La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), a través de la editorial publicada en el último número de su revista "Atención Primaria", se muestra "desesperanzada" en relación con la situación actual de la sanidad universal en nuestro país, "ya que casi después de tres meses desde su ...
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), a través de la editorial publicada en el último número de su revista "Atención Primaria", se muestra "desesperanzada" en relación con la situación actual de la sanidad universal en nuestro país, "ya que casi después de tres meses desde su aprobación y más de un mes después de su convalidación ante el Congreso, el RDL 7/2018 sigue sin aplicarse".
También considera "particularmente grave ver cómo la ambigüedad de algunos de sus preceptos está dando lugar a que en algunas autonomías se estén imponiendo interpretaciones restrictivas que amenazan el objetivo de asegurar la universalidad como principio básico del Sistema Nacional de Salud. Clarificar estas y otras situaciones exige la aprobación por parte del Ejecutivo del Reglamento que desarrolle el RDL 7/2018".
Bajo el título "¿Para cuándo la universalidad?", la sociedad recuerda que "siempre ha defendido una atención sanitaria con cobertura universal, equitativa en el acceso, trato y disposición de recursos, eficiente en el uso de estos y de carácter solidario con el objetivo del máximo bien sanitario y social, en consonancia con la vía marcada por la Declaración de Alma Ata. Por ello, aplaudimos la decisión del actual Gobierno de España de recuperar la sanidad universal".
Asimismo, desde la semFYC aprovechan la ocasión para declarar que "la salud está ligada a lo económico y social de forma intrínseca. Así lo afirma un análisis de la Harvard T.H. Chan School of Public Health (EE.UU.) en la revista Science, que ha coincidido en el tiempo con este cambio legislativo, y que señala que la universalidad tiene beneficios que van más allá de mejorar la salud, puesto que aumenta la productividad y reduce las desigualdades económicas y sociales". "No podemos olvidar que la universalidad no es solo una cuestión de justicia y derechos humanos, sino un elemento esencial para la eficiencia del sistema sanitario", añaden.
Sin embargo, la sociedad quiere "agradecer la resistencia de todos nuestros compañeros médicos de familia, y a todos los profesionales sanitarios, a los administrativos, y las organizaciones sociales que han acompañado y atendido a las personas excluidas y que han luchado por el cambio. Hemos resistido y seguiremos nuestro ideal de una sanidad equitativa y universal".