La Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de Extremadura dedicará 5,5 millones de euros para la creación de una herramienta tecnológica que aúne datos genéticos, analíticos, antecedentes personales y familiares e incidentes previos causados por interacciones medicamentosas: el Proyecto Medea. Este software y la base de datos asociada serán el ...
La Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de Extremadura dedicará 5,5 millones de euros para la creación de una herramienta tecnológica que aúne datos genéticos, analíticos, antecedentes personales y familiares e incidentes previos causados por interacciones medicamentosas: el Proyecto Medea. Este software y la base de datos asociada serán el producto de una labor de investigación de vanguardia que facilitará la labor del doctor de atención primaria, con el objetivo de garantizar la seguridad de la prescripción y evitar efectos adversos e interacciones con otros fármacos.
De este modo cuando un paciente esté en la consulta de atención primaria será posible acceder simultáneamente al conjunto de sus datos analíticos, los datos procedentes de estudios genéticos, sus antecedentes personales y familiares, ingresos previos relacionados con efectos adversos o interacciones derivadas del consumo de fármacos, y otras pruebas diagnósticas. El sistema informático generará un aviso y alertará del grado de riesgo que tenga un fármaco para esa persona; lo hará a través del sistema Jara, un sistema de información, centrado en el paciente, que ya reúne información de atención primaria y especializada.
El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, junto al director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria, Luis Tobajas, y el investigador principal del Proyecto Medea, Adrián Llerena, han presentado este miércoles la primera fase del proyecto de investigación farmacológica Medea. Esta fase inicial supone que las bases de datos a generar se centrarán en el uso de los fármacos para tratar enfermedades cardiovasculares, oncológicas y psiquiátricas.
Vergeles ha señalado que Medea es un modelo pionero, de vanguardia, porque no hay ninguno con iguales características en España. El consejero ha querido resaltar que es una investigación independiente de la industria farmacéutica, que permitirá a los médicos de atención primaria contar con más información y aumentará la seguridad de la prescripción. El objetivo final es minimizar o delimitar los riesgos que puedan causar los fármacos a un determinado paciente al tomarlo conjuntamente con otros previamente pautados, o por sus características genéticas o antecedentes personales que sean incompatibles con la eficacia terapéutica del medicamento.
El consejero ha destacado que el 12 por ciento de los pacientes que acuden cada año a un centro de urgencias en España lo hacen tras haber tenido problemas relacionados con las interacciones o efectos adversos de fármacos. De igual modo ha apuntado que el seis por ciento de la población presenta efectos derivados del uso de medicamentos.
El proyecto engloba la creación de una base de datos genética y de características personales de una muestra que permita extrapolarlos al resto de la población extremeña, de un software que integre la consulta de estos datos con el sistema Jara y de la combinación con la base de datos de productos farmacológicos.
Medea es un proyecto mixto, lo que supone que incluye un sistema de compra pública innovadora, y la realización de la investigación y está cofinanciado por el Ministerio de Economía y Empresa porque aúna actividades de I+D+i que favorecen la vida de los pacientes y ahorran costes al Sistema de Salud.
El director del proyecto Medea es el doctor e investigador extremeño del Hospital Universitario de Badajoz, Adrián Llerena, quien ha manifestado que la marca de identidad del proyecto extremeño es que no se centra sólo en la genética.
Medea permite establecer una estrategia preventiva e identificar los factores que hacen diferente a un enfermo para poder tratarle acorde a su diferencia. El investigador ha explicado que tras las consultas de todas las bases de datos con información del enfermo el sistema conferirá un algoritmo que emita una respuesta en la pantalla que delimite y precise el grado de riesgo para un paciente concreto en el momento en el que el doctor de atención primaria esté hablando con el enfermo.