julio Pascual

En la clausura de la Convención, a la que asistió la ministra de Sanidad y la de Defensa, Margarita Robles, el doctor Romero hizo una especial mención a la memoria del doctor Albert Jovell, fallecido en 2013, y su legado, según el cuál, la ética y la competencia técnica son los dos pilares del buen hacer médico. Por lo que el colectivo siempre estará, afirmó el presidente, al servicio del paciente y de la buena marcha del SNS. Como también hicieron los doctores Teodoro Sacristán, Araceli Matamoros o Rosa Muncharaz Lean, entre otros queridos compañeros médicos, tristemente desaparecidos en 2017.