El valor de conectar conocimiento. Es el lema de la 12 Revisión Anual GEICAM de Avances de Cáncer de Mama, RAGMA19, organizada por esta asociación científica para este viernes y sábado en Madrid. Horas antes de comenzar dicho encuentro científico de referencia, el más destacado en nuestro país en cuanto a contenido, participación y multidisciplinariedad, tuvo lugar una rueda de prensa para hablar de su contenido. Las novedades más relevantes sobre el manejo de la enfermedad que destacan en esta edición son el genoma y el sistema inmune como factores esenciales en el desarrollo y control del cáncer de mama.

El doctor José Enrique Alés, del Hospital Ntra. Sra. de Sonsoles (Ávila), experto de GEICAM y miembro del Comité Organizador de RAGMA18, recordó que el RAGMA analiza lo nuevo en los últimos doce meses en el cáncer de mama. "Habrá charlas que contarán cómo los avances en biología molecular no sólo son herramientas de conocimiento", comentó.

Pr su parte, el doctor Roberto Salgado, patólogo del Peter Mac Callum Cancer Center (Melbourne, Australia), contó que un patólogo es quien da información al clínico para que decida cómo tratar al paciente. "Los biomarcadores son importantes para seguir el tratamiento. Hablaré de un biomarcador que los patólogos lo conocen desde hace 50-60 años y que sólo ahora después de analizar los datos de miles de pacientes vemos que eso es importante para decidir tratar al paciente con quimioterapia o no, con inmunoterapia o no", anunció sobre su charla del sábado, titulada TIL (linfocitos infiltrantes de tumor) en cáncer de mama: ¿El próximo biomarcador morfológico en la práctica diaria? Aseguró que sólo se necesita un microscopio y un patólogo formado.

Respecto a la investigación traslacional; el doctor Federico Rojo, experto de GEICAM y responsable de patología molecular de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), explicó que, durante muchos años, la investigación estaba separada en laboratorios y los clínicos por otra parte tenían cuestiones de los pacientes. La investigación traslacional es la que "se traslada a los clínicos". Con ella, se abren opciones de cambios de decisión en el campo de la inmunología, utilizando un biomarcador que da una información que es muy importante para saber qué conducta seguir con una paciente. "Es lo conocemos como traslación del conocimiento", informó.

Quien ofreció cifras fue el doctor Joan Carles March, epidemiólogo y codirector de la Escuela Andaluza de Salud Pública (Granada). "Durante 2018, hubo 32.825 nuevos casos de cáncer de mama. Éste es el segundo cáncer más importante en las mujeres, después del cáncer de piel no melanoma, que es el más frecuente", señaló. Es una cifra que ha ido subiendo en los últimos años. Es decir, "hay un incremento constante de las mujeres que tienen cáncer de mama a lo largo de los años". Si bien, al mismo tiempo que va aumentando el número de casos, "está aumentando la supervivencia del cáncer de mama". En la actualidad, nueve de cada diez personas que padecen cáncer de mama continúan vivas a los cinco años del diagnóstico. Hay una subida constante de la supervivencia observada. En 2019, calculó que podremos rondar una supervivencia neta del 90%. "Son datos muy positivos, porque nos da una visión de que, a pesar de que aumentan los casos, porque se diagnostican más pronto y por el envejecimiento de la población, la supervivencia va aumentando", consideró. Incidió sobre una cuestión: "Nos dicen que tenemos que mejorar en la relación patólogo-oncólogo-paciente el tiempo entre diagnóstico y tratamiento". Aseveró que, cuanto menor sea ese tiempo, mejor será la calidad de vida de las personas afectadas. La formación de las pacientes es clave. Otro de los factores que influye en el cáncer de mama es la dieta cuando la persona se encuentra acompañada y formada.

Olga Cantera, secretaria de la Junta Directiva de la Federación Española de Cáncer de Mama, que representa a 45 asociaciones, puntualizó que la investigación nos lleva a tratamientos y formas de atajar esta enfermedad. "Apoyamos al grupo GEICAM porque creemos en su labor y porque creemos que el futuro pasa por la investigación y por el desarrollo de tratamientos", insistió. O sea, a su juicio, investigación y tratamientos son los dos pilares en los que se asienta el futuro de la enfermedad. Manifestó que la aportación de las pacientes a los ensayos clínicos es muy importante cara a los avances científicos, a una detección más temprana y a un mayor conocimiento. Todo ello ha facilitado que los tratamientos sean "más dirigidos y eficaces, con menos efectos secundarios". Concluyó que, de esta investigación, nos beneficiaremos en mayor o menor medida todos.

Alés remarcó que también es fundamental la comunicación y los trabajos cooperativos internacionales. En ese sentido, hace falta "un gran consenso a nivel nacional" en el que se decida qué nos podemos permitir en el acceso de los fármacos innovadores. No es una cuestión que debiera decidir cada hospital u oncólogo por separado sino toda la sociedad. Para March, el trabajo debe ser avanzar en disminuir desigualdades, en avanzar en los ensayos clínicos y alrededor de la información que se da públicamente. "Hay demasiados bulos en cáncer y hay que ir con cuidado", advirtió. Hay que trabajar en una línea de mejorar los diagnósticos, los tratamientos y trabajar en los ámbitos de la prevención. Hay que tener en cuenta el Código Europeo del Cáncer. La información, según Alés, siempre hay que contextualizarla. Cantera, no obstante, pidió mantener un halo de esperanza. Habló del caso de una amiga que le dio mucha felicidad entrar en un ensayo clínico.

FOTO PRINCIPAL: Federico Rojo, Joan Carles March, Olga Cantera, José Enrique Alés y Roberto Salgado.