Publicidad
Publicidad

"El PCB ha contribuido mucho al ecosistema de las ciencias de la vida que hay hoy en Cataluña"

El Parc Científic de Barcelona ha celebrado este 2018 su vigésimo aniversario, situándose como un referente europeo de investigación, innovación y transferencia tecnológica en el ámbito de las ciencias de la vida.

18/01/2019

En 1997, la Universidad de Barcelona (UB) quería dotarse de un ecosistema que facilitase el flujo de conocimiento entre el entorno académico, la comunidad científico-tecnológica y el sistema productivo para mejorar la calidad de vida de la población. Ello desembocó en la creación del Parc Científic de Barcelona (PCB), el ...

En 1997, la Universidad de Barcelona (UB) quería dotarse de un ecosistema que facilitase el flujo de conocimiento entre el entorno académico, la comunidad científico-tecnológica y el sistema productivo para mejorar la calidad de vida de la población. Ello desembocó en la creación del Parc Científic de Barcelona (PCB), el primer parque científico construido en nuestro país y que, 20 años más tarde, se ha situado como referente europeo en el ecosistema de las ciencias de la vida.

No solo la calidad del trabajo que allí se realiza, sino también sus cifras demuestran el éxito rotundo del PCB. "Cada día vienen a trabajar al Parc unas 2.700 personas que forman parte de más de cien entidades públicas y privadas. Tenemos unos 100.000 m² de superficie construida y 32.000 dedicados a clientes. De estos, 22.000 son laboratorios y unos 10.000, oficinas. Ya solo nos quedan por adecuar unos 6.000 m2 de laboratorio y 2.500 m2 de oficina", explica Maria Terrades, que está al frente del PCB como directora desde junio de este mismo año. Terrades, quien ya fue directora gerente del centro entre 2010 y 2014, comenta que se ha encontrado con un PCB que durante estos años "ha evolucionado para bien, con un mejor entorno, más alegre, y con clientes que están pidiendo que siga creciendo". Para muestra un botón: el 2017 fue el primer año que se cerraron los primeros presupuestos anuales positivos. "Para este año, calculamos cerrar con un millón de euros de beneficio. Ahora facturamos unos 18 millones de euros", señala Terrades.

Retos

Sin embargo, el PCB tiene una deuda de 92 millones de euros, de los cuales 41 son con el Ministerio. "Esta deuda se puede pagar, pero tendríamos que poder reestructurarla y pactar con el Ministerio un calendario más prolongado para hacerlo", asegura Terrades, para quien, no obstante, el principal reto es "seguir satisfaciendo a los clientes del Parc, que son quienes dan vida al ecosistema". Para ello, hay que mejorar y evolucionar los servicios prestados y hacerlos atractivos. "Todo, manteniendo unos precios competitivos con el mercado para seguir atrayendo clientes".

La financiación para adecuar los metros cuadrados que faltan, que se encuentran en el edificio Clúster II, es otro de los retos que tiene por delante el PCB. Explica la directora que "lo ideal sería que hubiese clientes que pudiesen adecuar ellos mismos los espacios, pero la mayoría lo que busca es pagar un alquiler. Así, queremos encontrar otras entidades que puedan estar interesadas en financiarlo y que puedan recuperar la inversión, por una parte, y que, por otra, formen parte de un proyecto que tiene una aportación importante a lo que es la ciencia en Barcelona".

Perfil

Una de las ventajas del PCB es la riqueza del ecosistema debido a la diversidad de entidades que allí se encuentran. Así, el ecosistema está formado por seis centros públicos de investigación punteros, grandes empresas farmacéuticas, biotecnológicas y de nutrición, pymes, start-ups, unidades de la Universidad de Barcelona y organizaciones sin ánimo de lucro. De entre estas 110, Terrades destaca "el IRB y el IBEC, acreditados como "Centros de Excelencia Severo Ochoa, y el CNAG, que forma parte del Mapa de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares del Estado español". A lo largo de estos años, el Parc ha tenido también dos bioincubadoras de empresas. Una, entre el 2002 y 2006, patrocinada por el CIDEM, y otra, entre el 2007 y 2011, con el apoyo del Banco Santander. De ellas nacieron empresas como Oryzon Genomics, Enantia, STAT Dx e Intelligent Pharma. "En el Parc hay empresas de todos los estadios y todas las gamas; y los sectores más presentes son biomedicina, farma, cosmética, alimentación, dispositivos médicos y química".

A todas ellas, el PCB ofrece "unas instalaciones de primer orden" y "unos servicios científicos comunes de laboratorio (recogida de residuos, limpieza de material de laboratorio o coordinación de calidad, entre otros) y oficinas para alquilar", evitando el desembolso inicial que supone para las empresas comenzar en el sector. Calculan desde el Parc que "una empresa pequeñita con laboratorio para empezar a funcionar necesitaría gastarse un millón de euros en infraestructura".

Pero, sin ninguna duda, "la gran riqueza del PCB es su ecosistema", ya que permite a todas las entidades estar en contacto entre ellas. Y eso es clave en un contexto en que la investigación es muy transversal, pues pocas son las compañías "que pueden hacer in company toda la investigación que necesitan", y en el que los acuerdos de colaboración van tomando fuerza.

El ecosistema

Haciendo una valoración de estos 20 años de vida, Terrades no tiene ninguna duda de que el "PCB ha contribuido mucho al ecosistema de las ciencias de la vida que hay hoy en Cataluña". Un sector, ya consolidado y con buenas bases, que cuenta con más de 1.000 empresas y que genera alrededor el 7% del PIB catalán. "En la parte científica estamos a un nivel muy alto -en Cataluña se publica el 3% de las publicaciones científicas europeas-, pero todavía estamos haciendo camino en cuanto a transferencia y empresa", apunta la directora del PCB, para quien uno de los principales problemas en estos años ha sido la financiación. "Sin embargo, también avanzamos en ello, pues en cinco años se ha multiplicado por 10 el número de inversores internacionales de primer nivel que apuestan por la BioRegión de Cataluña. Esto es algo importante porque el 90% de empresas catalanas son pymes. Ahora tenemos que desarrollar estas empresas para que puedan ir creciendo, captando esa financiación que necesitan para seguir en las fases del mercado y en el entorno colaborativo", comenta Terrades, quien cree que el proceso de poner en contacto a los diferentes agentes del sistema, para llegar a buen puerto, "es el proceso que se tiene que llevar a cabo cada vez más".

También es importante, tal y como recomienda ASEBIO, el incremento de ayudas y no de préstamos, "ya que muchas veces para poder impulsar este sector tiene que haber alguna parte a fondo perdido". Al igual que es indiscutible que "se incremente el gasto en I+D, las ayudas a la investigación y a las empresas que emprenden", pero sobre todo, en opinión de Terrades, "también hay que gastarse el presupuesto". Y es que, como detalla la directora del PCB, en 2017 solo se gastó el 30 % del presupuesto de ciencia: "El 70 % no se llegó a ejecutar porque a veces se sacan convocatorias donde la gente no puede apuntarse, ya que los requerimientos no pueden absorberse. Las convocatorias tienen que estar hechas de una manera que la gente pueda presentarse y cumplir los requerimientos; y aligerar la burocracia para pedir o justiciar un proyecto". Así, donde la Administración no ha llegado sí que lo han hecho la iniciativa privada, los propios investigadores o los fondos, pero, en opinión de Terrades, "necesitamos a la Administración y necesitamos medidas fiscales de apoyo a las empresas que se dedican a este sector".

Para leer el artículo completo, haz clic en el PDF adjunto

Publicidad
Publicidad