Una de las participantes en el estudio ha sido María Jesús Cruz Carmona, bióloga y corresponsable del grupo de Neumología del Vall d´Hebrón, quien manifiesta que "en la revisión de más de 150 trabajos publicados lo que sí hemos visto es que está bastante claro que en los niños que ...
Una de las participantes en el estudio ha sido María Jesús Cruz Carmona, bióloga y corresponsable del grupo de Neumología del Vall d´Hebrón, quien manifiesta que "en la revisión de más de 150 trabajos publicados lo que sí hemos visto es que está bastante claro que en los niños que viven en ambientes contaminados cuando son mayores tienen más incidencia de asma. Sin embargo, en los adultos no está tan claro porque pueden influir otras peculiaridades, como puede ser el estilo de vida".
Por su parte, Xavier Muñoz, neumólogo en el Vall d´Hebron e investigador principal del grupo de investigación en Neumología del VHIR, apunta que "la contaminación actúa en dos sentidos, agravando a los pacientes que ya sufren asma y haciendo que estos tengan que acudir muchas veces a Urgencias, y parece ser que hay otra evidencia de generar asma por ella misma. Está bien demostrado en niños y no tan bien demostrado en adultos. Pero sí que parece que la contaminación en los países desarrollados o en vías de desarrollo se incrementen los casos de asma".
Los menores, los más vulnerables
Pero el colectivo más afectado por esta patología es sin duda los niños pequeños. Muñoz expone que hace que "sea más grave y que tenga más crisis. Y aquellos que no tienen asma, como su pulmón aún está en vías de formación. La exposición a contaminantes ambientales, en edades muy tempranas, entre 1 y 4 años, condiciona que cuando estos niños llegan a la adolescencia en función de que hayan estado más o menos expuestos pueden llegar a duplicar, triplicar o, incluso cuadriplicar, la incidencia.
Pero esta patología puede verse agravada si se combina con las partículas diésel porque, según explica Cruz, "se ha demostrado que cuando se combina el polen con las partículas diésel este es más agresivo. Si una persona es alérgica y hay cierto polen en el ambiente, a lo mejor en la zona rural es un nivel normal, no le produce síntomas. Sin embargo, en una ciudad, ese nivel de polen está combinado con contaminantes" y puede llegar a influir más en su salud.
La bióloga explica que "el principal contaminante de las ciudades son los coches y el diésel. Con el transporte eléctrico igual bajamos un poco la contaminación en las ciudades. El cambio climático trae consigo olas de calor y de frío… Si la temperatura es más alta los periodos de polinización son más largos. Si no se hace nada para frenar este calentamiento global hará que cada vez más aumenten los casos de enfermedades respiratorias".
Prevención individualizada
Como medidas de prevención Cruz señala que a nivel individual: "Lo recomendable es que si una persona tiene alergia o problemas respiratorios lo fácil es no salir a la calle durante los periodos de contaminación. Hacer deporte es muy bueno, pero si puedes evitar correr en una zona transitada es mejor porque cuando corres hiperventilas por lo tanto tragas más contaminación".
La experta comenta que "el tratamiento sería el mismo que cuando tienes una exacerbación asmática por otro tipo de desencadenante. No existe uno específico".
Avanzando en la investigación
Cruz reconoce que "en cuanto a mecanismos aún hay mucho por hacer todavía. Se sabe que las partículas diésel actúan a nivel de estrés oxidativo dentro del organismo, especialmente en el pulmón, y que puede llegar a dañar el órgano de la respiración. Nosotros tenemos unos mecanismos de defensa contra eso. Pero llega un momento que si estás expuesto a la misma sustancia pues tu pulmón no puede más y se produce la lesión". En este sentido, destaca que se debe analizar "lo que está haciendo la contaminación dentro del organismo y qué se puede hacer en el medio ambiente para intentar reducirla".
Muñoz también considera que "los estudios deberían avanzar, sobre todo a nivel molecular, para intentar establecer cuáles son los mecanismos que acaban generando el asma, si son directos o indirectos, para conocer si cambian la expresión de determinados genes… y a partir de aquí poder actuar".
FOTO PRINCIPAL.: De izda. a dcha.: María Jesús Cruz Carmona y Xavier Muñoz