El Sistema Nacional de Salud Español (SNSE) requiere mejorar en solvencia para que no peligre en sostenibilidad. La V Jornada de Gestión y evaluación de medicamentos, organizada por la Fundación Gaspar Casal en colaboración con Almirall, aborda cómo captar con eficacia recursos para la evaluación y la investigación, la evaluación con datos de la vida real, la evaluación de la adherencia y las políticas y evaluación para garantizar una I+D+i que merezca la pena.

Este evento lleva por título Innovación de la Evaluación y Evaluación de la Innovación y se celebra este miércoles y este jueves en la Real Academia Nacional de Farmacia. Dieron la bienvenida Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, y Francisco Javier Fernández, Head Medical Services & Operations del departamento médico de Almirall España. Del Llano reflexionó si los medicamentos valen lo que cuestan. "Nos encontramos ante dos dilemas. El primero es el ético. También estamos ante un dilema económico. Tenemos que pensar en el coste de oportunidad y en todos los sacrificios que hacemos. Hay elementos y consideraciones de Salud pública que son muy importantes y que tenemos que cumplir. A igual necesidad sanitaria, igual acceso. Ninguno de estos dilemas ni son nuevos ni son exclusivos de España", razonó.

Se preguntó cuál es el mejor sistema de precios y consideró urgente avanzar hacia la medición del valor. Las dudas sobre el alto precio de algunas terapias saltaron de una manera muy potente a la opinión pública de la mano de los nuevos fármacos y evidenció que el sistema no estaba preparado ante el reto de incorporar la innovación. Opinó que sería deseable desfinanciar lo que no aporta valor. Añadió que el sistema debe ser equitativo entre pacientes y entre patologías, que no pese el código postal donde se viva. Destacó que las decisiones necesitan mejorar en transparencia y que hay que obtener mejores resultados en salud por euro invertido. Propuso la retirada de tecnologías poco eficientes. Fernández hizo hincapié en que esta jornada forma parte de la fuerte apuesta de Almirall por la formación.

En la conferencia inaugural; César Hernández, director del departamento de medicamentos de uso humano de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), rechazó que pueda haber regulación sin evaluar medicamentos. Cuestionó si es posible adoptar una definición (y cuantificación) de innovación farmacológica. La innovación ha de tener tres elementos: novedad, atributos mejores (a lo existente) y voluntad de pagarpor ella. "Si hubiera una forma inequívoca de identificar y cuantificar la innovación, ya se sabría", sostuvo. Aseguró que la innovación es un motor de crecimiento económico, pero también una oportunidad para "pescar incautos". La cuestión es si se necesita un instrumento para identificar o medir la innovación y en qué medida es necesario intervenir el mercado farmacéutico para conseguir lo que se necesita. Su conclusión al respecto fue que las iniciativas científicas para identificar los atributos de la innovación son bienvenidas. Eso sí, le pareció difícil que sean útiles en el corto plazo para favorecer la investigación y el acceso a los medicamentos. Por su parte, Antonio García Ruiz, profesor de Farmacología de la Universidad de Málaga, incidió en que medimos desde la medicina basada en la evidencia y que falta la parte de la eficiencia. Subrayó que los medicamentos los pagan cada comunidad autónoma. Puntualizó que la asistencia sanitaria supone el 20% como determinante de Salud. Los factores sociales y económicos representan un 40%. Alegó que hay que demostrar el valor del dinero y su aportación a la mejora del proceso del paciente.