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El lavado frecuente de manos reduce la prevalencia de infecciones respiratorias en menores de tres años

Tal y como recuerda la AEP, la higiene de las manos es la medida más barata, sencilla y eficaz para prevenir la infección asociada a la asistencia sanitaria y a la transmisión cruzada de organismos multirresistentes.

03/05/2019

El lavado frecuente de manos por parte de padres, profesionales y cuidadores, así como de los propios menores de tres años, reduce la prevalencia de sufrir infecciones respiratorias entre un 20 y 30%, según se desprende del estudio "Effectiveness of a hand hygiene program at child care centers: a cluster ...

El lavado frecuente de manos por parte de padres, profesionales y cuidadores, así como de los propios menores de tres años, reduce la prevalencia de sufrir infecciones respiratorias entre un 20 y 30%, según se desprende del estudio "Effectiveness of a hand hygiene program at child care centers: a cluster randomized trial" publicado recientemente en la revista Pediatrics.

Por este motivo, el doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP), recuerda "la necesidad e importancia de que padres, tutores y personal sanitario pongan en práctica una correcta higiene de manos de manera frecuente a la hora de prevenir este tipo de infecciones respiratorias". Así, los pediatras inciden en que los niños "desde el año de edad son perfectamente capaces de aprender a lavarse las manos y lo correcto es que, como mínimo, lo hagan antes y después de las comidas y después de ir al baño".

El trabajo publicado en Pediatrics, llevado a cabo sobre una población de 900 menores de tres años durante un periodo de ocho meses, es el primer artículo que demuestra la efectividad de un programa educacional sobre higiene de manos diseñado para padres y personal encargados del cuidado de niños de 0 a 3 años. El programa al que hace referencia el estudio fue instaurado en los propios centros y hogares y consiguió una menor incidencia de infecciones respiratorias (IR) y de prescripción de antibióticos en este grupo poblacional tan vulnerable. En el caso de los menores, consistía en lavarse las manos al entrar en el aula, antes y después de la comida, y después del recreo; mientras que los tutores y cuidadores debían lavarse las manos después de toser o estornudar, sonarse la nariz o después del cambio de pañales.

"Las IR constituyen un problema de salud primordial en esta franja de edad por la morbilidad que causan y la prescripción excesiva de antibióticos y, gracias a este estudio, podemos comprobar que algo tan sencillo como el lavado de manos es una medida valiosa, fácil y efectiva para prevenir la transmisión de este tipo de enfermedades", indica este experto.

Otro de los resultados arrojados por el estudio, cuya autora es la doctora Ernestina Azor-Martínez, del Servicio de Pediatría del Hospital Torrecárdenas de Almería, hace referencia a la efectividad del método elegido para lavarse las manos. En este caso, es el primero en el que se valoran los beneficios sobre el riesgo de IR a nivel individual del lavado de manos con jabón y agua (21% de reducción de prevalencia de IR) o con desinfectante para manos (31%) respecto al grupo control, así como en el uso de antibióticos y el absentismo, con clara ventaja del grupo de desinfectante para manos sobre el de lavado con agua y jabón.

Salve vidas: límpiese las manos

En este contexto, la Asociación Española de Pediatría se sumará, un año más, a la Jornada Mundial de Higiene de Manos en la Atención Sanitaria enmarcada dentro del programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) `Salve vidas: límpiese las manos´, que se celebrará el próximo 5 de mayo. Este año, la campaña lleva por lema "Atención limpia para todos: Está en tus manos" y tiene como objetivo principal mejorar las prácticas de higiene de manos de los profesionales médicos en los momentos adecuados para seguir afrontando el reto de prevenir infecciones asociadas a la asistencia sanitaria. Según los indicadores obtenidos en los últimos años, se ve una clara mejora en cuanto a la implantación de ese hábito por parte de los facultativos. Sin embargo, es necesario seguir trabajando e incidir en la importancia de mantener una adecuada higiene de las manos durante la atención sanitaria. La higiene de las manos, insisten, es la medida más barata, sencilla y eficaz para prevenir la infección asociada a la asistencia sanitaria y la transmisión cruzada de organismos multirresistentes.

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