Este miércoles se ha celebrado la 25ª edición del Encuentro del Sector Sanitario orgnaizdao por el IESE (IESE Healthcare). "Desde 1994, el evento ha reflejado la evolución de la gestión médica y hospitalaria, la industria farmacéutica y la industria tecnológica. Al igual que los otros años, hoy hemos vuelto a ...
Este miércoles se ha celebrado la 25ª edición del Encuentro del Sector Sanitario orgnaizdao por el IESE (IESE Healthcare). "Desde 1994, el evento ha reflejado la evolución de la gestión médica y hospitalaria, la industria farmacéutica y la industria tecnológica. Al igual que los otros años, hoy hemos vuelto a reunir a todos los agentes con la intención de reflexionar sobre los retos del sector salud", ha comenzado diciendo Mireia Rius, Associate Dean for Executive Education de IESE, para luego recordar que "todavía mucho trabajo por hacer".
"Las nuevas cosas que podemos hacer son increíbles y esto es gracias a las nuevas tecnologías, la evolución de la farmacología y poder ordenar el conocimiento que tenemos". Con esta frase motivadora ha dado la bienvenida a los asistentes la presidenta del encuentro, Núria Mas, quien ha recordado, sin embargo, que todavía hay cosas que no han cambiado: "Pee a que se lleva hablando de sostenibilidad desde siempre, todavía necesitamos seguir gestionando y discutiendo sobre la sostenibilidad de este cambio".
En la ronda de apertura, Angela Spatharou, socia de McKinsey Company, ha señalado que "son tiempos interesantes para España", pues se está saliendo de la crisis y eso conlleva oportunidades pero también retos. Y entre esos retos, como no, tanto Spatharou como Pedro Nueno, fundador del encuentro, sobresale el del aumento de la esperanza de vida: "Estamos ante una población que necesitará el uso del sistema sanitario durante muchos más años". Y, además, estamos ante innovaciones que siguen alargando la vida, pero que no sabemos cómo se van a pagar. "Es un problema global que hay que tratar como prioridad", ha aseverado Nueno.
Por su parte, la presidenta de Fenin, Mª Luz López-Carrasco, ha hecho un repaso por todos los grandes cambios que se han producido en estos 25 años. Unos años en los que en nuestro país, según López-Carrasco, "hemos sido pioneros en incorporar innovaciones y tecnología sanitarias; hemos trabajado en la mejora de la calidad de vida de las personas, y que se cuiden mejor; hemos trabajado en nuevos productos y nuevos equipos de diagnóstico y tratamiento". En definitiva, un esfuerzo en inversión que ha tenido resultados: en 10 años, la esperanza de vida ha pasado de los 76 a los 83; se ha mejorado la asistencia sanitaria; se ha participado del ahorro directo –menores estancias hospitalarias y menores visitas médicas- a la par que de los costes indirectos –menos bajas laborales-. "Asimismo, la facturación del sector de tecnología sanitaria el 2017 ha sido de 7.500 millones, un 3% más respecto al año anterior. Llevamos 3 o 4 años creciendo, que esperemos que continúen". Se ha crecido también en exportaciones, en presupuestos de las CC AA y se han reducido los tiempos de pago. "El sector necesita solvencia para seguir invirtiendo en la innovación, que es sinónimo de progreso. Y esta innovación tiene que ir de manera equitativa en todas las CC AA". López-Carrasco ha remarcado que el parque tecnológico sanitario español es de los más antiguos de Europa y que hay que renovarlo, "pues eso redunda en eficiencia del sistema". También ha recalcado la necesidad de un "entorno económico y regulatorio estable" y de "saber medir y tener indicadores para mostrar la importancia que tiene la innovación en tecnología sanitaria"; "lo de ser coste-eficiente es una obligación, no una ventaja competitiva". Sin embargo, la presidenta de Fenin ha recordado que el objetivo es claro, el paciente, y la obligación es la de "trabajar con el paciente como persona. Y es que estas innovaciones tecnológicas sanitarias tienen que estar destinadas a tener una atención holística y humanizar la sanidad".
Seguidamente, Núria Mas ha hecho una breve prospección de cómo se encuentra la economía mundial y hacia dónde va. Según las cifras aportadas del FMI por Mas, el mundo seguirá creciendo a cinco años vista, pero con el tiempo "tendrmeos que empezar a pensar las cosas de manera diferente". Tanto laboral como socialmente. En cuanto a las tecnologías, "a día de hoy tenemos la oferta, las posibilidades, pero nos hace falta la parte de la demanda. Para que todo esto llegue a ser disruptivo tiene que haber aceptación por parte del paciente. ¿Y está preparado el paciente pare ceder los datos?
En la educación está el poder
Venido desde EE UU, Valentín Fuster, director del Mount Sinai Heart Center (Nueva York) y director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC Madrid), ha querido incidir en su presentación sobre la importancia de la educación. A través de su ponencia "El futuro pasa por fomentar la salud: diagnóstico por la imagen, genética y estilo de vida", el doctor ha recordado los factores cardiovasculares que tienen implicaciones importantes empiezan ya de joven; que la obesidad en los niños está creciendo. "La obesidad en sí no mata, sino los riesgos que lleva asociadas a ella". De hecho, en los últimos cinco años la mortalidad ha vuelto a crecer debido al aumento de los eventos cardiovasculares. "Prolongamos la vida con fibriladores, stents, unidades intensivas… que tienen un elevado coste. Pero no se puede seguir así. Tenemos que empezar a prevenir la enfermedad, no curarla".
Para Fuster, nos encontramos ante un mundo inseguro en el que la prevención tiene que ser el arma con la que luchar. Así, en cada etapa de la vida hay que determinar unas prioridades y trabajar en esa prevención. También ha recordado que se alarga la vida y con ella aparecen las enfermedades degenerativas, estrechamente relacionadas con eventos cardiovasculares. Una serie de estudios han demostrado que de las demencias, el 25% proviene del Alzheimer y otro 25% por la falta de riego de sangre por obstrucción de las vías. "Tenemos que empezar a pensar no solo cuando se tiene un ictus, sino también cuando se pierde función cognitiva". Tras ello hay algún motivo. "Hablar de ello será hablar de salud, pues la demencia tiene mucha más prevalencia". De hecho, estos factores de riesgo se pueden detectar con técnicas de imagen, y hay que empezar a mirar a las arterias de la población más joven -25-50 años- para prevenir la enfermedad. Sin embargo, la parte más importante de la prevención se encuentra en los niños y los jóvenes, a los que hay que enseñar cómo funciona el cuerpo, hábitos saludables de alimentación y hábitos para evitar las adicciones. En eso ha trabajo Valentín Fuster a lo largo de una serie de proyectos que "tienen que motivar también a los profesores, a los políticos y a toda la sociedad". Para Fuster, a día de hoy "no se da la suficiente importancia a la educación".
Carme Torras, profesora de investigación del Institut de Robòtica i Informatica Industrial de la UPF, ha hablado sobre la robótica asistencial, que conlleva una serie de retos para la investigación, pues "ha de ser fácil programarlos por personas no expertas y tienen que ser intrínsecamente seguros". Ha puesto ejemplos de robots que dan de comer a personas con movilidad reducida o robots para vestir o desvestir personas. "Todo este paso a la robótica asistencial conlleva implicaciones éticas, con incidencia en el mercado laboral, responsabilidad civil, privacidad o fracturas digitales que se originan". Además, hay otras implicaciones que especiales, como que pueden interferir en las decisiones humanas. "Y esto ha llevado a la roboéticoa", un tema del que todavía se tiene que discutir y mucho.