Un equipo investigador del Centro Médico Cedars-Sinaí ha determinado que el hongo Malassezia (M.) restricta, comúnmente hallado en los folículos pilosos humanos, se encuentra también presente en el intestino. Tras observarse que en un modelo animal de colitis el hongo exacerba la enfermedad, los científicos caracterizaron la flora intestinal fúngica ...
Un equipo investigador del Centro Médico Cedars-Sinaí ha determinado que el hongo Malassezia (M.) restricta, comúnmente hallado en los folículos pilosos humanos, se encuentra también presente en el intestino. Tras observarse que en un modelo animal de colitis el hongo exacerba la enfermedad, los científicos caracterizaron la flora intestinal fúngica del intestino de individuos sanos o pacientes con la enfermedad de Crohn, hallando que en estos últimos M. restricta induce una respuesta inmunitaria asociada a un polimorfismo en el gen CARD9.
Según indica David Underhill, director del estudio, esta respuesta incluye una potente producción de citoquinas por parte de células del sistema inmunitario innato y la generación de anticuerpos contra el hongo. CARD9 es una proteína adaptadora relacionada con la inmunidad innata antifúngica, tanto en ratones como en humanos, y es uno de los mayores factores de riesgo genético en la colitis ulcerosa y en la enfermedad de Crohn, prosigue el investigador. Aunque el fenotipo primario de los individuos que presentan pérdida de función en CARD9 es la mayor susceptibilidad a las infecciones fúngicas, existen otras mutaciones que confieren una funcionalidad alterada.
Underhill indica que aunque la sola presencia de M. restricta en el intestino no representa un rasgo patológico el microorganismo puede empeorar la inflamación intestinal. En su conjunto los datos indican que las terapias dirigidas a los hongos comensales pueden constituir una nueva estrategia en la lucha contra la enfermedad de Crohn.