Investigadores chinos y estadounidenses han mejorado el diseño del receptor de los linfocitos CAR-T anti-CD19, generando con ello una terapia desprovista de los efectos adversos más severos comúnmente asociados a este tipo de tratamiento. En ninguno de los 25 pacientes con linfoma de células B tratados se registró toxicidad neurológica ni ...
Investigadores chinos y estadounidenses han mejorado el diseño del receptor de los linfocitos CAR-T anti-CD19, generando con ello una terapia desprovista de los efectos adversos más severos comúnmente asociados a este tipo de tratamiento.
En ninguno de los 25 pacientes con linfoma de células B tratados se registró toxicidad neurológica ni tormenta de citoquinas de grado superior a 1, constatándose remisión completa en 6 de 11 pacientes con la dosis mayor. Las dosis menor e intermedia resultaron en respuesta parcial y objetiva, respectivamente, en el 50% de los pacientes. Tampoco hubo elevaciones en las citoquinas séricas, independientemente del grado de eficacia observado. La observación de que estos CAR-T proliferan de manera persistente y se diferencian en células de memoria in vivo explicaría la durabilidad de la respuesta, según los científicos. Si-Yi Chen, director del estudio, afirma que los nuevos CAR-T, denominados CD19-BBz(86), derivan del prototipo anterior con el que han sido generadas terapias tan exitosas como CTL019 (Kymriah).
Sin embargo, estas terapias siguen presentando un riesgo de efectos adversos graves. Los CD19-BBz(86) se distinguen por producir niveles inferiores de citoquinas, por una mayor expresión de moléculas anti-apoptóticas y una proliferación más lenta, asevera el investigador, lo que podría explicar su mejorado perfil de seguridad.