Un equipo científico de las universidades de Washington e Illlinois ha diseñado un implante miniaturizado bio-optoelectrónico con el que es posible controlar de manera más eficiente y cómoda para el paciente los síntomas de la vejiga hiperactiva. El implante hace uso de un sensor biofísico de alta precisión que permite ...
Un equipo científico de las universidades de Washington e Illlinois ha diseñado un implante miniaturizado bio-optoelectrónico con el que es posible controlar de manera más eficiente y cómoda para el paciente los síntomas de la vejiga hiperactiva. El implante hace uso de un sensor biofísico de alta precisión que permite una monitorización continua de la función del órgano y de un módulo de control y análisis que elimina en tiempo real el comportamiento patológico del tejido.
John Rogers, director del estudio, afirma que este dispositivo salva muchas de las limitaciones de las tecnologías de estimulación eléctrica tradicionales, como la estimulación sacral. Los protocolos de estimulación continua pueden causar incomodidad y dolor, prosigue Rogers, particularmente cuando son utilizados para tratar síntomas intermitentes, como la urgencia urinaria repentina. Además, el acoplamiento físico de los electrodos a los nervios puede producir daño e inflamación.
Una limitación adicional deriva de que estos estimuladores actúan sobre grandes haces nerviosos que también inervan otras estructuras, lo que reduce la especificidad de su acción. En ratas, el nuevo implante identificó correctamente el comportamiento anómalo de la vejiga y normalizó su función, oreciendo estabilidad crónica y el potencial de estimular múltiples tipos celulares.