Científicos de la Universidad del Sur de Florida (USF) han descubierto que el trasplante de células progenitoras endoteliales (CPEs) derivadas de médula ósea humana tiene un efecto terapéutico en ratones con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Tras el trasplante las CPEs se localizaron ampliamente en los capilares de la materia blanca y ...
Científicos de la Universidad del Sur de Florida (USF) han descubierto que el trasplante de células progenitoras endoteliales (CPEs) derivadas de médula ósea humana tiene un efecto terapéutico en ratones con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Tras el trasplante las CPEs se localizaron ampliamente en los capilares de la materia blanca y gris de la médula espinal, en el tronco cerebral y en el córtex motor, restaurando sustancialmente la ultraestructura de estos vasos. Como consecuencia, se redujo el grado de extravasación vascular al parénquima de la médula, con el consiguiente restablecimiento de la estructura de los astrocitos y una mayor supervivencia de las neuronas motoras medulares. Svitlana Garbuzova-Davis, investigadora en el Centro de Excelencia de Reparación Cerebral y Envejecimiento de la USF y directora del estudio, afirma que este tipo de trasplante posiblemente previene la entrada de factores periféricos potencialmente deletéreos, como las células inmunitarias e inflamatorias, las cuales contribuirían a la disfunción de las neuronas motoras. La hipótesis está basada en estudios previos del mismo equipo, en los que se demostró que el trasplante de precursores hematopoyéticos CD34+ humanos pospone la progresión de la ELA.
En estos experimentos, indica Garbuzova-Davis, el beneficio del trasplante se retrasó y siguieron observándose capilares severamente dañados. De ahí que los investigadores decidieran emplear un enfoque basado exclusivamente en las CPEs. En el actual estudio la intervención también mejoró la capacidad funcional de los animales, medida en diversos tests motores.