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La SEMG analiza las posibilidades de la tecnología wearable en el campo de la salud

La personalización de la salud del paciente, la optimización y priorización de recursos o el acercamiento de los servicios profesionales a zonas geográficamente remotas, son algunas de sus ventajas más destacadas.

08/05/2019

Falta de conciencia y confianza, falta de interoperabilidad, falta de control de calidad y de seguridad sobre si cumplen los estándares de seguridad privacidad fiabilidad y transparencia, son algunas de las lagunas en el conocimiento y barreras para la implantación de la tecnología wearable de salud. El término wearable hace referencia ...

Falta de conciencia y confianza, falta de interoperabilidad, falta de control de calidad y de seguridad sobre si cumplen los estándares de seguridad privacidad fiabilidad y transparencia, son algunas de las lagunas en el conocimiento y barreras para la implantación de la tecnología wearable de salud.

El término wearable hace referencia al conjunto de aparatos y dispositivos electrónicos que se incorporan en alguna parte del cuerpo, interactuando de forma continua con el usuario y con otros dispositivos, con la finalidad de realizar alguna función concreta. Relojes inteligentes o smartwatchs y pulseras que controlan nuestro estado de salud, son ejemplos de este género tecnológico.

Cada vez están más presentes en nuestras vidas, por ello, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) quiso analizarlo dentro de su último Encuentro en Avances en Cardiología para Médicos de Familia, CardioSEMG, donde el doctor Benjamín Abarca, miembro del Grupo de Cardiovascular de la sociedad científica, profundizó sobre la posibilidad que tienen estas nuevas tecnologías para convertirse en una solución asistencial.

Y más teniendo en cuenta que cada vez son más los profesionales de la salud que prescriben recursos digitales a sus pacientes como complemento de su visita. Todo ello enmarcado en una relación médico-paciente que está cambiando y que ha pasado de ser paternalista a ser más colaborativa y participativa, según el Dr. Abarca.

La salud digital, como conjunto de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) que se emplean en el entorno sanitario en materia de prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y gestión de la salud, es una palanca de cambio de los sistemas sanitarios que puede permitir el ahorro de costes y la mejora de su eficiencia.

El Dr. Abarca mencionó en CardioSEMG algunas de las principales tendencias y aplicaciones de la salud digital, entre las que nos encontramos los dispositivos wearables, las aplicaciones móviles para la educación a pacientes, la teleconsulta, la inteligencia artificial y los sistemas basados en las técnicas de Big Data. Todo ello, nos aporta una personalización de la salud del paciente, una optimización y priorización de recursos, una mejora de relación médico-paciente, un acercamiento de los servicios profesionales a zonas geográficamente remotas y, lo que es más importante, una involucración del paciente en el cuidado de su propia salud.

Facilitar la accesibilidad

Sorprende cómo la tecnología 4G está ampliando sus capacidades médicas y permitiendo convertir a los teléfonos móviles inteligentes en fiables tensiómetros, pulsioxímetro, termómetros, glucómetros, ECG, etc. Todo esto posibilitará atender de una forma más cómoda, más eficaz y, sobre todo, más sostenible, a los pacientes, especialmente al grupo de personas mayores, quienes visitan asiduamente las consultas de Atención Primaria, a medida que aumenta en este sector de la población el uso de smartphone y las tablet, según Abarca.

Entre las aplicaciones desarrolladas en nuestro país, se puso sobre la mesa QxAApp, desarrollada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) para ofrecer recomendaciones prácticas a los facultativos que asisten a pacientes con tratamiento antitrombótico ante una cirugía o procedimiento intervencionista. La aplicación basa su algoritmo en el documento de consenso `Manejo perioperatorio y periprocedimiento del tratamiento antitrombótico´, coordinado por el Grupo de Trabajo de Trombosis Cardiovascular de la SEC y avalado por un amplio número de sociedades científicas -entre ellas, la SEMG- que participan en el proceso asistencial del paciente, con el fin de homogeneizar la práctica clínica diaria.

FOTO PRINCIPAL: El Dr. Benjamín Abarca

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