Los españoles contamos con un servicio de cobertura sanitaria pública y universal que permite el acceso a una atención médica de amplias prestaciones. Si bien hace años que muestra signos de agotamiento y esto afecta a la calidad del servicio prestado. Así lo ve el doctor Juan Abarca, presidente de HM Hospitales, en el libro que acaba de publicar "El sistema sanitario español. De sus orígenes hasta nuestros días". Allí hace un repaso a la situación del sistema sanitario actual y su futuro más inmediato.

El doctor manifiesta que actualmente el funcionamiento del sistema sanitario español empieza a deteriorarse. "Creo que llega un punto en que o realmente hacemos algo o ahora que llega la tecnología 5G se va a producir una brecha que va a ser irrecuperable para el sector sanitario público". El profesional reivindica, como médico y ciudadano, la adopción de medidas porque hemos tenido uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. "Los problemas de financiación, de coordinación entre los distintos servicios autonómicos y de acceso a la cartera de servicios y prestaciones son problemas reales que implican una pérdida de calidad en la asistencia sanitaria y que necesitan de reformas estructurales para tratar de evitarlos y con ello hacer de nuestro sistema sanitario una realidad viable para lo que demanda la sociedad en cuanto a los principios de accesibilidad, equidad y universalidad".

Hechos fundamentales

En el libro, el doctor realiza un análisis pormenorizado de los procesos históricos que han terminado por originar el sistema sanitario actual, comenzando por los inicios del siglo XIX. Desde la Constitución del 78, que supuso el cambio de modelo sanitario, pasando de ser un sistema financiado por medio de cotizaciones sociales a serlo por vía de impuestos, y la creación de la Ley General de Sanidad de 1986. Y ahonda en los hechos que han sucedido a finales del siglo XX y a lo largo de lo que va del siglo XXI, que han producido, por una falta de mecanismos de adaptación a las necesidades demográficas y sociales de la época, un deterioro de la oferta del sistema sanitario público que es imprescindible corregir y reconducir.

"En su momento, no era tan importante la eficiencia sino la eficacia, porque no había cronicidad, ni innovación tecnológica y farmacéutica, y se dependía más de los RR.HH. y entonces hemos mantenido un gran sistema sanitario", apunta el doctor. Y remarca que la sociedad, afortunadamente, se ha complicado (la gente vive más años, las enfermedades mortales ahora se hacen crónicas…) "y eso cuesta mucho dinero y, por lo tanto, necesitamos que los procesos sean más eficientes y el sistema no está preparado para ello".

Además, destaca que, con la crisis de 2007, se redujo mucho la inversión, y esto se notó sobre todo en la actualización tecnológica. "De hecho, la prueba más evidente es la donación que ha hecho Amancio Ortega, que no ha sido caprichosa, sino que realmente el parque tecnológico para el cáncer, que es la primera causa de muerte en nuestro país, estaba obsoleto". Según el doctor, tenemos un gran sistema sanitario, pero también listas de espera inaceptables, retraso en la incorporación de fármacos.... "Y creo que eso va a ir a más con la llegada de las nuevas tecnologías".

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