Un estudio de la Universidad de Oxford adjudica al butirato, un ácido graso de cadena corta derivado de la fermentación de la fibra alimentaria, un papel clave en el desarrollo de una inmunidad saludable en el intestino. Aunque ya se conocían diversas funciones beneficiosas de este metabolito en el mantenimiento ...
Un estudio de la Universidad de Oxford adjudica al butirato, un ácido graso de cadena corta derivado de la fermentación de la fibra alimentaria, un papel clave en el desarrollo de una inmunidad saludable en el intestino. Aunque ya se conocían diversas funciones beneficiosas de este metabolito en el mantenimiento de la homeostasis en este órgano, el nuevo estudio deja al descubierto el mecanismo molecular subyacente.
Específicamente, el butirato induce la diferenciación de macrófagos con potente actividad bactericida frente a patógenos a través de una reducción de la actividad de la quinasa mTOR y de la inhibición de una histona deacetilasa, lo que resulta en un aumento de la secreción de péptidos antimicrobianos. En experimentos realizados en ratones infectados con Salmonella ssp. los macrófagos diferenciados en presencia de butirato presentaron un patrón de expresión de citoquinas proinflamatorias similar al de los macrófagos control. Sin embargo, la expresión de interleucina (IL)-10, un mediador anti-inflamatorio, fue muy inferior. Fiona Powrie, directora del equipo investigador, afirma que los hallazgos son consistentes con observaciones epidemiológicas previas, según las cuales los niveles luminales elevados de butirato procedente de la dieta protegen frente a las enfermedades inflamatorias intestinales, tales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
La reducción de los niveles de butirato con el uso de antibióticos de amplio espectro también podría explicar alteraciones inmunológicas intestinales asociadas a la disfunción de macrófagos y linfocitos T, concluye la investigadora.