Los emulsificantes alimentarios carboxyl-metilcelulosa (CMC) y polisorbato (P)-80 promueven un estado inflamatorio sistémico duradero, alteran la microbiota del intestino y aumentan la adiposidad, tanto en ratones machos como hembras. Estas son las observaciones realizadas por un equipo científico encabezado por investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia. Estos cambios se asociaron a ...
Los emulsificantes alimentarios carboxyl-metilcelulosa (CMC) y polisorbato (P)-80 promueven un estado inflamatorio sistémico duradero, alteran la microbiota del intestino y aumentan la adiposidad, tanto en ratones machos como hembras. Estas son las observaciones realizadas por un equipo científico encabezado por investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia.
Estos cambios se asociaron a alteraciones del comportamiento relacionado con la ansiedad en los machos y a una reducción de la socialización en las hembras, efectos posiblemente mediados por el cambio en los niveles de expresión de neuropéptidos que los regulan. Geert de Vries, director del estudio, afirma que tras analizar los datos en mayor profundidad se confirmó que la CMC y el P-80 inducen una plétora de efectos fisiológicos, neurales y comportamentales que se distribuyen de manera diferente en machos y hembras. El investigador indica que los hallazgos son consistentes con la noción emergente de que el eje cerebro-intestinal tiene un papel preponderante en la modulación de diversas áreas del comportamiento.
Aunque el estudio no identifica el mecanismo molecular subyacente, es sabido que la inflamación en una localización dada estimula la producción de moléculas de señalización por parte de las células inmunitarias. Estos péptidos secretados pueden afectar el funcionamiento de tejidos distantes, como el cerebro, concluye de Vries.