La revista The Lancet Neurology ha publicado los resultados del ensayo clínico aleatorizado PROMESA, los cuales refutan la hipótesis de que la epigalocatequina galato (EGCG), un componente del té verde al que se atribuyen propiedades beneficiosas, no tiene efecto terapéutico en la atrofia multisistémica (AMS). Según Johannes Levin, primer autor del ...
La revista The Lancet Neurology ha publicado los resultados del ensayo clínico aleatorizado PROMESA, los cuales refutan la hipótesis de que la epigalocatequina galato (EGCG), un componente del té verde al que se atribuyen propiedades beneficiosas, no tiene efecto terapéutico en la atrofia multisistémica (AMS).
Según Johannes Levin, primer autor del estudio, la AMS es una enfermedad neurodegenerativa rara caracterizada por la acumulación de alfa-sinucleína en los oligodendrocitos y en las neuronas, proceso que puede ser inhibido in vivo por la EGCG y que resulta en una reducción de la toxicidad asociada. Sobre estas observaciones previas los investigadores administraron diferentes dosis diarias de EGCG a pacientes con AMS en diferentes regímenes de tratamiento con fármacos contra la depresión, Parkinson, disautonomía o demencia. En la evaluación de las diferentes escalas de capacidades motoras a las 48 semanas no fueron halladas diferencias con el grupo placebo.
Además, fue necesario detener el tratamiento activo en 2 de los pacientes debido a hepatotoxicidad. Los hallazgos suponen un revés en la búsqueda de terapias para una enfermedad que no dispone de ninguna para frenar su progresión. Sin embargo, los científicos no pierden la esperanza, ya que consideran posible que los moduladores de los oligómeros de la alfa-sinucleína presenten una superior relación entre eficacia y toxicidad. De ahí que se encuentren actualmente planificando un nuevo estudio con un fármaco experimental de estas características.